Escasa competitividad en el fútbol boliviano con relación a países del continente
El fútbol boliviano sólo jugó el 25,7 por ciento del tiempo que dispondrá en los últimos 18 meses. El porcentaje es contundente y juega en contra del bajo rendimiento y la escasa competitividad que muestran los equipos bolivianos en las copas internacionales y lo que presenta la selección nacional, que está en puertas de jugar dos fechas de la Eliminatoria al Mundial de Catar 2022.
Desde marzo del año pasado, hacer fútbol en el país ha sido una odisea por la cantidad de problemas que existieron en el camino: la pandemia, las pugnas dirigenciales, los derechos de televisión, el fallecimiento de César Salinas, amparos constitucionales y las huelgas de Fabol.
Cuando comience la competición, habrán pasado 563 días desde el 1 de enero de 2020 y los números son escalofriantes para cualquier liga de primera división, ya que sólo se jugaron 145 días en total y en 418 jornadas se tuvo a los jugadores en receso por los distintos problemas que enumeramos anteriormente.
Mientras otros países del área acomodaron su calendario por la Covid-19 y jugaron hasta dos torneos, en el fútbol boliviano, en año y medio, se ha disputado sólo un campeonato de 26 fechas y el segundo sólo lleva seis jornadas disputadas.
La temporada 2020 arrancó el martes 21 de enero y el certamen se paralizó el 15 de marzo por la cuarentena dictada por el gobierno de turno. El fútbol volvió luego de más de ocho meses, el 27 de noviembre. La dirigencia puso como excusa la Covid-19, los protocolos, los permisos; cuando en realidad nunca tuvieron la capacidad para instalar un consejo superior que determine la reanudación del torneo cuando en todos los países del área, se había vuelto a la competencia.
En 35 días, los 16 clubes fueron sometidos a una maratón de 14 encuentros, jugando cada dos días para cumplir con el calendario.
La federación dispuso que el primer torneo de 2021 arranque la tercera semana de enero, pero nuevamente se encontraron con problemas de la venta de los derechos de televisión que fue la “gran excusa” para prolongar el inicio del torneo hasta el 9 de marzo.
Hasta la cuarta fecha, el campeonato se desarrollaba normalmente, pero vino el paro de Fabol que reclamó el incumplimiento a los acuerdos que suscribieron entre los 16 clubes y los capitanes.
Después de 10 días de paro, el fútbol volvió en la sexta y séptima fecha; pero el amparo constitucional que planteó Robert Blanco y las medidas cautelares en contra de la FBF suspendieron la octava y novena fecha.