La realeza del rock
Texto: Ariel Antezana
Director Fin del Silencio
En este preciso momento, no debe haber banda más popular en el mundo que no sea la británica Queen; el reciente y esperado estreno de la película sobre la banda (Bohemian Rhapsody) ha vuelto a poner a Queen en la retina y en el oído de todo el planeta. Pero esto, no es nada nuevo, muchas veces esta situación ya se había repetido, y estamos aquí y ahora para conocer, como si hiciera falta, a su majestad: ¡Queen!
En 1968 se formaba la banda Smile por el guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor junto al bajista/vocalista Tim Stafell, a pesar de que el grupo tuvo una corta vida llegaron a presentarse con bandas sumamente importantes como Yes, Pink Floyd, Free o Joe Cocker, por mencionar algunas. A principios de 1969 logran grabar tres temas: “Earth”, “Step On Me” y “Doing Alright”. En marzo de 1970, Stafell decide dejar Smile, sin fe en el proyecto, para unirse al grupo Humpy Bong.
Tiempo antes de la partida de Tim, un muchacho con carácter extrovertido se hace amigo de los integrantes de la banda, sumamente entusiasta por el sonido de Smile constantemente insistía que Stafell debería dedicarse solo al bajo y él ser el vocalista. Freddie Mercury, como se hacía llamar Farrokh Bulsara, vio la oportunidad real de unirse a la banda gracias a la partida de Stafell, tras probar varios bajistas, un técnico de luces y sonido con quien habían trabajado en algún concierto, presentó a May y Taylor a un bajista llamado John Deacon, una vez presentado a Mercury en el ensayo fue aceptado inmediatamente. Deacon formaría parte de la banda no sólo por sus capacidades musicales, sino también por su carácter introvertido y callado, esto junto a la personalidad sobria de May le darían todo el escenario y las luces a Freddie; principal motivo por el que el vocalista apoyaba vehementemente la inclusión de Deacon en la banda. De igual manera, Freddie, plantea el cambio de nombre a Queen, esto debido a que el nombre sonaba poderoso, elegante, universal, inmediato y real, si bien estaba consciente de la ambigüedad sexual que traía consigo, sólo era un elemento más. La propuesta fue aceptada por mayoría, Brian May no estaba de acuerdo con el nombre, pero finalmente aceptó. Asimismo, fue Mercury quien diseñó el logo de la banda basándose en los signos zodiacales de los integrantes.
En 1973 Queen lanza su disco debut de título epónimo, el cual tuvo una tibia recepción de parte del público, pero bastante buena de parte de la crítica especializada. En una época en la que el rock progresivo y el hard rock estaban en boga aparecía el disco de esta banda con título enigmático y que musicalmente era indefinible, cosa que molestó a más de uno, canciones relativamente cortas (la más extensa de 6:30 minutos de un disco de 38:36 minutos en total). Pero, aun así, éstas sonaban a un rock progresivo y también sonaban hard rock. En un concierto previo al lanzamiento del disco Freddie sufrió un “accidente”, gracias a sus movimientos en escenario, su micrófono se separó de la base, quedando el cantante solamente con la parte de arriba del pedestal, casi a manera de bastón, hecho que fue capitalizado por Mercury y sería su identificación personal a lo largo de toda su carrera.
En 1974 aparece Queen II, el segundo disco del grupo, reafirmando su sonido y propuesta. La producción contiene la primera canción que Quenn hizo un himno, “Seven Seas Of Rhye”. Y la portada mostraba a la banda entera.
A finales del mismo año aparece el tercer disco de Queen: “Sheer Heart Attack”, que define el sonido del grupo y que con el tiempo sólo se dedicarían a pulir, mejorar y llevar a extremos limitados, solamente por la capacidad y creatividad de los integrantes, cosa que sería casi infinita. Asimismo, “Killer Queen” y sobre todo “Stone Cold Crazy”, para muchos especialistas son consideradas la primera canción de thrash metal, antes de que este subgénero del metal sea inventado.
