Llega la sexta versión del festival Panza de Oro
Equipo Panza de oro
La ubre amarga
El festival de poesía Panza de Oro es un evento gestionado por La Ubre Amarga y la editorial Yerba Mala Cartonera, e impulsado por el Área de Letras del proyecto mARTadero. Nace en el año 2014, producto del interés por afianzar el intercambio literario que en la última década se ha ido gestado entre Chile, Perú y Bolivia, y mantiene una estrecha relación con otro festival de similar naturaleza en la región: el Tea Party (Arica, Chile / Tacna, Perú), a cargo del sello editorial Cinosargo.
Ambos proyectos suponen una lectura crítica del pasado que comparten estos países, pero, sobre todo, cuestionan la tendencia centralista que los caracteriza, en términos de decisiones políticas y de concentración de actividad artístico-cultural en sus respectivas capitales. Razones por las cuales la intención de repensar el territorio y abordar las posibilidades que ofrece una gestión ligada a la idea de frontera, terminarían adquiriendo una especial importancia dentro de sus lineamientos.
En el caso de Panza de Oro, estas condicionantes fueron encontrando nuevas aristas ante ellas mismas y definieron las bases sobre las que trabajaría el festival. Por una parte, explorando y poniendo en práctica, año tras año, distintas estrategias de financiamiento sostenidas en lógicas de colaboración y autogestión. Y por otra, al decidir un desplazamiento de la mayor parte de su programa a sectores de la población que, dentro de la orgánica de las ciudades, suelen ser considerados, igualmente, limítrofes.
Así, cárceles, psiquiátrico, instituto audiológico, instituto de la ceguera y colegios públicos fueron invitados a ser parte de un proyecto que, lejos del manido discurso de la inclusión, apuesta por una interpretación ampliada del margen, próxima a las restricciones del territorio nación/Estado y crítica frente a la apatía de las zonas capitales en relación a sus provincia pero, además, como una invitación a abordar la posibilidad comunicativa de la palabra. Y a esta misma, desplegada como dispositivo poético fuera de su borde habitual.
De este modo, y cercanos a celebrar su sexta versión, el Panza de Oro ha logrado convertirse en una experiencia tanto para quienes se suman como invitados como para las instituciones que son parte activa de éste, y que desde un comienzo se han mostrado dispuestas a fomentar la apertura y el forcejeo, a través del poema.
Mención aparte merece el centenar de autores, ya no sólo de la zona que motivó el origen del festival, sino también de Argentina, Colombia, México, Uruguay y Venezuela que, conociendo las particularidades de esta propuesta, se han animado a formar parte de sus procesos y de sus acciones.
Y aquí, sin duda, otra de las características del Panza. Es decir, sus invitados. La confluencia generacional que se plantea con tal de desdibujar la cota etaria y que ha permitido contar con la presencia de poetas como Raúl Zurita (Chile, 1950), Norah Zapata (Bolivia, 1946) y, en esta ocasión, Elvira Hernández (Chile, 1951), compartiendo con destacadas voces jóvenes, como Guillermina Sartor (Uruguay, 1995), Vicente Oyarzún (Chile, 1992) o, también en esta oportunidad, Lucía Carvalho (Bolivia, 1993).
Ahora, curiosamente, esta inclinación por trabajar cerca de los lindes ha llevado al festival a plantear su propia fecha de caducidad. Sus propios límites. Sin que esto conlleve connotación negativa alguna. Más bien, acaso con la intención de restarle importancia al imaginario de lo perenne y de evidenciar el derecho que se tiene a estar por sobre cualquier responsabilidad. Especialmente, ante aquellas asumidas por cuenta propia.
Por lo tanto, la semana del 8 al 11 de octubre, se llevará a cabo la penúltima versión de un festival que en esta oportunidad contará con la presencia de: Sebastián Goyeneche (Argentina), Francisco Cardemil (Chile), Nelson Traba (Uruguay), Catherina Campillay (Chile), Carlos Cardani (Chile) Camilo Norambuena (Chile), Paura Rodríguez (Bolivia), Santiago Rothe (Venezuela), Felman Ruiz (Bolivia), Lucía Carvalho (Bolivia), Diego Mercado (Bolivia), Jazmine Ortiz (Bolivia), Fernando Van de Wingard (Chile), Alejandro Herrera (Colombia), Isidora Vicencio (Chile), Diana Gutierrez (Colombia), Victor Quezada (Chile) y Elvira Hernández (Chile). Y que contemplará lecturas, conversatorios y presentaciones de libros, para público general en: proyecto mARTadero, Co-Café, LaLibre, Tambo y Jazz Stop.
La idea de confín y contaminación, entonces, exigida a lo largo de los años. El festejo de la anomalía y la sospecha, frente a todo tipo de centro.