La literatura juvenil sentó presencia en la Feria del Libro
Micaela Pereira
Laboratorio de periodismo UCB
La XV Feria Internacional del Libro de Cochabamba, que bajó el telón el domingo pasado, albergó una gran cantidad de obras de distintos géneros y para todas las edades. Sin embargo, en los últimos años, se ha incrementado un tipo de literatura en específico: la juvenil. Esta clase de libros, que aborda distintos subgéneros literarios, se encontraba en varios estands de la feria.
Según Nicole Olivera, trabajadora de la librería editorial Torre, el crecimiento de esta literatura se debe a que actualmente se “publican más libros juveniles”. A su vez, comentó que los títulos son más conocidos gracias a internet. Esto debido a que se crean comunidades en las que los lectores comparten sus lecturas, hacen reseñas y dan recomendaciones.
En esta misma línea, Oscar Guamán, dueño de la librería Encantalibros, considera que muchos de estas obras han surgido en redes sociales, como Wattpad, una plataforma que permite a los usuarios crear historias y publicarlas. “Publican ahí y las editoriales van y cazan a estos autores juveniles que, como tienen tantos seguidores, les dicen (…) nosotros vamos a publicar el libro”, dice Guamán.
De esta forma, comenta, los autores obtienen una buena parte de las ganancias, pero dice que las que más ganan son las editoriales. Asimismo, recalca que este tipo de literatura mantienen la librería “porque si yo vendiera solamente los libros clásicos, entonces el movimiento sería ínfimo”.
Dentro de la literatura juvenil, existen distintos géneros y se abordan temáticas muy variadas. Olivera comenta que normalmente los libros juveniles más buscados son los de romance, ficción, fantasía y las sagas. También los de temas sociales, como la salud mental, el suicidio o las relaciones tóxicas, pero desde un enfoque cotidiano y más cercano al lector.
Respecto al panorama nacional, Graciela Ortuño, escritora juvenil, cuenta que este género está creciendo poco a poco, ya que no existía mucha producción orientada a este público que se encontraba invisibilizado. “Actualmente, somos varias autoras dentro del género, y creo que hay propuestas muy interesantes, que conectan sobre todo con los intereses de los jóvenes”.
Señala que se cuenta con una gran gama de literatura, como títulos de ciencia ficción, romance, drama, terror y novela histórica. También recalca que la producción nacional puede destacar al lograr que los jóvenes se sientan identificados “con las diferentes situaciones que hay en las novelas”, y que se diferencia de la literatura internacional, puesto que se está incursionando en la ciencia ficción neoindigenista, que recupera mitos del país.
Al tener una gran diversidad de historias, con distintos grados de dificultad, Guamán indica que este tipo de literatura puede ser una forma de conseguir que los jóvenes empiecen a leer y “pierdan el miedo a los libros”. A su vez, Olivera, afirma que estos textos incentivan a la lectura y que algunos jóvenes “ya no buscan solo libros románticos o de fantasía, sino que buscan libros para estudios,más técnicos”.
De igual forma, Ortuño comenta que los autores nacionales motivan a los jóvenes a empezar con la lectura por medio de sus obras. “Entonces, cuando ellos vuelven a encontrarse contigo te dicen cómo han disfrutado tus libros, cómo no les ha resultado aburrido y cómo han ingresado a este mundo de la literatura gracias a tus libros”.
Es gracias a estos títulos que los pasillos de la feria estuvieron repletos de jóvenes lectores. Mentes ágiles y ávidas que buscan interiorizarse en los libros con historias fantásticas, romances o relatos cortos del día a día de algún personaje, lo que les otorga la posibilidad de relajarse y dejarse llevar a mundos inimaginables a los que solo la literatura los puede llevar.