“El eco de los gritos”, Carlos Decker presentó su nueva obra en la Feria Internacional de Buenos Aires
María Obligado
Profesora en letras y literatura
El eco de los gritos, novela de Carlos Decker- Molina, se presentó el 4 de mayo en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Buenos Aires. Editorial VERBUM–Madrid–España.
María Obligado, profesora de literatura y directora del Taller de Escritura Creativa, fue la encargada de comentar el trabajo de Decker-Molina.
María Obligado dijo:
“Esas cosas, ahora, son como si no hubieran sido”, dice Borges en relación a las batallas de la independencia argentina. Y agrega “pero”, o sea, hay un modo de poner una barrera a esas pérdidas. En oposición a lo innumerable de esos ejércitos del pasado que van hacia el olvido, hay un “pero”.
Un hombre soñó y escribió.
Eso es lo que hace el libro de Decker-Molina. Toma los hechos de los años 60-70 de las revoluciones latinoamericanas y escribe.
Es como si la gente que murió en esos hechos y esos años nos dijera: ¡RECUÉRDENNOS!
Podemos pensar que el libro de Carlos Decker-Molina, que lleva el título de novela en la tapa es un libro histórico, o está relacionado con el periodismo. En el primer caso, pareciera que los hechos referidos están en el tiempo demasiado cerca, en el otro, demasiado lejos. Nos queda entonces ubicarlo como un libro que pertenece a una tradición en Hispanoamérica: literatura y política.
En Argentina tenemos una importante tradición en ese sentido. Echeverria (El Matadero) y Facundo de Sarmiento son libros fundacionales para nosotros los argentinos.
Según Piglia, ambos libros muestran la relación del intelectual, el letrado, con el pueblo o el proletariado, como persecutoria, en ella está la violencia y la muerte. Nos hace notar el autor ya el hecho de que lo que se escribe no es monolítico o raramente lo es. Y nota que Echeverría, a pesar de la violencia de su texto, permanece y tiene el gran valor de haber rescatado el habla popular de la época. Sostiene Piglia que es la primera aparición del voseo en la literatura argentina.
Walsh, en otro extremo y otra época escribe: “Esa mujer” donde plantea que el Otro puede ser para el intelectual, o el soldado enemigo, un lugar donde dejar de estar solo.
Este tema del amor y el odio tiene también una participación de Borges en el “Poema conjetural”. Notablemente el poema de Borges es más violento que el cuento de Walsh, se asemeja más al Matadero.
El libro de Carlos Decker-Molina, que se presenta hoy, entonces, se ubica cómodamente en la literatura latinoamericana y en sus temas: se aproxima más, claro está, a la tesis de Walsh. En el pueblo se encontrará compañía y hermandad. También violencia y crueldad. Estamos ya acá aceptando que la literatura tolera la antítesis, la paradoja y en este caso y en otros muchos, la hipérbole, esa figura de agrandamiento que funda la novela latinoamericana del siglo XX.
Para centrarnos en El Eco de los Gritos de Carlos Decker-Molina, autor boliviano que reside en Suecia, veremos que es un libro que, a mi entender, tiene tres ejes.
1 Escribir para conseguir memoria.
2 Soñar con un mundo nuevo (sueño este que en muchos momentos se convierte en pesadilla) fracaso, muerte, derrota y escenas de crueldad, algunas de ellas exageradas, barrocas quizás. Sin embargo es con este procedimiento que Decker-Molina se instala firmemente en nuestra literatura.
Podemos recordar aquí la palabra de un autor europeo, pero que indudablemente nos refleja: A. Breton cuando dice: “Al arte será revulsivo o no será nada”
3 Enseñar, la parte ideológica del libro es absolutamente clara y coherente. Tiene un sesgo casi didáctico.
La secuencia personal, en cambio, presenta contradicciones que permiten al lector intervenir y pensar entre líneas.
El tema de la paternidad, del amor, por ejemplo, se permite incoherencias, paradojas y dudas. La combinación es interesante y efectiva, y también está dentro de una tradición.
A pesar de trabajarse el texto en apartados que responden a la idea explícita de “notas sueltas” el texto es una novela coherente, unida por su personaje principal, Elio, desde su infancia hasta su muerte.
El relato es vertiginoso, los personajes secundarios hacen por su multiplicidad un efecto también múltiple: Viven, aman, mueren y eventualmente resucitan. Elio comparte este vértigo, con diversos nombres, pasaportes, lugares. Pero queda claro que es el mismo personaje, sumergido en el hecho de la revolución y padre bastante dudoso de sus cuatro hijos. El efecto de vértigo logra alejarlo del personaje característico de la novela tradicional, para fundirlo en la voz colectiva.
Es un libro de lectura interesante, tanto por su firmeza teórica como por la apertura de sentidos en otros temas.