La historia de la mejor jugadora de fútbol: talento y agallas
Cuando era niña, Marta Vieira escapaba de sus hermanos que no querían que juegue fútbol.
"Cuando me veían jugando al fútbol con los niños, mis hermanos mayores venían, corrían detrás de mí para llevarme a casa y yo salía corriendo. La mayoría de veces no conseguían alcanzarme porque era más rápida", relata Marta en una entrevista de BBC Mundo.
Vieira nación en Dois Riachos, una pequeña ciudad al noreste de Brasil. Sus padres se separaron cuando ella tenía menos de un año y su mamá tenía que trabajar todo el día para mantener a sus cuatro hijos, relata el portal La Prensa Gráfica.
Su mamá salía de su casa a las 5 de la madrugada para trabajar en una plantación y también trabajaba limpiando y sirviendo café en el Ayuntamiento. Así que no tenía tiempo para ver a su hija y enterarse lo buena que era jugando fútbol.
La situación de Marta era complicada, su familia no tenía dinero para pagar un colegio y no pudo ir hasta los 9 años. Pero aprendió a leer y escribir de manera autodidacta.
"Tomaba los periódicos, los libros y los comics de niños de la Pandilla de Monica -una historieta infantil muy popular en Brasil- e intentaba leer y escribir sola y cuando fui a la escuela estaba un poco adelantada: ya sabía escribir mi nombre, sabía leer mucho mejor", señaló a la BBC.
El viaje de tres días
El giro en su vida llegó cuando cumplió 14 años. Un amigo de su primo le consiguió una oportunidad para hacer una prueba con el club Vasco Da Gama.
Tuvo que viajar tres días en bus desde su pueblo a Río de Janeiro para no perder su oportunidad, pese a que sentía mucho miedo y se enfrentó a un cambio cultural.
El portal The Players Tribune, publicó una carta de Marta hacia sí misma cuando tenía 14 años y relata todas las emociones que vivió ese momento.
"Sólo sube al autobús. Este autobús, si puedes creerlo, te llevará en tres días a Río de Janeiro. Este autobús dejará atrás a tu familia y a las 11.000 personas en Dois Riachos. Este autobús te llevará a tu sueño de convertirte en futbolista profesional. Y te va a llevar a mucho más", señala parte de la misiva.
Marta cuenta que de niña la discriminaban por ser mujer y no podía entender porqué lo hacían si ella era la mejor jugando en su pueblo.
"¿Por qué Dios me dio este talento, si nadie quiere que juegue? Lucha contra sus prejuicios. Lucha contra la falta de apoyo. Lucha contra todo, los chicos, las personas que dicen que no puedes. Lucha. Luchar para ser aceptada", manifiesta.
Marta Vieira da Silva, la (ahora) seis veces reconocida “Jugadora del Año” por la FIFA, le escribió una carta a su yo de 14 años. Y a millones de niñas en el mundo pic.twitter.com/n0Wpzk1iwx
— pictoline (@pictoline) 26 de septiembre de 2018
Pese a que Brasil es un país futbolista, Marta fue pionera cuando estaba mal visto que una mujer juegue futbol.
Ella vistió las camisetas de diferentes equipos estadounidenses antes de regresar a Suecia, donde juega desde 2012.
Ganó por cinco años seguidos el premio a mejor jugadora del año de FIFA y en 2010, la ONU la nombró embajadora de Buena Voluntad cuyas funciones son: trabajar para disminuir la pobreza y por la autonomía femenina.
Ahora, los hermanos de Marta que antes la perseguían para evitar que practique, hoy se sienten orgullosos por cada uno de sus galardones y se dieron cuenta lo injustos que fueron con ella.