Plaza: “Faltan espacios para que el quechua se desarrolle”
El investigador Pedro Plaza será uno de los primeros en compartir su experiencia sobre la lucha y preservación del quechua en el seminario internacional “Revitalización de lenguas indígenas originarias en el Abya Yala”, evento que reúne a expertos de Colombia, Brasil, Estados Unidos y Bolivia para debatir el futuro de los idiomas nativos.
Esta actividad arranca el martes a las 17:00 en la Aula Magna de la Facultad de Humanidades de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) y finalizará el jueves en la Biblioteca del Centro Simón I. Patiño.
Plaza, recientemente galardonado con el Premio Nacional de Gestión Cultural “Gunnar Mendoza” por su vida consagrada a la lengua quechua, cree que este idioma tuvo un avance, pero no lo suficiente porque requiere de más espacios para que se desarrolle libremente su enseñanza
Es así que Plaza, coordinador de Educación Intercultural Bilingüe para los Países Andinos (Proeib Andes), conversó con este medio de comunicación sobre el evento y el quechua.
—“Quechua en acción” es el título de su ponencia, ¿qué es exactamente lo que compartirá con los participantes?
—Hablaré sobre la experiencia de una iniciativa que arrancamos en 2013 desde una perspectiva comunicativa a través del “Chawpinchanapag” (que se puede descargar del http://www.proeibandes.org/?page_id=89), un material dirigido a niños de primero y segundo de primaria y contiene competencias, juegos (actividades lúdicas) porque a los niños les gusta aprender de esa forma. Estamos aplicando este método en la escuela Franz Tamayo. Hay varias tesis que hablan de esta línea metodológica, incluso hay cortometrajes que se han basado en ello.
—Coméntenos la importancia de realizar este seminario en pro de las lenguas nativas. El año pasado se llevó a cabo una versión similar con el apoyo del FILAC y como resultado, pronto se publicará un libro.
—Este año es Año Internacional de las Lenguas Indígenas y el seminario tiene el objetivo de compartir experiencias y del fortalecimiento de las lenguas indígenas y cómo trabajarlas porque están en extinción.
El investigador peruano Gustavo Solís decía que “la extinción de la lengua no es un problema lingüístico, sino social”, y esto deriva a cómo se estructure la sociedad. Se verá la importancia de uso de la lengua.
Por 300 años, el quechua fue el idioma principal, pero empezó a cambiar con las repúblicas, las primeras décadas que se independizan los países adoptaron el castellano como su lengua. Esta tendencia se ha acrecentado hasta la penetración de la escuela al campo.
—Tomando en cuenta que ahora existen un “quechuañol”, ¿cómo se debería trabajar para preservar el quechua desde su postura?
—Primero tenemos que transformar nuestra sociedad proporcionando espacios para que la lengua se desarrolle libremente. Por ejemplo, educación en lengua indígena, medios de comunicación en quechua. Estamos bombardeados por el castellano y no hay espacios (a excepción del mercado, el campo y, en algunos casos, la casa). Hay que proporcionar espacios liberados, algo parecido a lo que ocurrió en Maorí, actividades que sólo se desarrollaban en este idioma fuera del inglés. Hay que tener escritores en lengua indígena, hay que producir más en nuestra lengua.
—La Ley General de Derechos y Políticas Lingüísticas, la Ley 070 y la Ley de la Educación “Avelino Siñani y Elizardo Pérez” son las que regulan el uso, aprendizaje y enseñanza de las lenguas en el Sistema Educativo. Si bien existen normativas, ¿cuánto ha avanzado el proceso de proteger y cuidar la extinción de las lenguas?
—No tengo mucha información al respecto. Pero sé que el Instituto Plurinacional de Estudio de Lengua y Cultura (Ipelc) ha trabajado en nidos lingüísticos (es como hacer kínder), pero la otra veta que se puede visibilizar son en las escuelas, porque los docentes introducen el quechua para la enseñanza.
La exigencia a funcionarios públicos para saber idiomas nativos ha generado la apertura de más institutos de quechua y aimara.
Si hago una comparación de los 70 con la actualidad, es abismal la diferencia porque no había alfabeto ni gramática. Hubo épocas en que casi nos rendimos porque la fuerza del castellano parece superior porque todo hacemos utilizando el castellano. Hemos tenido avances, pero diría que muy lento, se podría hacer más.
—Existe entonces un querer por mantener el mismo idioma, pero aún falta la consolidación de la gramática misma, porque unos escriben de una manera, en fin…
—En términos de gramática, en Bolivia falta mucho por trabajar. Una estudiante de la UMSA escribió el quechua de Yambata, éste fue uno de los pocos trabajos completos de la lengua quechua; en la UMSS, dos estudiantes hicieron la morfología del quechua de Ansaldo, pero fuera de estas investigaciones no se conoce otras de profundidad. Todos los pueblos tienen una gramática particular, pero necesario trabajar en recuperarlo. Tengo un compromiso de registrar quechua del Tarabuco. Volviendo al tema de la gramática, hay un diccionario del quechua avalado por el Ministerio de Educación que contiene 17 mil entradas y si se estudia, se puede hablar y escribir.
"Hubo épocas en que casi nos rendimos porque la fuerza del castellano parece superior debido a que todo hacemos utilizando el castellano”. Gustavo Flores. Bombero