Mario Vargas Llosa celebra 89 años retirado de la literatura, pero nunca demasiado lejos
Hoy, viernes 28 de marzo, Mario Vargas Llosa cumple 89 años de edad. Su obra ha logrado cautivar a miles de lectores en todo el mundo y ha logrado posicionar la lengua española en lo más alto de la labor literaria, de la cual ya se encuentra retirado.
Para lograr trabajos tan recordados como La casa verde y la Travesura de la niña mala, el autor viajó por diversas partes del mundo, y así como universal es su vida, también son sus anécdotas. Entre las más recordadas se encuentra la vez en que atestó un golpe en el rostro de Gabriel García Márquez, otro de los exponentes del "Boom Latinoamericano", el recordado movimiento de la década de 1960, donde ilustres escritores como Julio Cortazar y Carlos Fuentes cobraron relevancia internacional.
Hasta ahora no se conoce el real motivo de este altercado; sin embargo, de ese momento se obtuvo una de las fotografías más recordadas de "Gabo", donde posa sonriente para el fotógrafo Rodrigo Moya Moreno.
Así como esta experiencia, el autor nacionalizado español tiene otras que retratan una vida realmente significativa. Después de todo, Mario Vargas Llosa estuvo a punto de convertirse en presidente del Perú en 1990 y ha logrado hitos como ser el primer escritor de idioma español en ser reconocido como miembros de la Academia Francesa de la Lengua. El rótulo de "inmortal", que reciben los integrantes de este gremio, no fue en vano.
Otro suceso que marcó su vida, sin duda, fue el anuncio de que había ganado el premio Nobel de Literatura en el 2010. En una columna para el diario El País, Mario Vargas Llosa relató cómo recibió la noticia cuando se encontraba en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, junto a su exesposa.
Ese día, se despertó a las 5:00, como solía hacerlo, y se dispuso a leer y repasar las actividades que iba a realizar durante el día. En un momento, la cochabambina Patricia Llosa se acerca a él con el teléfono en la mano para pasarle una llamada: se trataba del secretario de la Academia Sueca. El representante le confirmó en ese momento que le habían concedido el Premio Nobel de Literatura y que la noticia se haría pública en tan solo 14 minutos.
Con temor a que se tratase de una broma, como le había sucedido al escritor italiano Alberto Moravia, esperaron a que la premiación se hiciera oficial. En ese tiempo, cuenta que recordó sus conversaciones con Albert Camus, sus primeros años en Madrid, en su familia, y los lugares donde había vivido.
Una hora después, a las seis en punto de la mañana, Mario se dio cuenta de que las radios, la televisión y el internet ya daban por cierta la noticia, y que su nombre iba a quedar grabado para siempre en la historia de la humanidad.