Oporto: “El beneficiario de las actividades que impulsa y financia la Fcbcb es el pueblo”

El historiador y archivista potosino Luis Oporto Ordoñez asumió recientemente la presidencia de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (Fcbcb).

Oporto trabajó en instituciones culturales desde 1979, entre ellas las más significativas fueron la dirección de la Biblioteca y Archivo Etnológico del Museo Nacional de Etnografía y Folklore, por 14 años (1982-1996), y la dirección de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional dependiente de la Vicepresidencia del Estado, por 18 años (2002-2019). 

Es docente titular de la cátedra de Archivística en la carrera de Historia de la Universidad Mayor de San Andrés.

En una entrevista con Los Tiempos, Oporto contó las perspectivas de su recién iniciada gestión en la mayor institución cultural del Estado.

—Asume la presidencia de la Fundación Cultural del BCB tras varios meses inestables, ¿cuáles serán sus principales desafíos? 

—Un aspecto esencial es abrir la Fcbcb a la sociedad. Considero que una política de puertas abiertas permitirá apreciar y evaluar el trabajo que realizan los repositorios nacionales y centros culturales en beneficio directo de las grandes mayorías del pueblo boliviano. Por un lado, nuestros repositorios custodian los más preciados bienes culturales y documentales del Estado Plurinacional de Bolivia, que se remontan hasta el período prehispánico y que conforman las bases de la identidad nacional. En segundo término, la Fundación ha creado centros culturales que cumplen funciones muy sensibles con la sociedad, como es la de propiciar espacios de comunicación, reflexión, debate y promoción, que tanta falta hacen en nuestro país. 

Lo que no debemos perder de vista es que el titular del invaluable patrimonio cultural y documental, por imperio de la CPE, es el pueblo boliviano. De la misma manera, sostenemos que el beneficiario de las actividades que impulsa y financia la Fcbcb es el pueblo boliviano en su conjunto. Nuestro deseo, como Consejo de Administración de una de las más importantes instituciones culturales de nuestro país, es que esos repositorios y centros culturales sean de utilidad y acceso directo de los vastos sectores del pueblo boliviano.

—¿Cuáles serán sus primeras actividades? 

—El 11 de enero de 2019, la familia del prestigioso pintor Fernando Montes tomó la decisión de donar una valiosa colección de sus obras más representativas. El 26 de enero, el Consejo de Administración de la Fcbcb procederá a la reapertura de la casa museo Fernando Montes, con una visita guiada virtual que se ofrecerá de manera abierta a todos los interesados. En el marco de celebración de los dos años de la donación que hizo la familia Montes, presentaremos los 14 libros premiados correspondientes a la quinta convocatoria de Letras e Imágenes del Nuevo Tiempo, correspondiente a 2019 y que debía entregarse en el primer trimestre de 2020. 

Sin duda alguna, el régimen transitorio de Jeanine Áñez provocó un daño muy sensible a la cultura, como fue la errada determinación de cerrar el Ministerio de Culturas y Turismo, y por un efecto colateral, la Fcbcb de esa época negra en la historia nacional, sumada a la Covid-19, dejó sin efecto la publicación y entrega de los libros tan esperados por la comunidad interesada. Lamentablemente, no todos los autores podrán recibir sus ejemplares, pues una de ellas, Ingrid Schulze, falleció en 2020. 

—¿Cómo han sido estos primeros días en el puesto? 

—La Fcbcb es un ente muy complejo, por su propia naturaleza, pues de ella dependen nueve repositorios y centros culturales que se encuentran en las ciudades de Potosí, Sucre, La Paz y Santa Cruz. Cada repositorio nacional y centro cultural es a la vez un microcosmos altamente especializado y con vocaciones muy particulares. Conoce lo que han planeado y ejecutado en un año tan crítico como fue 2020, no es tarea sencilla y requiere el mayor cuidado posible. 

Esos primeros días, el Consejo de Administración ha volcado todo su interés en recabar información de esos entes culturales para conocer el desempeño de sus funciones, enmarcadas todas ellas dentro de la normativa vigente. Queremos saber y conocer las causas reales, por ejemplo, para la no ejecución de un presupuesto muy significativo para la Casa Nacional de Moneda, que al no ser ejecutado debe ser reinscrito. 

Sin duda, 2020 fue un año muy crítico para la cultura en general y para la Fcbcb en particular.

