Fin del sueño. Caen el telón y las luces en la obra aviadora de los octavos de final
Cayó el telón de la Copa Libertadores de América. El último acto de Wilstermann en el certamen fue ante la muralla Libertad, un equipo que alarga su leyenda invicta en Bolivia (0-2).
La expectativa en la antesala del cotejo era alta. La venta de souvenirs en inmediaciones del estadio Félix Capriles tuvo su respuesta por parte de los aficionados, quienes lucían poleras del Aviador y portaban banderas para hacer fuerza por su equipo.
En el ingreso del cuadro valluno, los petardos se oyeron en el cielo cochabambino, como diciendo a los jugadores: “No están solos”.
El primer tiempo fue de dientes apretados para los fanáticos que, una vez más, no pudieron alentar al Rojo desde las gradas del Félix Capriles.
Algunos apostaron ver el cotejo en su casa, otros con amigos y en algunos locales. Todo recurso era válido para estar frente a una pantalla y vivir la adrenalina como si estuviese en las gradas, ahí donde cada tarde y noche el equipo de sus amores les dio alegrías y tristezas.
El libreto rojo no surtió efecto en la etapa inicial, pero en el complemento la ilusión se mantuvo intacta… hasta que llegaron los dos goles de Óscar “Tacuara” Cardozo, el “villano” de la obra que asestó dos puñaladas al corazón rojo.
Ya sin ánimos, con los ojos llenos de lágrimas, muchos hinchas decidieron guardar silencio al final del encuentro. A lo lejos, se accionaron unos petardos como una forma de decir “Gracias” por esa alegría que significó ganar el grupo C y avanzar hasta octavos de final.
Así como las luces de un vacío estadio Félix Capriles se fueron apagando, el telón de la Copa fue bajando y Wilstermann se despidió con la cabeza en alto y sin reproches.
5 compromisos en Bolivia
Lleva jugados Libertad por Copa Libertadores, en los que nunca perdió en su visita al país desde 2010 (tres victorias y dos empates).