Crisis en cultura: Cuando el arte se queda sin dios
Las demandas del sector artístico cultural boliviano aún no se traducen en acciones por parte del Ministerio de Culturas. Los artistas, que comenzaron a organizarse hace semanas, han enviado cartas al Ministerio e incluso han logrado tener reuniones con esta entidad, pero las protestas continúan, porque hasta ahora no hay acciones por parte de las autoridades. Las manifestaciones van desde las que se hacen a través de redes sociales hasta protestas más vistosas, como la de los proveedores de servicios de iluminación y sonido, que el pasado 27 de mayo hablaron de su emergencia en el Cristo de la Concordia, pero todo se “confundió” con el festejo por el Día de la Madre.
Lo cierto es que cineastas, artistas escénicos, artistas extranjeros residentes en el país, espacios culturales independientes y una larga fila de etcéteras aún no reciben respuesta a sus demandas por parte del Ministerio de Culturas, pero más que respuesta, aún no hay acción ante la emergencia que atraviesa el sector artístico cultural.
Una de las últimas demandas gira en torno al aviso de la apertura de cultos religiosos en Bolivia cuando se flexibilice la cuarentena, las protestas giran en torno a que esas mismas condiciones se puede implementar para que funcionen también los centros culturales. “Si abren las iglesias que también abran los teatros”, decían en algunas de las manifestaciones virtuales ayer.
La Coordinadora de espacios autogestionados en Bolivia agrupa actualmente a alrededor de 70 centros culturales, quienes han tenido reuniones con el Ministerio, pero aún están en etapa de recolección de datos, informó Piti Campos, de La Guarida de Sucre. Lo que queda claro es que los funcionarios estatales de la cultura no están enterados del movimiento que se genera en el país a través del arte. “Esta crisis ha logrado que varios espacios se unan y hemos estado funcionando como articuladores, los del Ministerio están lejos de ver eso, podrían hacer una gestión coordinada con los espacios, no tienen idea de lo que es un espacio cultural. Bueno, pero este Gobierno además es transitorio y está con la incapacidad de dar soluciones inmediatas, pero se necesita una respuesta súbita”, comentó Campos.
¿Qué se le pide al Ministerio?
Entre las principales demandas para el Ministerio están que su personal esté capacitado y tenga conocimiento de cómo funciona el movimiento cultural a nivel nacional y, además, que haya capacidad de respuesta ante esta emergencia para el sector artístico.
El creador audiovisual Sergio Estrada dice que se debería realizar con urgencia gestiones para implementar planes y crear las condiciones para que el sector cultural pueda sobrevivir dignamente a la coyuntura. “Son a ellos (al sector artístico) a quienes deben su existencia. Si en esta semana no sucede esto, bien pueden renunciar todos ellos porque no se justifica recibir un sueldo ni mucho menos la existencia de esta institución”, comentó Estrada.
Para el coreógrafo, dramaturgo y director de Proyecto Border, Juan Carlos Arévalo, la situación es más intensa, porque el Ministerio de Culturas le debe un pago por prestación de servicios desde diciembre del año pasado, y a esta falta de cumplimiento con los pagos por servicios se suma el incumplimiento con fondos y premios. Sobre estos temas el Ministerio tampoco ha sacado comunicaciones oficiales. “Inicialmente le pediría al Ministerio que transparente o explique por qué no están haciendo los pagos que adeudan a los artistas, por servicios o premios. La parte de administración y finanzas del Ministerio de Culturas no está funcionando y no sabemos por qué. También pediría que haya personal capacitado en los cargos del Ministerio, porque deben entender cómo es nuestro trabajo y los beneficios que nuestra labor da a la sociedad. Si no entienden el valor de nuestro trabajo, es casi imposible dialogar con ellos o esperar que hagan algo”.
El cineasta e impulsor de Cinéclubcito, Diego Mondaca, dice que el Ministerio no debe abandonar al sector ni incumplir compromisos.
“Esto va desde el cumplimiento de los pagos de fondos y premios ya estipulados, programados y presupuestados con anterioridad; premios que significan el sustento económico y la generación de empleo para los artistas del país y que justamente ahora serían de gran ayuda. ¿Dónde está todo ese dinero? Es algo que el Ministerio debe responder con claridad”, dice Mondaca e indica que se debe activar planes de ayuda económica inmediata a todos los sectores culturales, a todos los trabajadores de la cultura. Subvenciones especiales que permitan organizar y garantizar el regreso de las actividades culturales, de forma gradual y con seguridad, para los artistas y públicos.