Francia se aferra a la “Mbappédependencia”
“Si tenemos que depender de alguien, que sea de Mbappé”. La palabra Mbappedependencia ha comenzado a circular en el cuartel general de Francia en Doha, superado por la dimensión que está tomando la figura del atacante del PSG en el Mundial de Catar.
El seleccionador, Didier Deschamps, no parece molesto con que su delantero estrella esté actuando de locomotora de un equipo que, sin encandilar, ha dejado las mejores impresiones en lo que va de competición y buenos resultados, en buena medida gracias a él.
Francia se cuelga de un portento que, además, ha puesto en el punto de mira renovar el título logrado hace cuatro años en Rusia, lo que le propulsaría de lleno a la leyenda. “Este Mundial es mi obsesión”, aseguró el futbolista, apresurado dentro y fuera del campo.
Mbappé es un ferrocarril y no quiere que nadie se ponga en su camino. A menos de un mes de cumplir los 24 años, el delantero parisino asusta por lo que hace y por la forma en la que lo hace.
Los cinco goles que ha conseguido en este Mundial se suman a los cuatro que traía de Rusia, dos más que los que había conseguido Pelé con esa edad, con la que Lionel Messi, Cristiano Ronaldo o Michel Platini solo habían marcado 1.
Sus cifras son tan meteóricas que en cada rincón del planeta se busca una nueva frontera que no haya roto. Portugal constata que es el jugador más joven en lograr ocho goles, un honor que arrebató a Eusebio, mientras que Alemania ya ve temblar la marca de Thomas Müller, del que solo le separa un tanto para convertirse en el máximo goleador en activo de los Mundiales.
El jugador no quiere que nada de eso desvíe su atención del objetivo máximo. Ningún gramo de energía debe ir a otro fin que no sea conducir a Francia al Mundial, apuntando a la tercera corona desde 1998.