Polémica por los tatuajes de los deportistas en los videojuegos
En los últimos años, los videojuegos deportivos recrean el aspecto físico de los deportistas de la forma más fidedigna posible; tomando en cuenta los peinados, rasgos faciales y tatuajes.
El 2016, el estudio Solid Oak Sketches Tatto, que hizo varios tatuajes a jugadores de la NBA, interpuso una demanda contra la empresa Take-Two por reproducir ocho de los diseños en un videojuego.
Según explicó en ese entonces la cadena ESPN, dicho estudio es dueño de lo derechos de imagen sobre los tatuajes de los jugadores Lebron James, Kobe Bryant y DeAndre Jordan.
Los representantes de Solid Oak Sketches, citados por la cadena internacional, habrían entablado conversaciones con la empresa desarrolladora para darles una licencia con 1.1 millones de dólares.
Meses después, la demanda fue desestimada por existir daños económicos reales contra el tatuador según el portal Latam.
Una publicación de Forbes señala que ciertos jugadores conocen acerca de los permisos que se deben obtener para actividades publicitarias.
La oficina de Derechos de Autor de EEUU señala que cualquier ilustración fijada en un medio tangible puede ser elegible para tener derechos de autor, según explica una nota del periódico estadounidense The New York Times. Por lo que la propiedad de los tatuajes recae sobre el artista y no quien porta los trazos.
"Para la mayoría de las personas, eso no es motivo de preocupación. Los abogados generalmente aceptan que una licencia implícita les permite a las personas exhibir libremente sus tatuajes en público, incluso en transmisiones de televisión o portadas de revistas. Pero cuando los tatuajes se recrean digitalmente en avatares en videojuegos deportivos, la infracción de derechos de autor puede convertirse en un problema", explica el medio estadounidense.
Ante esto algunas empresas decidieron no recrear los tatuajes reales que llevan los jugadores, como Electronics Arts que en FIFA 18 tiene el avatar de Lionel Messi con la manga colorida de su brazo derecho, pero no reproduce los diseños en su totalidad en el resto de las figuras deportivas.
The New York Times asevera que las amenazas de litigio llevaron a los agentes de los jugadores a aconsejarles que los atletas tengan acuerdos de licencia con los artistas antes de ser tatuados.