“Enfrentar con dignidad el evento”
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La gratificación que implica el ser parte de un grupo selecto de deportistas que logró asistir y representar al país en los Juegos Olímpicos es inmensa, innegablemente esta satisfacción está impregnada del valioso reconocimiento que recibimos de nuestros colegas, compañeros y amigos, porque reconocen el esfuerzo, compromiso y entrenamiento realizado por varios años en el deporte que nos apasiona.
Además, llegar a la competencia de mayor transcendencia y repercusión en el mundo, no se resume a tener el acceso y disfrute de la Villa Olímpica, ser parte de las ceremonias de inauguración y clausura o vestir el uniforme de la selección nacional, en realidad esta participación genera para todo invitado o clasificado una gran responsabilidad y compromiso para mostrar el resultado y rendimiento alcanzado, en base a muchas horas dedicadas a la preparación.
Y aunque es innegable que al reconocer el nivel que tiene el deporte en nuestro país, nuestras aspiraciones no serán estar en la final o llegar al podio, pero debemos enfrentar con dignidad el evento, dando lo “mejor” de nosotros.
La participación en esta competencia se registrará como el día más importante de nuestra vida, porque llegó el momento de responder al desafío que asumimos cuando decidimos dedicarnos al rendimiento y la competencia, la presión y ansiedad serán mucho mayores por el nivel de los rivales.
Será establecido como el momento culminante de su experiencia deportiva, llegar a la cima de lo máximo posible.
Pero hoy, después de muchos años logro valorar profundamente la gran oportunidad y aprendizajes que brinda esta participación y quiero corroborar lo expresado por Pierre de Coubertin (1912): “El éxito no es un fin sino un medio para ir más lejos”. Competir en unos Juegos Olímpicos debe permitirnos abrir nuevas perspectivas, encontrar el camino para dar pasos significativos, establecer nuevas marcas y récords, que permitan a todo deportista y a todo boliviano sentir que es posible avanzar, que fortaleciendo nuestro espíritu y cumpliendo los valores del olimpismo brindaremos a nuestro país la posibilidad de avizorar un mejor futuro, de aspirar a similares oportunidades y niveles de rendimiento internacional.
“En esta competencia se registrará como el día más importante de nuestra vida, porque llegó el momento de responder al desafío que asumimos cuando decidimos dedicarnos al rendimiento y la competencia”.