Quién era Gonzalo Cardozo, el artista que convirtió su casa en un museo
Pedro Gonzalo Cardozo Alcalá, más conocido como “Tata” Gonzalo, murió este fin de semana en Cochabamba, a los 66 años, luego de sufrir un paro cardiaco. Según sus familiares, el reconocido artista fue diagnosticado con mieloma múltiple, un tipo de cáncer de médula ósea.
Cardozo fue velado en su domicilio, la Casa Museo Cardozo Velázquez, lugar que fundó hace más de 25 años junto a su esposa, María, y sus hijas Nayra, Wara, Tani, Lulhy y Kurmi. Allí, en la parte central del patio, el “Tata” realizaba cada primer viernes del mes ceremonias y rituales de agradecimiento a la Madre Tierra. Sin duda, su despedida estuvo cargada de buenas energías, esas que transmitía durante las tertulias junto a amigos artistas para compartir unas horas de música, experiencias y risas.
Nació un 29 de junio de 1954 en Oruro. Fue un connotado escultor en piedra, madera y bronce. Basó su trabajo en una simbiosis perfecta entre el mundo andino y el arte contemporáneo. Sus obras llegaron a exponerse en importantes escenarios internacionales de Argentina, Brasil, Francia, Bélgica, Alemania, Países Bajos, Suiza y China. Ganó importantes premios en escultura.
Estudió arquitectura en la Universidad Técnica de Oruro (UTO) y fue docente en la Escuela Superior de Bellas Artes de Oruro. Se formó de manera autodidacta en los terrenos de la cerámica, escultura en piedra, madera, hierro y bronce. Fue uno de los personajes más icónicos de los últimos tiempos en la ciudad de Oruro.
Dedicó gran parte de su vida a construir en su propia casa un espacio de encuentro entre artistas de diferentes géneros y amantes del arte. Varios medios destacan que Cardozo promovió el arte y la solidaridad, pues además de concentrar obras de destacados artistas bolivianos, en la Casa Museo Cardozo-Velázquez se realizan iniciativas solidarias con otros artistas y la comunidad.
A mediados de 2017, a Cardozo le detectaron problemas en la válvula aórtica y salió airoso de esa enfermedad tras una intervención quirúrgica. Retornó a sus actividades en poco tiempo.
Familiares, amigos y vecinos no dudaron en brindarle su apoyo organizando diversas campañas. Así, con el apoyo de todos sus amigos, Gonzalo se recuperó y en agradecimiento realizó el proyecto “Para volver a ser niños juguemos con ellos”, que consistía en visitar áreas rurales y zonas periurbanas para permitir que sus habitantes tengan la oportunidad de dibujar.
Un patrimonio
En la calle Junín, entre las calles Iquique y Arica, de Oruro, se observa unas esferas de piedra suspendidas por fierros colgantes, esa es la Casa Museo de la familia Cardozo Velásquez. El lugar está repleto de esculturas, partes de vehículos, cadenas, desechos metálicos, una fuente de agua, fierros, madera, objetos de cobre, herramientas y las infaltables esferas.
Actualmente, la Casa Museo Cardozo-Velásquez forma parte del circuito de museos de Oruro.
“Todo en la vida es prestado, pues cuando uno muere no lleva nada. La gente se ocupa de acumular y acumular a cualquier costa, cuando llega el momento no llevamos nada. Los abuelos sabiamente nos decían k’alas nacemos (desnudo en quechua) y k’alas nos morimos”, manifestó el artista en una entrevista realizada por Orlando Valdez en enero de 2016.
“Para nosotros, en nuestro mundo andino la muerte no existe, simplemente es un caminar hacia una transcendencia, una transformación, ahora mi Tata es aire, es río, es fuego, es viento, es cielo… su espíritu va rodando como las esferas de forma perfecta y natural”, expresó su familia en un publicación en redes sociales.