Francia impone su jerarquía ante Bélgica y llega a la final

Fútbol Int.
Publicado el 11/07/2018 a las 0h48

Francia impuso ayer el peso de la historia ante Bélgica para acceder a la final del Mundial de fútbol de Rusia con una victoria por 1-0 sobre los Diablos Rojos en San Petersburgo.

Un cabezazo de Samuel Umtiti a los 51 minutos dio la victoria a los dirigidos por Didier Deschamps, que irán el domingo en busca de su segundo título mundial ante el ganador del encuentro que hoy jugarán Croacia e Inglaterra en el estadio Luzhniki de Moscú, el mismo escenario del duelo decisivo.

Será la tercera final del mundo para Francia tras alzar el trofeo más preciado del fútbol jugando en casa en 1998 y caer en la definición de Alemania 2006 ante Italia por penales. Los Bleus tendrán, además, la oportunidad de tomarse revancha de la dolorosa derrota ante Portugal en la Eurocopa que Francia organizó dos años atrás.

La "generación dorada" belga, en cambio, se queda a las puertas de su primera final del mundo. El sueño de los dirigidos por Roberto Martínez chocó ante la practicidad y la jerarquía francesa.

A juzgar por lo exhibido por ambos equipos en el torneo, el encuentro de ayer era considerado una final anticipada. Bélgica llegó a la semifinal tras ganar sus cinco partidos con un fútbol notable y dar el golpe ante Brasil en cuartos de final, mientras que los galos apenas habían cedido un empate en un intrascendente encuentro ante Dinamarca en la fase de grupos.

Antes de celebrar, Francia debió sufrir en un comienzo del partido que tuvo como dueño al belga Eden Hazard. El jugador del Chelsea ingresó encendido y enloqueció a la defensa francesa a puro vértigo.

En sus pies estuvo la primera jugada de peligro del encuentro, un disparo raso cruzado que salió apenas desviado tras recibir una asistencia de Kevin de Bruyne.

El equipo de Roberto Martínez fue superior en el inicio y tuvo la más clara de la etapa a los 21', cuando Toby Alderweireld se encontró con un balón suelto tras un córner y obligó a una estirada notable de Hugo Lloris.

"Allez les bleus!" comenzó a cantar entonces el reducido grupo de hinchas franceses apostado detrás del arco de Lloris intentando levantar a su equipo. Y Francia se despertó.

Poco a poco empezó a aparecer Antoine Griezmann con varios toques de su calidad y el equipo de Deschamps comenzó a asomar la cabeza. El delantero del Atlético de Madrid tuvo una buena posibilidad en el borde del área, pero su remate se fue alto.

Con ese impulso salió Francia en la segunda etapa y como premio tuvo la apertura del marcador. Griezmann lanzó un córner con mucha rosca y Umtiti se anticipó de cabeza a Marouane Fellaini para abrir el marcador y desatar el festejo en el palco del presidente francés, Emmanuel Macron.

El gol liberó a Francia y llenó de nervios a Bélgica. El marcador no se movió, pese a los intentos fallidos de los Diablos Rojos.

 

OPINIONES

"Hicimos lo necesario para estar en la final y ya la estamos esperando. Los del 98 hicieron su trabajo y nosotros  ahora el nuestro". Samuel Umtiti. Defensor de Francia

"Creo que la actitud y el esfuerzo de los jugadores fueron magníficos. No se les puede pedir más". Roberto Martínez. DT de Bélgica

 

LAS MANOS DE LLORIS LLEVAN A FRANCIA HASTA LA FINAL

La noche casi clara de San Petersburgo no fue ayer para las estrellas. En un duelo de semifinales trabado y difícil, los héroes que pusieron a Francia en la final del Mundial de Rusia fueron un defensa y el portero Hugo Lloris.

El central Samuel Umtiti mandó en el minuto 51' un potente cabezazo al fondo de las redes para sellar la derrota por 1-0 de Bélgica y hacer soñar a Les Bleus con su segunda estrella de campeón del mundo tras la conseguida en 1998.

Lloris, que celebró de rodillas en el campo tras el pitido final, tuvo también dos grandes momentos. El meta estiró una mano providencial en el minuto 21' para evitar que Toby Alderweireld enviase la pelota al fondo de las redes tras encontrársela suelta tras un córner.

Y en el segundo tiempo, cuando los Diablos Rojos apretaban en el San Petersburgo Arena por conseguir el empate y mantener su sueño de la final, el portero del Tottenham paró un bombazo de Marouane Fellaini para mantener el 1-0.

Lloris había llegado a semifinales como el menos destacado de los cuatro porteros que peleaban por el título. No cometió errores, pero tampoco había brillado en exceso.

La misión de levantar la Copa

Aunque no tenga el toque carismático de Fabien Barthez, el mítico portero de la Francia campeona de 1998, el cumplidor Hugo Lloris tendrá el domingo la oportunidad de convertirse en el segundo capitán francés de la historia en levantar la Copa del mundo.

De ser así, Francia acumulará su segunda corona en la historia de los mundiales, luego de un subcampeonato en Alemania 2006.

En Francia 1998 logró la corona. En 2018, busca el bicampeonato.

 

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