El cine boliviano en 2018, aristas de un año en el que queda mejorar la calidad
Cine
Publicado el 16/12/2018 a las 0h00
“La bicicleta de los Huanca” (1993) y “Mi socio” (1992) son las películas nacionales que al parecer siguen resonando en el imaginario de los espectadores bolivianos, según un sondeo realizado por Los Tiempos en la red social Facebook. La pregunta de dicho sondeo era ¿Cuál cree que es la mejor película estrenada este año?, pero la mayoría de los comentarios hacía referencia a los filmes mencionados anteriormente, que fueron estrenados en la década del 90. También se hizo referencia a películas actuales como “Eugenia” y “Muralla”. Otra parte de los comentarios aseguraba que no había ido a ver ninguna película boliviana este año. Y esto tampoco resulta sorprendente cuando las producciones nacionales salen de las carteleras apenas a una semana de su estreno, porque no tienen mucha demanda.
En lo que va de 2018 se han estrenado alrededor de 15 películas nacionales, entre ellas están “Averno” de Marcos Loayza, “Eugenia” de Martín Boulocq, “El río” de Juan Pablo Richter, “Algo quema” de Mauricio Ovando, “Muralla” de Gory Payiño, “Søren” de Juan Carlos Valdivia, “Ukamau y ké” de Andrés Ramirez, “Lo peor de los deseos” de Claudio Araya, “Viernes de soltero” de Tonchy Antezana, entre otras. Si bien la producción nacional está en crecimiento y muchos de los filmes mencionados han recibido reconocimientos en el exterior y se difunden en festivales dentro y fuera de Bolivia, el público no asiste a verlas en proporción similar a las producciones que llegan desde el exterior.
Entonces, consultamos a algunos creadores del área qué creen que le falta al cine boliviano para que crezca en calidad. Para el director Paolo Agazzi (“Mi socio”), la cuestión, a parte de los problemas económicos que enfrenta la producción nacional, es que una de las mayores debilidades de nuestro cine son los guiones en sus diferentes facetas, el director habla de historias poco originales que remedan, en muchos casos, a los géneros de moda, un deficiente desarrollo de los personajes, una estructura dramática deficiente y con diálogos que no reflejan la realidad del país ni la psicología de los personajes y/o que plantean mensajes de forma “escolina” o como sacados de “manuales de autoayuda”.
“Una cosa es poner en pantalla diálogos sacados de la calle para que parezcan naturales, otra cosa son los diálogos en función de la historia y de la psicología de los personajes, pero que suenen como ‘naturales’. Adicionalmente, aspecto estrictamente relacionado al problema guiones, está el tema actoral. En muchos casos asistimos a serias deficiencias en este rubro o por mal construcción del personajes que crea problema a los actores o por una mala dirección de los mismos. Creo que está en buena medida solucionado el problema técnico gracias a las nuevas tecnologías, aunque es evidente que las limitaciones económicas pueden afectar etapas muy importantes en la construcción de una película, como es la posproducción, fundamental esta etapa final para lograr un producto que sea competitivo al menos a nivel latinoamericano”, dice Agazzi.
Cadena productiva
Para el director Marcos Loayza (“Averno”), subir la calidad del cine boliviano se trata básicamente de mejorar toda la cadena productiva del audiovisual, que se encuentra debilitada. Asegura que hay poca formación, muy poco diálogo entre los autores y entre los autores y la crítica, no hay diálogo entre exhibidores, distribuidores y productores, no hay una tradición literaria ni dramatúrgica en general y menos una tradición de guionización, no hay guionistas que puedan vivir de esto.
La directora de “Las malcogidas”, Denisse Arancibia, comenta que falta la real posibilidad de hacer mucho, demasiado cine, para poder mejorar en todo sentido.
“También falta cancha en producción, manejo de mercados, conseguir aliados, y toda la maquinaria que te da rigor técnico que te obliga a tener un buen guion y buenas resoluciones artísticas”, asegura.
Para la actriz Ivette Mercado (“Viernes de soltero”), la calidad de las películas nacionales tenderá a mejorar en la medida que se fortalezca el cine como industria.
“La escasez o deficiencia de políticas públicas hace que sea un sector debilitado, que la gran mayoría de quienes producen cine en Bolivia deban hacer grandes esfuerzos para costear sus películas y, aun así, valerse de recursos técnicos (o de logística) muchas veces precarios para realizar esta actividad, o, como se da en muchos casos, sacar una pieza cada 10 o 15 años. Aun así, creo que gracias a la tecnología digital se han dado grandes pasos y se produce un poco más y mejor. Eso es genial. Mientras más películas se produzcan, más fortalecida estará la industria como tal; así se genera competencia y cada experiencia de producción es un aprendizaje valioso que permitirá a los realizadores ir corrigiendo sus errores. Destaco que en los últimos años he visto contenidos y narrativas propositivas, variadas e interesantes y eso habla bien de la capacidad intelectual-creativa de los cineastas bolivianos”.
