Ricardo González, el DT trotamundos que dejó huella en 4 continentes
El entrenador español Ricardo “Richi” González Dávila (Madrid, 26 de mayo de 1972) siempre supo lo que quería hacer: estar ligado toda su vida al básquetbol, pero recorriendo el mundo, aprendiendo y dejando enseñanza a su paso.
Al momento, González se ha vuelto un trotamundos de este deporte. Su currículum lo llevó a dirigir en cuatro de cinco continentes, restando aún entrenar en Oceanía y los subcontinentes de Norte y
Centroamérica.
A días de cumplir sus 50 años, Richi González los celebrará en Venezuela, donde actualmente dirige a Gaiteros del Zulia. Antes estuvo por diversos países, entre ellos Bolivia, hace seis años.
“Es un sueño dirigir en la Liga de Venezuela, es una de las ligas más potentes de Latinoamérica, con un gran nivel de jugadores. No hay que olvidar que Venezuela es campeón de América en muchas ocasiones y tan poderosa como Brasil, Canadá, Puerto Rico, entre otros”, manifestó González.
En total, González dirigió en 10 países de los cuatro continentes y entre los que destacan Bolivia (La Salle-Olympic), España (Ciudad de Burgos), Uruguay (selección varones), Chile (selección femenina y Leones de Quilpué), Corea del Norte (selecciones damas y varones), Noruega (Tromso Storm), Islandia (Skallagrímur), Túnez (selección damas), Costa de Marfil (Azur) y Venezuela (Gaiteros del Zulia). Además hizo un campus de tecnificación en India.
“Me siento un privilegiado en ese aspecto, estuve en más de 10 países. Es muy difícil, el mundo del básquetbol está lleno de mucha competencia”, apuntó el entrenador.
Desde Venezuela, González le dijo a Los Tiempos que la mejor definición recibida es la de trotamundos, ya que su carrera profesional lo llevó a recorrer diversas naciones y conocer varias culturas.
“En España se me tiene un gran respeto a nivel profesional, porque no sólo dirigí allá, sino también en ser el primer español en dirigir en Corea del Norte, en Uruguay, en Bolivia. Creo que pocos entrenadores lo pueden decir; tampoco fue un objetivo todo esto, pero también tengo toda la ilusión de poder dirigir algún día en Oceanía”, remarcó González.
Experiencia en Bolivia
Dentro de todas las experiencias vividas, la de Cochabamba marcó bastante su carrera. En 2016 llegó para dirigir La Salle-Olympic en la Liga Boliviana de Básquetbol (Libobásquet).
A su paso sembró muchas amistades, que hasta el día de hoy lo recuerdan y con las que mantiene contacto.
“Estar en Cochabamba y dirigir la Libobásquet fue una experiencia increíble, fue muy bonita en todos los aspectos. Dejé amigos para toda la vida como la familia Asbún. Mauricio (Asbún) es para mí como un hermano, ya que estuvimos trabajando allá siete meses. También Lucho (Campuzano), Beymar (Claros), Javier (Martínez), Ronald (Arze), con mis jugadores con los que siempre hablo”, contó González.
Recordó que su estadía en Bolivia fue de las mejores, siendo que en un futuro próximo desea volver a dirigir en el país, pero su presente está en Venezuela.
González relató que hubo un acercamiento con otros clubes de Bolivia en años pasados, pero su carrera lo llevó por otros países. Además, sigue de cerca a las selecciones nacionales y su desempeño.
La experiencia más exótica
Entre todas las experiencias vividas, Richi González recordó la de Corea del Norte como la más llamativa.
“La experiencia más diferente fue la de ir a Corea del Norte,un país del que no se conoce nada, todo son bulos (en España, la noticia falsa con el afán de perjudicar a alguien). Es el país más hermético del mundo. Se habla de todo de esos países, pero yo nunca pensé que haya un país que haga sus campeonatos fuera de las normas FIBA. La experiencia fue diferente, pero súper grata.
Me trataron muy bien, el respeto y ganas de superarse de los jugadores es única”, aseveró González, quien dirigió a las selecciones de damas y varones de ese país.
Lejos de casa
Pese a estar lejos de su natal Madrid, el estratega ibérico siempre lleva consigo la fuerza para continuar: la familia.
Casado con Lidia Mirchandi y con quien tiene dos hijos, González comparte con ella su pasión por el básquetbol. Siempre lo acompañan por todos los países toca trabajar y son su mejor equipo.
“Lo que más extraño de España son mis padres, mis hermanos, mis sobrinos, mi familia. Y la comida, eso sí. Lo que menos echo de menos es el baloncesto de España, porque lo vivido me llena plenamente en el plano personal, profesional. El sol, mucho más cuando estás en Islandia, que pese a ser un país lleno de virtudes no tiene mucho sol”,dijo González.
Entre sus próximos objetivos, el entrenador español se fijó como meta formar jugadores.