Boroponepa: La lengua esconde elementos vitales de la cultura
La antropóloga brasileña Eliane Boroponepa Monzilar cerrará el seminario internacional “Revitalización de lenguas indígenas originarias en el Abya Yala”, en la biblioteca del Centro Simón I. Patiño, ubicado en la calle Potosí esquina Buenos Aires.
El seminario se llevará a cabo desde las 18:00 y contará con la participación de Julia Román (responsable de comunicación de Cenda), Viviana Flores y Osvaldo Mamani (miembros del área de lenguas del Centro Misionero Maryknoll para América Latina), Julieta Zurita (docente de la UMSS) y Boroponepa.
Este evento arrancó el martes y reunió a expertos de Colombia, Brasil, Estados Unidos y Bolivia para debatir el futuro de las lenguas nativas.
Boroponepa, considerada la primera mujer indígena en obtener el título de doctora en Antropología y destacada investigadora sobre el origen de su cultura umutina, habló sobre su experiencia de investigación.
— “Aprende el conocimiento de vivir juntos: una etnografía indígena de la educación y la escuela del pueblo Balatiponé. Umutina” es el título de su ponencia. ¿Qué exactamente desarrolla en ella?
—Hablaré sobre Umutina, un pueblo indígena ubicado en el estado de Mato Grosso, Brasil, que cuenta con una población de 600 personas y es un lugar donde se habla el portugués y el umutina pasó a ser una lengua secundaria debido a la colonización, a la opresión avasalladora. Tal fue el impacto que hubo una época en la que se nos prohibió hablar en umutina y poco a poco fuimos olvidando la cultura, los rituales, nuestra música. Pero ahora estamos en el proceso de revitalización de la lengua, enseñando en las escuelas. Actualmente, estamos trabajando en la producción de textos.
—¿El umutina es una lengua cerrada o tiene variantes, así como el quechua que se habla en Ecuador, Perú, Bolivia?
—La lengua umutina es una clasificación lingüística macro de la familia bororo. Tiene semejanzas con bororo, pero es diferente de otras porque Brasil cuenta con una gran variedad de culturas y lenguas.
—¿Qué trabajos exactamente estás haciendo para la revitalización del umutina?, tomando en cuenta que en alguna oportunidad se había declarado extinta.
—Estamos por más de una década trabajando con ayuda de la misma comunidad, lingüistas, entre otros expertos. Estamos reaprendiendo en las escuelas. La situación era crítica porque hace 10 años en esta comunidad nadie conocía nada del idioma originario. Fue un desafío, pero seguimos avanzando. Pretendemos próximamente publicar un diccionario basado en grabaciones documentadas de tres ancianos de la comunidad.
—¿Cómo es la experiencia de trabajar para revitalizar una lengua que para usted le es tan familiar porque está muy enraizada y no desde los ojos externos de otros expertos que sólo la estudiaron sin haber sido parte de ella?
—La experiencia nos ayudó a detectar muchas cosas y, desde ese punto, priorizar la importancia de la revitalización de este idioma. Soñamos con que las futuras generaciones puedan hablar fluidamente. Tener en claro la estructura, la morfología. Contamos con la participación de expertos, pero sobre todo con el apoyo de la comunidad.
Mi pueblo luchó ante la opresión y aún resiste porque las lenguas esconden elementos importantes de la cultura y eso no puede perderse.
—¿Este modelo que utilizaste se puede también aplicar para otras regiones que tienen los mismos problemas?
—Cada caso tiene una particularidad. Es verdad que existen proyectos para fortalecimiento y la revalorización en Brasil, pero la consolidación de ello depende mucho del apoyo gubernamental y en mi país, con este Gobierno, está complicado. No obstante, seguimos luchando por ello.
—La diversidad de las lenguas está en peligro de extinción. ¿Cuál sería el accionar de los expertos para combatir contra este proceso de extinción?
—Estos encuentros (refiriéndose al seminario que hoy concluye) son importantes para compartir experiencias porque fomenta al diálogo y a la búsqueda de estrategias y políticas para consolidar nuestros trabajos.
"El umutina pasó a ser una lengua secundaria debido a la colonización y poco a poco fuimos olvidando la cultura, los rituales, nuestra música. Ésta es una situación que estamos trabajando por cambiarla". Eliane Boroponepa Monzilar. Antropóloga.