—Tras una breve revisión sobre la situación actual de la Fundación, ¿cuál es la principal función y/o objetivo de dicha institución?

—La Fcbcb tiene un mandato que se enmarca en las políticas culturales el Estado Plurinacional y el mandato constitucional emergente del Art. 99 de la CPE, al que debe sumarse el Art. 100 de la misma constitución. Para ese fin, enmarcados en lo que señala nuestros estatutos, tenemos el deber de garantizar la conservación del invaluable patrimonio cultural y documental que resguardan las Repositorios Nacionales y velar por el correcto desempeño de los Centros Culturales, los cuales como hemos señalado, deben estar al servicio de la sociedad en general, que es el beneficiario y a la vez, el titular de ese patrimonio y de esas vocaciones institucionales.

—¿Podría contarnos acerca de su experiencia en el área cultural en Bolivia?

—Soy historiador profesional, es decir licenciado en Historia con un posgrado de Maestría en Historias Andinas y Amazónicas y un diplomado en Organización y Administración de Archivos Históricos, cursado en la Escuela Nacional de Documentalistas de Madrid, España. Estas especialidades han permitido mi desempeño profesional y académico en instituciones culturales desde 1979, entre ellas las más significativas fueron la dirección de la Biblioteca y Archivo Etnológico del Museo Nacional de Etnografía y Folklore por catorce años (1982-1996) y la dirección de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional dependiente de la Vicepresidencia del Estado, por 18 años (2002-2019). A eso se suma mi condición de docente titular de la cátedra de Archivística en la Carrera de Historia de la Universidad Mayor de San Andrés, mi alma mater. Mi desempeño profesional ha facilitado conocer experiencia en el exterior, como mi trabajo en calidad de investigador visitante en Te Smithsonian Institution Libraries en Washington DC, y la Biblioteca del Musée de l’Homme, en París, Francia.

Integré él Comité Regional de América Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO, primero como experto boliviano y luego como Presidente (2018-2019), habiendo logrado impulsar y fortalecer las nominaciones de documentos de valor excepcional al programa Memoria del Mundo de la UNESCO, que se expresa en que Bolivia actualmente ocupa el tercer lugar después de México y Brasil. Un logro significativo es que hemos sido fundadores del Encuentro Latinoamericano de Bibliotecarios, Archivistas y Museólogos, en septiembre de 2009, que es el único congreso internacional que posibilita y fomenta el diálogo transdisciplinar de las ciencias de la información, que hoy se ha convertido en un referente esencial en América Latina y el Caribe. De la misma manera, hemos logrado insertar a Bolivia en el Congreso de Archivología del MERCOSUR, que es un cónclave que reúne a los expertos más connotados de Iberoamérica, espacio del que salen directrices para su aplicación en los Archivos de nuestra región.

Nuestros conocimientos, experticias y nuestra experiencia se expresan en mis obras, siendo las más importantes Historia de la Archivística Boliviana, Legislación Archivística Boliviana y el Diccionario Biográfico de Archivistas de Bolivia, éste a la fecha el único en su género a nivel internacional. Nuestra veta historiográfica ha sido muy gratificante con obras como Mujeres en la Historia de Bolivia (2001), Uncía y Llallagua, empresa minera capitalista y apropiación real del espacio 1900-1935 (2006), Historia del Movimiento Fabril de Bolivia, 1950-1980 (2018) y la Historia del Movimiento Minero de Bolivia, 1952-1985 (2019). Son ejemplos de los 25 libros que tengo publicados. Finalmente, debo mencionar que fui fundador y editor de Fuentes, revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional (2002-2019), la única indexada en su género en Bolivia y muchos países de Latinoamérica y el Caribe, que es considerada por expertos internacionales como un referente de la investigación archivística y bibliotecológica en nuestra región.

—¿Qué deficiencias ve en el sector y cómo piensa abordarlas?

—Hemos observando que la Fcbcb tiene mucho potencial que no se ha empleado en todo su alcance. Es importante reiterar que los bienes culturales y documentales que custodian y resguardan expresan la trayectoria histórica del pueblo boliviano desde la época prehispánica, pasando por la colonia y la república. Tenemos la sensación de que esos bienes de altísimo valor, deben beneficiar al pueblo en toda su extensión. 