Pero es 1975 y el disco “A Night At The Opera” sale, cuarto disco de la banda y una verdadera obra maestra. Si todavía había alguien que no hubiese terminado de entender la grandeza de Mercury, May, Taylor y Deacon, este gran disco finalizaría con cualquier duda y coronaría a Queen como parte de la realeza del rock en toda la historia. Un disco redondo, sin fisuras, escuchar el “A Light...” completo, es y será siempre un verdadero placer y uno de aquellos motivos por los cuales se dice que el rock es la música clásica del siglo XX. Sin embargo, un tema es el que se llevaría toda la atención de propios y extraños. “Bohemian Rhapsody”, canción que hizo de Queen lo que es hasta nuestros días, una canción perfecta, compleja, con notas simples, riffs pesados sacados de lo más profundo del metal, sólida en su ritmo, delicada en su melodía y con un trabajo vocal nunca antes escuchado.
“Bohemian Rhapsody” coronó a Queen como una de las más grandes bandas de la historia y a Freddie Mercury como el más grande cantante de todos los tiempos.
Pero esto sólo sería el principio, en 1976 se edita “A Day At The Races”, que para el grupo es la segunda parte de un concepto. Según Deacon, deberían haber lanzado los dos mismos discos como uno doble, de todas formas una vez más Queen tocaba el cielo con las manos, temas como “Tie Your Mother Down” o “Somebody To Love”, por mencionar solo dos, se imponían en un momento complicado dentro la música; el progresivo se estaba destruyendo fruto de su propia ambición y pretensión; el hard rock estaba en periodo de mutación hacia el heavy metal y el cansancio de la sociedad común esperaba por el punk y su anarquía.
1977 es el año que se lanza “News Of The World” y como ya se había hecho costumbre, una vez más Queen sale mejor parado que nadie de todas las batallas entre nuevas visiones y tendencias de la música. Las dos primeras canciones del disco hacen historia, aun hasta nuestros días, son probablemente las dos más conocidas y reconocidas de todos los tiempos: “We Will Rock You” y “We Are The Champions” y todo está dicho. Como si esto no fuera posible, Queen seguía creciendo y acaso parecía que no conocían límites para su genialidad.
Musicalmente no había nada ni nadie que podría poner freno a Queen, excepto ellos mismos. Los problemas empiezan durante aquella época, mucha tensión entre los músicos por definir los lineamientos de la banda, es así que en 1978 lanzan su séptimo disco con un título sumamente provocador y a la vez simple: “Jazz”, y las susceptibilidades empiezan a crecer alrededor de la banda. Hasta aquel momento, su disco más flojo en muchos años. Aun así “Bicycle Race/Fat Bottomed Girls”, “Don’t Stop Me Now” y “Mustapha” mantuvieron a Queen en lo más alto.
Todo volvería a la “normalidad” en 1980 con “The Game” y para muchos, Queen había vuelto y con todo “Dragon Attack”, “Crazy Little Thing Called Love” y sobre todo “Another One Bites The Dust” reafirmaron la calidad de estos cuatro individuos.
Asimismo, en aquel año, y gracias a su fama mundial Hollywood recurre a Quenn y de esta manera ingresaría al controvertido mundo de las bandas sonoras de películas, y así crean la banda sonora de “Flash Gordon”, película que fue una gran decepción, tanto en calidad como en recaudación; sin duda alguna, lo único que quedara para la eternidad del filme es, precisamente, la fantástica banda sonora.
Y tarde o temprano tenía que suceder, algo mal tenían que hacer estos cuatro genios, el mundo lo esperaba y finalmente sucedió en 1982, el disco más flaco de la historia de Queen veía la luz, de hecho, casi se puede considerar a “Hot Space” como un disco malo. La banda integra en este disco, curiosamente, una de las más grandes canciones que haya hecho en toda su vida, la grandiosa “Under Pressure” y, como si hubiera sido todo planeado, “Hot Space” tendría lo que hasta ese momento sería el único invitado en un disco de Queen, y es nada más y nada menos que el genio, el maestro David Bowie, quien junto a Mercury hacen de “Under Pressure” una verdadera joya.
La genialidad también consta de aprender y Queen aprendió del experimento “Hot Space” y en 1984 lanza una joya del rock pop, completamente ligado al uso de sintetizadores y sonidos típicos del momento “The Works”, su onceavo disco da cátedra del manejo del sonido comercial. “Radio Ga-Ga” y “I Want To Break Free” son sólo un ejemplo de lo que la banda era capaz de hacer dentro de lineamientos más comerciales.
