Piezas halladas en Tiahuanaco datan de los años 300 a 400 d. C. y eran usadas para ofrendas rituales
15 nuevas piezas arqueológicas, basadas en diferentes objetos que fueron halladas en excavaciones realizadas en septiembre y octubre de 2019, fueron presentadas ayer en las instalaciones del Museo Cerámico del municipio de Tiahuanaco. Dichas piezas, entre las cuales se encuentran vasijas ceremoniales, cuchillos de piedra, restos de orfebrería y huesos de pescados extintos, datan de los años 300 a 400 después de Cristo.
La presentación estuvo a cargo del presidente, Luis Arce; el vicepresidente, David Choquehuanca; la ministra de Culturas, Sabina Orellana, así como autoridades municipales, comunales y del Centro de Investigaciones Arqueológicas, Antropológicas y Administración de Tiahuanaco (Ciaaat).
Los hallazgos se denominan como “Ofrenda Tiwanaku Qeya en la Wak’a de Kalasasaya”.
“Las 15 piezas invitan a descifrar las características de la ofrenda para revelar los principios que operaban en la organización de los objetos que conformaban la estructura de la ofrenda. Esta comprensión está basada en diferentes objetos que provienen de la ofrenda, presenta las concepciones cosmológicas muy propias de la sociedad Tiwanaku-Qeya sobre la espiritualidad practicada”, menciona el reporte del Ministerio de Culturas.
El inédito descubrimiento de una ofrenda ceremonial Tiwanaku-Qeya fue un hallazgo que se concretó en el marco del Proyecto de Investigación, Conservación y Restauración del Sitio Arqueológico de Tiahuanaco, que es ejecutado con los recursos propios del Ciaaat. Este hallazgo in situ, conformado por muchos componentes o insumos ceremoniales (cerámica con distintas formas, objetos líticos, material óseo, y metales), despejará muchas incertidumbres sobre la cronología que aún presenta algunos eslabones vacíos. Asimismo, permitirá establecer el sistema ritual y ceremonial que se desplegaba durante los inicios de Tiahuanaco.
En consecuencia, las 15 piezas arqueológicas identificadas para la presentación sugieren que las sociedades prehispánicas que han poblado la región sur del lago Titicaca en general y Tiahuanaco en particular, estaban fuertemente arraigadas a las rogativas que consistían en un gran despliegue de ofrendas rituales.
Con este evento se trata de mostrar al público cómo los componentes de la ofrenda resaltan los modos de relación entre los seres humanos, los animales, plantas, ciertos artefactos, incluso elementos del paisaje. Estos modos de relacionamiento se basan en dos principios, que son la materialidad o el aspecto fisiológico y los estados metales o el universo simbólico, que concatena entre los preceptos del universo social humano con los preceptos de los seres del universo cosmológico.