Otra de las “marcas” que deja este año para la producción nacional, es la Ley del Cine y Arte Audiovisual, que se ha estado debatiendo mucho en los últimos días después de ser sancionada por la Asamblea Legislativa Plurinacional y que, contempla la creación de la Dirección Nacional del Cine y Audiovisual Boliviano (Dinacab), con el objetivo de normar, controlar y fomentar las actividades cinematográficas y audiovisuales en el país, y se extingue el Consejo Nacional del Cine (Conacine), que fue conformado mediante Ley 1302, de 20 de diciembre de 1991.
EN LAS SALAS
Semanas en cartelera
BF nos proporcionó los datos de estrenos y semanas en cartelera de las películas bolivianas estrenadas por BF Distribution Bolivia en 2018. Algunas películas continúan en La Paz.
11 de enero AVERNO de Marcos Loayza / 48 semanas en cartelera (continúa).
19 de abril EUGENIA de Martín Boulocq / 17 semanas en cartelera.
2 de agosto EL RÍO de Juan Pablo Richter / 11 semanas en cartelera.
13 de septiembre MURALLA de Gory Patiño / 13 semanas en cartelera (continúa).
8 de noviembre SøREN de Juan Carlos Valdivia / 5 semanas en cartelera (continúa).
29 de noviembre LO PEOR DE LOS DESEOS de Claudio Araya / 2 semanas en cartelera (continúa).
El director Martín Boulocq ganó el Premio a Mejor Guion en el Festival de Guadalajara por su película “Eugenia”, la historia de una mujer recién divorciada, que se estrenó en Bolivia en abril de este año.
Conflictos por la Ley del Cine y Arte Audiovisual
El sector audiovisual se encuentra en un momento conflictivo tras la sanción de la nueva Ley del Cine, que ha dividido al sector, ya que no se trataría de una ley consensuada, como indicaba la ministra de Cultura, Wilma Alanoca; de lo contrario, no estaría circulando un manifiesto que explica las razones para no estar completamente de acuerdo con la nueva normativa.
Con frases como “Ley del cine sí, pero no así”, el sector audiovisual, sobre todo cochabambino, expresaba su desacuerdo en redes sociales.
También se ha comenzado a difundir la realización del “Foro Ley del Cine: bajo el reflector”, una iniciativa de estudiantes, que se realizará en la Universidad Católica este 19 de diciembre a las 19:00.
“Es un evento que busca brindar un espacio a los realizadores audiovisuales para compartir sus opiniones sobre la Ley del Cine y las perspectivas del cine boliviano en su contexto socio-cultural. Es, además, un evento que pretende a informar a la población acerca de temas como las necesidades de un cine que nos represente, que sea democrático y soberano”, dice la información acerca de este Foro.
Sergio Estrada, representante del sector, dijo que aunque aún no se haya promulgado la ley, seguramente se hará y con eso se quiere ganar votos del sector cultural.
“¿Qué queda para adelante? La idea de Cochabamba es apuntar a lo local y no a lo nacional. ‘Cochabamba república independiente’ y nos fortalecemos, porque no se puede esperar nada a nivel nacional, ni articulación, no funciona. Legalmente, sólo queda trabajar en el reglamento. Lo que han hecho está mal y queremos indicar que el proceso estaba mal y en eso estamos correctos, lo sabe la gente de La Paz, lo sabe el Estado. Sé que la Ministra ha ofrecido darse una vuelta por las regiones para explicar los alcances de la ley, pero no tengo idea, no le estoy siguiendo los pasos a la Ministra. Se está convocando a un congreso para ver lo del reglamento. Ese tipo de decisiones implican a todo un país”, comenta Estrada.
El manifiesto, resultado de una reunión del sector cochabambino, expresa que:
Las instancias que han trabajado y avalado el proyecto de ley en los últimos meses han perdido la representación regional y sectorial al haber desconocido la voluntad popular presente en los mandatos emanados del Congreso de 2013.
- Que en el proyecto de ley el sector audiovisual no tiene ninguna posibilidad para la toma de decisiones estratégicas pues se ha obviado la participación de distintas regiones, sectores, generaciones y culturas.
- Que el nombramiento del director de una institución rectora del cine y audiovisual nacional debe ser abierto, transparente y fundamentarse en la experiencia probada dentro del área. No debiendo quedar a la decisión del gobernante de turno.
- Que la ley debe establecer un mecanismo de formación de públicos dentro del sistema educativo para velar por la sostenibilidad del cine en Bolivia.
- Que debe trabajarse la preferencia en lo que respecta a la distribución y exhibición del cine nacional en todas las pantallas (cine, televisión e Internet) del espacio audiovisual boliviano.
- Que en la descolonización de las miradas y de las pantallas los medios de comunicación, las empresas de comunicación, los operadores de cable y el Estado deben asumir su responsabilidad en el sostenimiento financiero del espacio cinematográfico y audiovisual de Bolivia al igual que los exhibidores y distribuidores. Entre otros puntos.
“Unanimidad”
El martes por la noche, la Asamblea sancionó por unanimidad la norma, con 30 artículos, se lee en un boletín de prensa del Ministerio de Culturas.
La nueva ley prevé registrar las obras nacionales y extranjeras para su distribución en el país, otorgar licencias de filmación, gestionar la producción y coproducción, y proteger los derechos de los autores de los filmes y tener cuotas de pantalla, entre otras acciones específicas.
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