Copa libertadores: River revalida la paternidad ante Boca y va por su quinta estrella
Otra vez, River. Otra vez contra Boca. Marcelo Gallardo y sus soldados vuelven a hacer historia. La pesadilla de la era moderna para el Xeneize, que sucumbió nuevamente en manos de Napoleón y compañía. El Millo de Gallardo es finalista de América y va por su quinta Libertadores ante Gremio o Flamengo después de la quinta eliminación sobre Boca en un ciclo memorable y que marca a fuego al fútbol argentino.
El conjunto de Marcelo Gallardo sigue siendo un gigante, un rival inalcanzable ahora mismo para su más acérrimo rival. Boca puso pasión, coraje, arrestos. La Bombonera empujó y creyó más en su equipo de lo que a cambio le devolvió este. Nunca estuvo cerca del sueño de remontar, ni siquiera tras el gol de Hurtado (1-0).
Es muy pobre la idea de Gustavo Alfaro desde que se hizo cargo del conjunto Xeneize. En un partido contra el equipo de mejor propuesta de Sudamérica, se dedicó a martillearlo a pelota parada y exclusivamente mediante envíos largos hacia Wanchope Ábila. El corpulento delantero se zafó cuanto pudo, peleó y cuerpeó, pero fue víctima de un juego unidireccional y previsible por parte de sus compañeros. Acabó fundido, desgastado.
River no estuvo cómodo, aún así. La presión alta de los de Gallardo fue buena, pero sólo De la Cruz pudo estirar lo suficiente al equipo en ataque. Donde más sensación dio de poder desnivelar Boca el choque fue en la estrategia. Ahí sí fue superior el cuadro local. Primero Enzo Pérez estuvo a punto de marcar en su arco.
Después, la acción más clara del primer tiempo llegó también de esta manera. Una falta magistralmente botada acabó en las redes tras remate de Salvio, pero, sin embargo, el árbitro Sampaio, desnortado durante todo el partido, lo anuló ya que la pelota golpeó en el brazo de Izquierdoz justo antes.
Los centros laterales también hicieron daño a la defensa de River, incómoda al tener que mirar más de lo habitual al cielo que al piso. Su primer objetivo, el de llegar con la ventaja intacta al descanso, le dio confianza para lo que vino después, un ejercicio de supervivencia que correspondía más al resultado de la ida que a lo que sucedía sobre el campo.
Tiene oficio también el equipo de Gallardo, lo que le hace más competitivo y completo. No es casualidad que salga entero de escenarios así.
Tampoco fue el partido modélico del River de Gallardo, lejos de su mejor versión y de su rutilante estilo. Se limitó a ver cómo Boca se ahogaba entre su ansiedad, entre sus temores. Ni con los cambios se adivinó un camino claro del
Xeneize hacia la remontada. Ábila perdonó el 1-0 tras el enésimo pase directo hacia él y con su marcha del campo, sustituido por Hurtado, pareció acabarse cualquier posibilidad de dar vuelta a la serie.
Cuando más negado estaba Boca, llegó el tanto de Jan Hurtado en una acción a balón parado que pareció dar esperanza a la Bombonera. Fue un espejismo. River aguantó, se puso el traje de sufrimiento, que también lo tiene, y aguantó por guardar el marcador y la ilusión de disputar una nueva final de la Libertadores.
FLAMENGO Y GREMIO, POR EL PASE A LA FINAL
Flamengo y Gremio definirán hoy (20:30) al representante brasileño en la final de la Copa Libertadores, tras el 1-1 en la ida de las semifinales que deja a los cariocas con una ligera ventaja.
El partido se jugará con todas las alertas de seguridad encendidas, después de que ayer la Policía lanzara una operación para detener a 27 hinchas del Flamengo sospechosos de planear la invasión del mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro durante el juego.
Flamengo y Gremio cumplirán 11 duelos en el historial internacional. Llegan iguales, con 2 victorias por equipo y 6 empates. Será el quinto partido que disputen en Río de Janeiro.
OPINIONES
"El equipo jugó bien, salimos a buscar el gol y cerrar la serie luego del tanto de ellos. No se pudo ante ellos y la pelota parada nos complicó junto con el juego cortado". Franco Armani. Golero de River Plate.
"Siento una alegría inmensa por el grupo de jugadores que tenemos. Hay un paso más para ver si podemos consagrarnos nuevamente en una final". Marcelo Gallardo. DT de River Plate.