Diez pintores exhiben su talento en los murales de Cochabamba
Con el impulso de Proyecto mARTadero, diez artistas exhiben su destreza para dibujar y pintar en los murales de la ciudad, en el marco de la Bienal de Arte Urbano (BAU), que se celebra cada dos años desde la época de 2011.
Tres artistas foráneos y siete nacionales toman parte de la actividad que comenzó el lunes pasado y se extenderá hasta este fin de semana.
Fiasco (Perú), Kloerk (México) y Julicru (Argentina) son los pintores extranjeros que participan de la BAU, que esta gestión se denomina “La ciudad que queremos”. Completan la lista los artistas nacionales Américo, Kuskas, Magik, NRH Letters, Pintá Warmi, Rebuke One y Tawan Tawa.
NHL Letters trabaja en la calle 25 de Mayo y Calama; Kuskas en el mercado 25 de Mayo; Julicru, en la avenida Oquendo y Colombia; Tawan Tawa, 16 de Julio y Aroma. Mientras tanto, Fiasco, Kloerk, Magik, Pinta Warmi y Rebuke One, en el Cerro San Miguel.
Mauricio Aliaga, de Proyecto mARTadero, explicó que esta actividad busca representar una ciudad como un futuro deseable y común para todos, en la que el arte y la cultura se convierta en herramientas para transformar el espacio urbano.
Aliaga señaló el propósito de la Bienal de Arte Urbano es el de generar, mediante la acción y el arte, una recualificación y un desarrollo de la zona mencionada, cuyo punto de partida se remite al centro histórico de Cochabamba.
“Esto debido a que, en la actualidad, Villa Coronilla experimenta una situación de abandono y descuido en los aspectos de ordenamiento urbano, cuidado patrimonial y otra serie de factores que han incidido en la generalización de un imaginario social negativo, que recae a diario sobre sus habitantes”, sostuvo.
Los murales creados para BAU, “La ciudad que queremos” se centrarán en temas como la inclusión social, el cuidado del medioambiente, la diversidad cultural y la resiliencia comunitaria.
Aliaga dijo que Cochabamba es un lugar en el que la creatividad y el arte están presentes en la vida cotidiana de las personas, y BAU se une a esa tradición para crear una experiencia que estimula la imaginación y la reflexión.