Perrosueltos. El arte vuelve a dar color a 2 cementerios en La Paz y Cochabamba
Una obra plástica de arte contemporáneo está instalada desde ayer en el Parque de las Memorias, es una pintura sobre vidrio resultado de la primera versión de Tintajayu la residencia que acogió a Luis Gómez de Terán un artista ítalo venezolano, invitado por Perrosueltos, el colectivo que desde 2016 anima Ñatinta una intervención anual en el Cementerio General de La Paz, y en 2022 decidió replicar una experiencia en la necrópolis privada más antigua del país y el más grande de su tipo en Cochabamba.
El año pasado, esa intervención en Cochabamba se denominó T’antatinta, porque “la t’antawawa es el elemento más característico del mast’aku, y es un componente que se presta a una intervención de los artistas con sus pinturas” explicaba Magda Rossi.
Tanto el Ñatinta, en La Paz, como el Tintajayu, en Cochabamba, son iniciativas coordinada por Magda Rossi, gestora cultural que reside en Italia desde unos años, después de haber vivido otros más numerosos en Bolivia, especialmente en Cochabamba donde impulsó varios proyectos de arte urbano.
“No queríamos repetir aquí lo que hacemos en el Cementerio General de La Paz, con el Ñatinta. Lo que estamos haciendo ahora aquí es una primera prueba”, decía el año pasado Magda Rossi.
Este año, la intervención artística en Cochabamba tiene un carácter diferente, que “es resultado de analizar los resultados del T’antatinta. Hemos conseguido lograr este nuevo formato y vincular mejor el apoyo que da a Ñatinta el Parque de las Memorias. Ellos han creído en este proyecto que apunta a valorizar todo lo que es el patrimonio inmaterial de esa relación de los vivos con sus muertos muy propia de la cultura de Bolivia”, explica la gestora cultural.
Para Nicolás Andrade Saavedra, gerente general, del Parque de las Memorias, “espacios como estos (ese cementerio privado) no son solo para la tristeza, si no, todo lo contrario. Este proyecto, Tintajayu, abre una nueva etapa porque una obra moderna como esta en este cementerio habla de nuestros rituales, de nuestra cultura, porque un cementerio es, al final el genuino museo de la vida de una ciudad”.
Eso es también válido para el Ñatinta que este año se realizó entre el 23 y 27 de octubre con la participación de más de una docena de 13 artistas de seis países diferentes, incluido Bolivia, que pintaron 16 murales en las paredes y el techo de varios cuarteles de nichos en el Cementerio General de La Paz.