Personalmente, tengo la sensación que los repositorios nacionales y centros culturales, deben abrirse más a los sectores populares del Estado Plurinacional. Es importante y fundamental comprender lo que significa el trabajo de la Fcbcb, y lo que es muy importante es que recibe soporte financiero del Banco Central de Bolivia. Este hecho es muy significativo pues expresa la voluntad política del Estado para velar por su mayor legado: el patrimonio cultural y documental producido por el propio pueblo boliviano a lo largo de la historia nacional. 

Debemos dotarle a la Fcbcb de una sensibilidad social, para responder a los justos anhelos de las poblaciones donde se encuentran las sedes de estos importantes centros de cultura y creación. La Fcbcb ya es un ente consolidado, ha cumplido 25 años de servicio a la nación. Lo que nos corresponde es fortalecer su institucionalidad y otorgarle un rol esencialmente social, que beneficie a las grandes mayorías, que sea utilizado por los gestores culturales, por los niños en edad escolar, por nuestros bachilleres, por los profesionales y científicos internacionales que acuden a estos centros. La Fcbcb debe honrar a su condición de entidad del Estado Plurinacional.

—Por la situación actual (la pandemia por el coronavirus), ¿qué medidas tomará la Fundación para continuar con las actividades del sector?

—La pandemia nos ha sumido en una cuarentena rígida que ha hecho mucho daño, en todos los aspectos. Nos hemos confinado al interior de nuestros hogares y hemos visto las consecuencias desastrosas que estamos superando paulatinamente. 

En ese contexto, debemos privilegiar el cuidado de la vida humana, tanto de nuestros especialistas y trabajadores de la Fcbcb como de los ciudadanos que acuden a nuestros centros culturales y repositorios, con fines diversos. Impulsaremos nuestras actividades en una respuesta desde la virtualidad y la telemática, a fin de permitir que quienes deseen visitar nuestros museos y centros culturales y consultar y acceder a nuestros archivos y bibliotecas, lo hagan por medios informáticos y digitales. 

La pandemia no puede conculcar el derecho fundamental de acceso a la información, elemento esencial para impulsar el propio desarrollo integral del Estado Plurinacional.

—¿Cuáles son los proyectos que se plantean para fortalecer el sector? 

—Son varios desafíos que tenemos en estos cinco años, pero quizá el que mayor simbolismo y significación tiene es la conmemoración del bicentenario de creación de Bolivia, el 6 de agosto de 2025.

Los proyectos de inversión, los proyectos museográficos, los planes y programas de los archivos, las bibliotecas y los museos, encaminarán sus esfuerzos en ese objetivo. Propiciaremos la implementación del Sistema Plurinacional de Archivos y Bibliotecas, que se encuentra normado en la CPE y en la Ley del Libro y de Fomento a la Lectura, que son imperativos del propio Estado Plurinacional, pues el ente rector de los Archivos y Bibliotecas, es el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia. 

El Consejo de Administración, conformado por personalidades en el campo de la cultura, el muralismo, la pintura, la música, la politología, la historia y la archivística, estamos analizando los proyectos y programas que impulsaremos en estos cinco años de mandato con el que nos ha honrado la nación, a través del Ministerio de Culturas y el Banco Central de Bolivia.

—¿Es posible descentralizar los grandes proyectos culturales?

—En mi criterio, la Fcbcb practica una vocación de descentralización pues los Repositorios Nacionales y los Centros Culturales que administra tienen autonomía técnica institucional, en función del patrimonio que custodian y resguardan. No olvidemos que los Repositorios Nacionales, son mucho más antiguos que la Fcbcb. En los hechos, cuatro Repositorios Nacionales son los que han dado lugar a la creación de la Fcbcb: la Casa Nacional de Moneda, la Casa de la Libertad, el Museo Nacional de Etnografía y Folklore y el Archivo y Biblioteca nacionales de Bolivia. Es por ello que rindo homenaje a los patricios que han impulsado la creación de la Fcbcb: Wilson Mendieta Pacheco (Potosí), Joaquín Gantier, Gunnar Mendoza (Sucre) y Hugo Daniel Ruiz (La Paz). Hugo Ruiz es el único superviviente de esa heroica generación de directores y en breve la Fcbcb realizará un acto de reconocimiento y homenaje a los pioneros de la Fcbcb y un homenaje en vida al último superviviente de esa generación.