Mario Bellatin: “La escritura es un constante discurrir y descubrimiento”
El escritor mexicano Mario Bellatin llega por segunda vez a Cochabamba para dar una serie de charlas sobre literatura. La cita es este 20, 21 y 22 de mayo a partir de las 18:30 en el salón principal del Centro Simón I. Patiño. Para más información llamar al 4489666. Bellatin estudió teología y cine. Tiene más de 40 libros publicados, traducidos a 15 idiomas. Ganó el premio Xavier Villaurrutia (2000) por su novela “Flores”, Beca Guggenheim (2002), Mazatlan de Literatura (2008) por su novela “El gran vidrio”, El Barbara Gitiings Literature Award y el Premio Antonin Artaud.
En 2012 fue curador de Documenta 13. Entre sus proyectos más importantes, aparte de la escritura, están la Escuela Dinámica de Escritores, Los Cien Mil Libros de Bellatin y el largometraje Bola Negra del Musical de Cd, Juárez.
En esta entrevista con Lecturas & Arte habla sobre sus ideas acerca de la escritura.
¿Cómo le gusta enfocar sus talleres y charlas?
Trato de escuchar al grupo reunido, sus planes, sus dudas, y trato de establecer una comunicación horizontal. Lo hago de ese modo porque los debates deben establecerse según las expectativas.
¿Cuáles son sus armas de seducción para el lector?
No hay tal. Eso de un arma suena a una receta. Imagino que los recursos para que se establezca un pacto entre autor/ lector van variando según las características de cada texto. Cada autor debe tener su propia estrategia, que deberá adaptar a cada texto en particular.
¿Cómo es la relación entre la realidad y la ficción para usted?
Pues ambas son construcciones retóricas, situadas en distintas instancias. Como escritor trato de captar qué de supuesta irrealidad tienen los actos de todos los días. Es interesante captarlo y escribir en un punto donde se pierden los límites entre ambos.
¿Cuáles son sus influencias en literatura y en el cine?
Creo que del cine tomo mucho de la edición. Algunos de mis libros están construidos de esa manera, como las películas.
Hay comentarios que dicen que leer sus obras es una experiencia parecida a ver películas de Lynch, ¿qué piensa de esto?
Lynch, como muchos otros, es un director que me parece interesante. No creo que sea una experiencia semejante, pero me da alivio que hayan buscado ese director y no otro para hacer la comparación, a todas luces retórica.
En una entrevista de 2018 en El País, dijo que quería dejar de escribir, ¿es posible?
No dije exactamente eso. Aclaré que lo haría cuando las cosas salieran bien, cosa que no va a ocurrir nunca, pues la escritura es un constante discurrir y descubrimiento.
¿Qué piensa de la literatura boliviana?, ¿cuánto conoce de ésta?
Pues en los países de Latinoamérica sigue presente la incomunicación cultural. Leemos lo que producen los centros de poder. Por eso me interesan los viajes, para descubrir a los autores en sus lugares de origen. De lo último me llama la atención la cantidad de escritoras que publican en estos últimos tiempos.
¿Qué es lo más importante para un escritor?
No darse muy bien cuenta de lo que está haciendo.
¿En qué está trabajando actualmente?
En un texto donde intento preguntarme sobre el origen de mi escritura. Un Kafkafarabeuf se llama, y se publicará este año.