Comentario sobre el libro “Poesía quechua en Bolivia”
La obra fue publicada por la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima (Perú) y el Grupo Pakarina SAC (Perú). Primera edición mayo, 2016. El libro antológico contiene 804 páginas, en nueve capítulos, recopila las producciones de 76 autores bolivianos y cuenta con 211 poemas en quechua y traducidos al español. Es una edición bilingüe.
Julio Noriega Bernuy, doctor en Letras por la Universidad de Pittsburgh y profesor de Knox College de Estados Unidos, pasó un año en Bolivia recorriendo las diferentes ciudades, provincias y comunidades donde se habla quechua.
La antología comprende 76 autores de todo el país divididos en las categorías: legendarios, apologéticos, seudónimos, educadores, activistas, premiados, compositores, inéditos, centros de aprendizajes y talleres culturales, Carrera de Lingüística, Caracollo.
Explica Noriega: La categoría “legendarios” reúne a poetas en torno a los cuales se ha tejido una leyenda y también a los que en sus obras se valen de la recreación poética de costumbres, tradiciones, leyendas y mitos andinos. En la sección de apologéticos están los autores cuyas poesías son loas, himnos y cantos a diversos temas y motivos que van desde la naturaleza hasta los pueblos, personajes, divinidades, aniversarios y hazañas históricas o personales.
La categoría de los “seudónimos” está reservada para los poetas que se sirvieron de un segundo nombre muy distinto al suyo para enmascarar su filiación europea y, desdoblados en otro sujeto, asumir la identidad indígena a través de su poesía.
Bajo la denominación de “educadores” se agrupa a un sector de alfabetizadores, maestros rurales y de educación bilingüe que hace de sus poesías herramientas de lectura para niños, adolescentes y jóvenes, al tiempo que cumple con el objetivo de transmitir los valores de la tradición cultural quechua a nuevas generaciones.
Aparecen como “activistas” los militantes de partidos políticos y luchadores sociales, quienes escribieron sus poesías como arma de combate y expresión de un sector étnico marginal. Aquellos poetas que en algún momento fueron reconocidos institucionalmente y cuyos trabajos se difundieron después de recibir un premio en certámenes nacionales e internacionales forman la sección de los “premiados”. La clasificación de “compositores” permite incluir la obra escrita por músicos, compositores e intérpretes que, a pesar de haberse popularizado como canción ha pasado a formar parte del corpus literario en algunas antologías de poesía quechua.
Los manuscritos que permanecieron sin haberse publicado antes y aquellos que han sido preparados especialmente para este libro forman parte de los “inéditos”. Y la última parte corresponde a los “centros de enseñanza”, cuya producción poética fue realizada a manera de trabajo colectivo en talleres, clubes y clases de quechua en diferentes instituciones. Dentro de toda esta clasificación, se mantiene una secuencia cronológica interna en cada sección, sobre la base de los datos biográficos del autor y, a falta de estos datos, según la fecha de publicación de su trabajo.
DATOS DEL LIBRO
El autor del cuadro de la tapa de la obra
La tapa del libro es la obra “Carnabal” de José Melchor María Mercado (Chuquisaca, 1816 – 1871). Este artista “fue militar, funcionario público, político, profesor, fotógrafo, viajero, explorador, taxidermista, galvanoplasta… ¡Qué no ha sido!”, según comenta Gunnar Mendoza Loza.