Los claroscuros de la decimotercera versión de la FILC
Concluyó ayer otra versión de la Feria Internacional del Libro de Cochabamba (FILC). A su cierre, la organización arroja resultados positivos.
El director de la Cámara Departamental del Libro, Boris Vargas, manifestó que este encuentro literario está creciendo, “se ha dado un salto y consolidado tres pabellones de exposición bibliográfica e institucional de organizaciones que forman parte de la cadena de producción del libro y aquellas que trabajan en fomento de la lectura y la cultura en nuestro país”, dijo.
Asimismo afirmó que la Cámara del Libro “ha fortalecido la FILC a través de acuerdos internacionales, presencia de escritores extranjeros premiados y el retomar luego de varios años la participación de un país invitado de honor”.
Durante los días de feria, se gestaron una multiplicidad de eventos, realzando el protagonismo de la niñez y juventud en el tema libro, los “booktubers” y las fusiones del libro con otras expresiones (como el “#BookFest” organizado por la Cámara Departamental del Libro, vinculando música y cultura en torno al libro) y eventos específicos de géneros como el terror o el erotismo en la literatura.
Además de presentaciones de libros, homenajes a destacados escritores, conversatorios, talleres, actividades de teatro, títeres y otras propuestas para las familias, un hecho que resalta cada año es la visita de unidades educativas de diferentes niveles.
Vargas además comentó que, como debe ser en las ferias de cualquier parte del mundo, lo destacado es el poder de las ferias como vitrina y elemento de fortalecimiento de la industria cultural del libro, el espacio donde se promueve el derecho de autor, la bibliografía original y la lucha contra la piratería.
“La FILC se destaca además como plataforma no sólo de organizaciones editoriales y comerciales, sino también de grupos de escritores asociados y autores independientes”, añadió.
En general, son grandes noticias, pero hay que tratarlas en su justa medida, sopesando todos los factores que han influido:
La afluencia del público no superó a las versiones pasadas
La versión pasada de la FILC (2018) fue calificada como exitosa por las más de 40 mil personas que asistieron en los 11 días de feria. Este año, la organización asegura que el número fue el mismo. Según Vargas, el número de visitantes en esta decimotercera versión bordeó los 40 mil.
Sin traje espacial ni piedras lunares
Cada año se eligen temáticas de acuerdo a momentos trascendentales en la historia, especialmente de Bolivia. Las versiones pasadas tocaron como temas las guerrillas de Ñancahuazú y Teoponte, la Revolución Nacional del 52, las guerras del Chaco y del Pacífico, entre otras.
En esta oportunidad, la temática fue la llegada del hombre a la Luna, en conmemoración a los 50 años del suceso. Para ello, la organización anunció que, con apoyo de la embajada de Estados Unidos, se realizaría una exposición de piedras lunares u un traje espacial, entre otros objetos, en el museo se encontraba en el Pabellón Americano.
Sin embargo, el museo no contó con dichos objetos.
Vargas comentó al respecto que “hubo una inadecuada comunicación por parte de la Cámara, y no así de la Embajada americana, por ello el traje y la piedra no pudieron estar presentes en la feria”.
Fallas en la agenda y el programa
Entre otros factores que no cumplieron a cabalidad con el programa de la FILC, se había anunciado la llegada de tres escritoras colombianas que compartirían con los lectores, pero sólo llegaron dos: Cristina Bendek y Megan Melo. La organización indicó que la periodista y fotógrafa Luz Estella Millán (escritora que iba a participar de la feria) se ausentó por algunos inconvenientes que se le presentaron.
Otro inconveniente fue la información de la agenda, ésta no cumplió con su programación anunciada, generando molestia en los visitantes.
Aspectos que deben mejorarse
Vargas manifiesta que el aspecto fundamental que la feria debe fortalecer es el estrechar aún más los lazos con instituciones públicas y privadas.
Asimismo, manifestó que es necesario “germinar la conciencia de lo importante que es el elemento libro en el desarrollo de la sociedad, lo cual deriva en apoyos de todo tipo y permite ofrecer mayores facilidades a expositores, público que asiste a la feria y consolidar aún más el libro como tema de atención en la agenda de nuestra región”.