Color Rosa de B.K. Oroza
MARIANA RUIZ, Crítico de cine de la Universidad de La Paz
Brenda Oroza nació en Santa Cruz de la Sierra en 1996. De niña vivió y estudió en Tokio, Japón, y también vivió un año en Francia. En todos los lugares donde radicó ha recibido premios y galardones por sus creaciones literarias. Este libro fue escrito cuando tenía 15 años.
De alguna manera, es muy difícil encontrar libros de adolescentes para adolescentes. El ritmo acelerado del lenguaje demuestra una pluma inspirada, que habla de una niña que acaba de sufrir una gran pérdida. Emily debe abandonar su querida estancia y, junto a su madre, navegar miles de kilómetros hasta el otro lado del mundo, desde Santa Cruz hasta Tokio, debido a la muerte de su padre.
La rabia, el dolor, la culpa que siente esta niña frente al inesperado deceso de su padre están representados perfectamente. Emily se sirve de un diario para explicar todos sus sentimientos encontrados, la soledad que experimenta al ser extranjera, y el inesperado cariño que encuentra en un hombre amable y solitario, a quien llamara Ojichan, abuelo en japonés.
Las descripciones de la biblioteca pública, el parque y el jardín donde encuentra consuelo están muy bien representados, y la relación de cariño creciente con este “abuelito” van profundizándose a lo largo de la novela.
En un momento, el hilo narrativo se transforma para ingresar a un mundo onírico, curiosamente ilustrado por la mamá de la autora; donde Emily debe cuidar una llave que le ha dado este señor, a quien llama abuelo, de los misteriosos residentes, condenados a vivir en medio de una bruma extraña.
Existen dos razas, una de ellas con patas membranosas como las de las ranas. De alguna manera, a pesar de que la historia parece ilógica y fantasiosa, esta transición a un mundo onírico, que se da de manera violenta (por un golpe de la cabeza de la protagonista), le permite a Emily atravesar todas sus emociones y desenmarañar el último mensaje que su padre tiene para ella.
Una hermosa historia sobre la reconciliación, el duelo y la manera de enfrentarse a los golpes de la vida, de la mano de una autora joven y talentosa que, además, ha sabido conectarse a sus lectores a través de las redes sociales.
La autora es escritora, miembro de número de la Academia Boliviana de Literatura Infantil y Juvenil.