Este disco es el que los impulsa a participar del gran evento, el más grande hasta aquella fecha, el concierto llamado “Live Aid” organizado por Bob Geldof, un concierto que se llevaría a cabo paralelamente en dos ciudades, Londres y Filadelfia, con el propósito de reunir fondos y hacer conciencia para la ayuda a la hambruna del África. El 13 de julio de 1985 cerca al mediodía, en el estadio de Wembley, Queen en tan sólo 22 minutos ofrecería el que es considerado hasta nuestros días el mejor concierto de rock de la historia. Nada ni nadie era más grande que Queen.
En 1986 lanzan “A Kind Of Magic”, disco que entre sus canciones cuentan con la banda sonora de la película “Highlander”, si bien es un disco muy bueno, no fue entendido por la mayoría del público y crítica, todavía obnubilados por la presentación de la banda en el Live Aid.
Tres años pasarían sin que la banda haga nada nuevo y tampoco darían conciertos, es justamente durante aquellos años, para ser precisos en 1987 que Freddie Mercury es diagnosticado con VIH y por consiguiente enfermo de sida.
Gracias a la insistencia del cantante y teniendo como único consuelo y generador de fuerzas la música, Queen graba y lanza “The Miracle”, un disco íntimo, sin la presión de otras épocas y mostrando una madurez tanto individual como grupal que hacen de este disco una experiencia sumamente introvertida. “The Miracle” o “I Want It All” son prueba del momento de la banda. “The Miracle” no tendría gira y Queen no volvería más a presentarse en vivo.
Retomando sus viejos lazos de amistad los cuatro integrantes de Queen graban y lanzan a principios de 1991 “Innuendo”, un disco perfecto, que sería el final soñado para una banda soñada. Mercury grabó “Innuendo” ya destrozado por la despiadada enfermedad, casi sin poder ponerse de pie, ciego y demasiado cansado grabaría las canciones que componen este gran disco. Irónicamente, una de las canciones más grandes de la historia del rock como es “The Show Must Go On”, que cierra el disco, fue la última que grabaría Freddie. Llegando al estudio en una ambulancia, y casi sin poder ni siquiera caminar, se tomó un vaso de vodka y canto “El show debe continuar…” en una sola toma. El final más grande para el más grande cantante de rock de la historia.
El 23 de noviembre de 1991 el representante de Queen, Jim Beach, comunicó a la prensa y al mundo entero que Freddie Mercury tenia sida y que estaba muy grave, que el trato casi nulo con la prensa seguiría así.
Veinticuatro horas después, Farrokh Bulsara, alias Freddie Mercury, murió a causa de una bronconeumonía complicada por el sida. Tenía tan sólo 45 años de edad.
El mundo había perdido a uno de sus más grandes artistas y la banda a quien era todo en su imagen y presencia.
En 1992, el 20 de abril, el estadio Wembley volvió a ser testigo de la grandeza de Queen, gracias al concierto de homenaje a Mercury, el cual reunió a más de 30 diferentes cantantes que le rindieron tributo junto a sus compañeros de grupo.
Tras un disco póstumo llamado “Made In Heaven” y varios intentos de parte de May y Taylor de revivir a la banda, John Deacon fue quien, llamado por la decencia, abandona a Queen y su carrera musical en 1997.
Giras con George Michael, Robbie Williams, Adam Lambert y hasta con el gran Paul Rodgers trataron de reavivar a Queen. La aparición de Freddie Mercury en holograma en la clausura de los juegos olímpicos de Londres fue una de las últimas imágenes que se tienen de él.
Mil películas se podrían hacer sobre Queen y Freddie y ninguna dejaría conformes a todos. Hay quienes buscan conocer la vida privada del cantante e incluso con el morbo de entrar en lo más profundo de su intimidad, cosa que era prácticamente imposible aun cuando él estaba vivo.
Nadie superará a Freddie Mercury, su música, su imagen, su presencia en el escenario.
Ya lo dijo el mismo: “No quiero ser un rockstar, quiero ser una leyenda”.
Y también lo dijo su padre admirándolo por televisión aquel 13 de julio de 1985 en Live Aid: “Nuestro Freddie lo ha logrado”
Debemos agradecer a la vida por habernos puesto a Queen en nuestro camino y quienes recién los conocen, deben agradecer dos veces más…
¡Dios salve a la Reina!!!!
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PREMIOS
Queen ha sido nominado cuatro veces al Grammy y nunca logró quedarse con el premio. Sin embargo, el histórico grupo fue incluido en el Grammy Hall of Fame.
