Rusia, obsesión por la seguridad

Entretiempo
Publicado el 14/06/2018 a las 0h41

El Mundial de Rusia 2018 va a estar presidido por una seguridad sin precedentes en la historia del fútbol. Moscú está repleto de controles que van desde los principales hoteles a las cercanías de la Plaza Roja y el Kremlin, zona en la que se va a celebrar el sorteo de la fase final de la Copa del mundo. De hecho, la celebración de la Copa Confederaciones fue una auténtica prueba de fuego para lo que será luego el propio Mundial.

Tras los violentos enfrentamientos entre “hooligans” rusos e ingleses en la Eurocopa de Francia 2016, Rusia ha estado tomando estrictas medidas para combatir la violencia ultra en los preparativos del Mundial de fútbol.

A más de 400 hinchas violentos conocidos se les ha prohibido acudir a los partidos, según una lista publicada por el Ministerio del Interior. Además, todo aquel que haya comprado una entrada debe adquirir también una tarjeta de identificación personal para ingresar a los estadios, conocida como “Fan ID”. La entrada al campo deportivo le puede ser impedida si surge algún tipo de sospecha.

Uno de los líderes de los ultras rusos dijo que a unas mil personas que habían comprado entradas se les impidió ingresar a los partidos en la Confederaciones del año pasado, que Rusia albergó como un ensayo del Mundial.

"Mi identificación y las de unas mil personas fueron invalidadas, incluso aunque ningún tribunal haya dictaminado nada al respecto", explicó Alexander Shprygin, que lidera la Unión de Hinchas Rusos.

Creo que no habrá ninguna pelea porque la Policía intervendrá inmediatamente”, añadió. “La Copa del Mundo en Rusia será una de las más seguras en la historia del torneo”, dijo.

El Gobierno que preside Vladimir Putin no quiere un solo incidente y, mucho menos, que se reproduzca alguno de los atentados terroristas, la mayoría relacionados con la intervención militar de Rusia en la guerra de Siria que, por desgracia, se han vivido en San Petersburgo, Sourgout (Siberia) y en Volvogrado. Sin otros en la propia capital rusa, en Moscú. La capital está llena de patrullas de la Policía y hasta del Ejército.

Por otra parte, la FIFA que preside Gianni Infantino, ha logrado también una política poco restrictiva del Gobierno de Rusia en la concesión de visados para los aficionados que quieran seguir a sus respectivas selecciones a lo largo de la fase final de la Copa del mundo.

Segunda identificación

El único lunar que preocupa a la FIFA y que ya se pudo comprobar en la Copa Confederaciones que fue un escollo, es la identificación posterior de cada seguidor que tenga una entrada para acudir a los estadios. Ese ‘ID-fan’, a modo de carnet de identidad del aficionado, obliga a un control lento ya que muchas veces la documentación no está completa.

Tus comentarios