El misterio de la película “Manhattan nocturno”
Marcos loayza
Cineasta
Mucho se ha escrito sobre la novela y las películas policiales y entre ellas, las novelas y el cine negro, entre ellos el sabroso texto de Luis H. Antezana; y como expresó Jorge Luis Borges “la novela policiaca ha creado un tipo especial de lector”, que tiene cada cierto tiempo nuevos descubrimientos, y entre ellos está el escritor neoyorquino Colin Harrison, que, según el New York Tines, “sus novelas no se leen sino se devoran”, que es capaz de mostrarnos personajes retorcido y densos; una de sus más reconocidas novelas es “Manhattan nocturno” (Salamandra, 1998) que se adaptó para el guion de la obra.
Una historia que tiene todos los ingredientes para atrapar al espectador, un periodista inteligente, un empresario muy cabrón, una mujer fatal y hermosa y un director de cine extravagante que graba cosas indecentes con su cámara, personajes que se mueven dentro de las arenas de la lujuria, la pasión y el poder, en la ciudad de Nueva York. La película se puede ver en la plataforma Netflix.
Brian DeCubellis es un director que se abrió camino en la industria y del que en verdad ésta es opera prima; para ello se armó de un reparto extraordinario a la cabeza del ganador del premio Oscar por “El pianista”, de Roman Polansky (2002).
Los demás departamentos técnicos se desempeñan de manera notable, es decir: la mesa estaba servida para el éxito; pero algo aconteció que, a pesar de su indudable calidad y de que todas las piezas estaban en su sitio, la cinta no logró el despegue esperado.
A pesar de seguir y bien todas las fórmulas para tener una un guion valioso, la crítica la calificó como predecible, y en honor a la verdad, si algo tiene la historia es que te sorprende a cada rato.
Entonces: ¿qué paso?
Creo por cumplir demasiado las reglas de guion se olvidaron de las reglas de la novela policial. Para demostrar eso me remito algunos maestros: G. K. Chesterton destaca que la principal característica debe ser que sea simple “el alma de la acción es la simpleza no la complejidad”, y “Manhattan nocturno” la abusa. Después dice que “se debe tener y esconder un secreto y que éste valga la pena”; la película tiene más de un secreto y cada personaje tiene el suyo. Ronald A. Knox escribe que “no está permitido más que un pasaje secreto” y la película nos presenta varios “pasajes secretos”, uno en cada tarjeta de memoria que encuentra el personaje. Raymond Chandler aconsejaba que “un misterio develado a medias es de mayor intriga que uno en el cual el lector está absolutamente perplejo”, y a la cinta le sobran las explicaciones, generalmente, familiares de muchos personajes. Y también Chandler escribe que “no hay nada más difícil de administrar que una explicación” y en el filme tal vez los videos del director de cine de la ficción no sean la mejor manera de administrar las explicaciones.
Asimismo Raymond escribe que “el quid de la historia de misterio estaba en que había dos historias en una: la historia de lo sucedido y la otra historia, de lo que parecía haber sucedido”; acá el director de la obra evita lamentablemente todas las apariencias para explicarlo todo.
Finalmente, Ricardo Piglia escribe que “el crimen es el espejo de la sociedad, la sociedad es vista desde el crimen” y “Manhattan nocturno” nos presentan una sociedad llena de crímenes y personajes oscuros, que, mal avenidos con sus padres, amenaza con invadir la tranquilidad de la familia, la belleza del hogar como un oasis en medio de las calles de Nueva York.
Brian DeCubellis nos regala una película que, a pesar de todo, vale la pena ver. Es imprescindible para los amantes del género policial, “una minúscula minoría… a la que le gustan las historias de misterio por sus imperfecciones”, como diría Chandler.
SINOPSIS
Porter Wren es un periodista dedicado a los tabloides que posee un apetito insaciable por el escándalo. En casa es un marido encantador y un padre ejemplar. Tras conocer a una seductora desconocida que lo invita a resolver un complicado asesinato, su rutina cambia por completo. De repente se ve envuelto en un desagradable caso de obsesión sexual y chantaje, que acaba poniendo en peligro su trabajo, su matrimonio y su vida.