El ratón Armando, un joven con mucho amor y ganas de superación
Fabiana V. Molina Rojas | Laboratorio de Periodismo UCB
La plaza principal 14 de Septiembre ha sido, es y será testigo de muchos hechos a lo largo de la historia Cochabamba. En ella se tomaron decisiones que cambiaron a la sociedad. En la actualidad, este espacio da la oportunidad de expresarse a muchos artistas, entre comediantes, bailarines, pintores y músicos.
Las familias que desean escapar de la monotonía, los enamorados y los turistas que buscan conocer la Llajta son la principal audiencia. No dejemos escapar a los caseritos y caseritas, ellos nunca dejan con hambre a uno, ya que ofrecen diferentes aperitivos para disfrutar junto al show. Claro, como dicen, y bien lo sabe el cochala: “Barriga llena, corazón contento”.
Entre todos estos personajes que alberga la plaza se encuentra uno muy peculiar: Mickey Mouse. Los niños lo ven y corren a bailar, cantar, jugar y reír junto a él. La alegría y carcajadas nunca faltan en sus shows. Cualquiera que lo mire puede notar cómo disfruta de entretener al público. Es claro que está enamorado de lo que hace. La pregunta es: ¿quién es la persona que está debajo del disfraz?
Es Armando Rodríguez, un joven con discapacidad de 20 años, más conocido como el “Ratón Armando”. Cuando las calles se encuentran vacías y todos ya estaban albergados en sus casas, él debía pasar la noche en los cajeros automáticos de la ciudad. Recolectaba los aportes que la gente le daba en sus presentaciones para poder pagar nuevamente el alquiler y dar vida a su personaje favorito.
Al igual que muchos jóvenes y niños en la ciudad, Armando parecía ser una persona olvidada. De pequeño fue abandonado por sus padres. Sufrió abusos físicos y sexuales; en los hogares de acogida no tenía ningún amigo. De niño se le presentó la oportunidad de irse a Estados Unidos con una pareja americana que deseaba adoptarlo, no obstante, fue víctima de la absurda burocracia.
A los 17 años tuvo el coraje de salir a la ciudad y enfrentarla. ¿La Defensoría de la Niñez hizo algo por él? No. ¿Todo esto lo detenía? Tampoco. Como dicen, “lo que no te mata te hace más fuerte”. Claramente, sus ansias por superarse eran mucho más grandes que los obstáculos.
Javier Navas, un músico en la plaza principal, se interesó en saber más sobre el muchacho. Inmediatamente se hicieron amigos. Mientras Navas tocaba, Armando se esmeraba por acompañarlo bailando. El músico es el apoyo que necesitaba para poder salir a la luz. Junto a Fabiola Urieta y su grupo de amigos recolectaron el dinero necesario para poder comprarle el disfraz a Armando.
Como ya se mencionó en un principio, la plaza es testigo y escenario de muchos sucesos, entre ellos las constantes disputas entre grupos con visiones políticas diferentes. En una de estas champas guerras, Armando sufrió agresiones y le rompieron su preciado traje. Parecía ser otro obstáculo para la vida del ratón Armando. Sin embargo, fue un golpe de suerte.
Las redes sociales hicieron su trabajo inmediatamente. La historia de Armando fue cada vez más compartida. La gente, conmovida por el muchacho, realizó aportes económicos para ayudarlo. Los medios de comunicación, incluso internacionales, le dieron cobertura. La Defensoría empezó a actuar. Le asignaron terapia dos veces a la semana, revisiones médicas y empezaron el trámite para su carnet de discapacidad.
El muchacho se aloja en la casa de Navas. Lo han invitado a más lugares para presentar su show, por ejemplo, en el Paseo Aranjuez. Urieta es quien hace el papel de tutora del muchacho. Los familiares del joven salieron del escondite y la tildaron de “oportunista” o le reclamaron que él tiene padres. Eso no los detiene. La visión de ayudar a Armando a ser una persona autosuficiente es más grande.
La historia de Armando no termina aquí. Él ha sido la inspiración para muchas personas. Un ejemplo es el de Adam Velarde, un niño que realizó un cuento sobre Armando con el enfoque de género e igualdad de oportunidades para participar en el primer concurso municipal del SLIM. Fabiola junto con sus amigos pensaron en crear la fundación “Amigos por la vida”, en la que se ayudaría a muchos niños en condición de calle.
Se vio a Armando muy entusiasmado en la campaña de Súmate, rumbo a las elecciones departamentales. Iba acompañado de su traje y gritaba a coro con los militantes del partido. Las intenciones del muchacho eran más por diversión que por generar proselitismo.
El joven fue invitado a participar en diversos eventos, entre ellos el Día Mundial de la Hemofilia, a realizar presentaciones en el Paseo Aranjuez y en la heladería Donald. Sin embargo, la que más destaca es la invitación del alcalde Manfred Reyes Villa a trabajar en la Alcaldía Municipal de Cochabamba. Ayer en la plaza principal, un afectuoso abrazo entre la autoridad y el joven ilusionado conmovió los corazones de los presentes y de toda la población, que se enteraron del hecho a través de las redes sociales.
“Voy a entrar a la Alcaldía, yo creo que voy a ayudar a SLIM, a la Defensoría de la Niñez, Discapacidad o Recursos Humanos. Voy a trabajar con mi traje”, expresó Armando a los medios de comunicación.