Francia se pone el traje de candidato al título
Si a los campeones se les identifica por su capacidad de superar las adversidades, Francia se puso credenciales de campeona tras derrotar a Australia en su debut en el Mundial de Catar (4-1) tras remontar un gol en contra y dejar en la estadística algunos datos para la historia.
La reacción francesa estuvo apoyada en la fortaleza de dos debutantes, Tchouaméni, un pilar en el centro del campo, y en el instinto de Rabiot, autor de un gol y una asistencia.
Pero sobre todo en la contundencia de su delantera, empeñada en figurar en los anales, con un Olivier Giroud que gracias a su doblete igualó con Thierry Henry como máximo anotador de Francia en todos los tiempos, 51 dianas en 115 partidos, mientras Kylian Mbappé conseguía su quinta diana en un Mundial sin haber cumplido los 23, en la estela del gran Pelé.
Los estiletes estuvieron bien respaldados por Ousmane Dembelé, que dio la asistencia del tanto a Mbappé, y por Antoine Griezmann, que no ha faltado en ninguno de los últimos 68 partidos de Francia, un récord para el jugador del Atlético de Madrid.
Australia frenó el asalto inicial de Dembelé y Mbappé y se marchó a la aventura ofensiva, donde encontró oro en el minuto 9, cuando Matthew Leckie desafió a Lucas Hernández y este se desplomó con la rodilla tocada, lo que permitió al socceroo centrar al corazón del área para que Craig Goodwin superara a Hugo Lloris.
Parecía que seguía maldita la campeona, que llegó a Catar sin dos piezas clave como Ngolo Kanté y Paul Pogba y, una vez en el Golfo Pérsico, dijo adiós al Balón de Oro Karim Benzema.
Tras unos minutos de desorientación, Tchouaméni se puso al timón del equipo y el viento fue virando.
Theo Hernandez, que había sustituido a su lesionado hermano, recibió un balón rechazado en la presión francesa en la medular y lo envió con dulzura al área para que, libre de marca, Rabiot empatara la contienda de cabeza (27’ PT).
El gol francés se intuía y llegó nada más superarse la media hora cuando Rabiot robó, hizo la pared con Mbappé y colocó el balón franco para que Giroud marcara su diana 50 vestido de bleu (32’ PT).
Tras el reposo, Francia saltó con ganas de finiquitar el encuentro impulsado por la ambición de sus atacantes de hacer historia.
Giroud lo intentó de chilena en el 50 y Mbappé, que no tuvo su noche más acertada, se estrelló en varias ocasiones con la defensa australiana, hasta que finalmente, a centro de Dembelé, lo hizo de cabeza a los 13’ ST.
El parisino dejó en bandeja el cuarto gol a Giroud, el número 51 de la carrera del jugador del Milan (26’ ST).