Analía Abat: “Pongo toda mi alma en la música que hago”
Analía Abat, cantautora argentina que radica en Cochabamba, se presentará este viernes en 8B (calle Juan de la Cruz Torres 1485 entre Aurelio Melean y Aniceto Arce). En esta ocasión, le acompañarán Amado Espinoza en el charango, percusión y vientos; Manu Estrada en el bajo y percusión, y Mauricio Canedo en la guitarra.
Con siete discos producidos a lo largo de su carrera, Abat habló con Los Tiempos sobre su trayectoria musical, el proceso que tiene para musicalizar sus temas, sus influencias musicales, entre otras cosas.
- ¿Cuál es tu historia con la música?
La música me eligió a mí primero y después no me quedó otra que elegirla yo también. Desde muy chica lo primero que toqué fue el piano y la guitarra estaba en casa. Mis compañeras en la universidad me animaban a tocar en diferentes lugares y yo fui creciendo así. De joven no estaba tan en mis planes, pero se fue dando. El camino fue bastante abierto. Hace más de 22 años que vivo en Cochabamba y siempre tuve intenciones de seguir viajando. Estando acá se me abrieron las puertas y realmente Cochabamba es el corazón, entonces me es fácil viajar de un lado para el otro. Siempre con mi guitarra, mi fiel compañera.
- ¿Qué te inspira a componer? ¿Cuál es tu proceso?
Bueno, en realidad hay distintas maneras. Casi siempre me ha pasado primero escribir la poesía y tengo una manera de escribir que sintetiza la poesía y es llena de metáforas. Pongo toda mi alma en la música que hago. También uso poesías de otras personas, entonces musicalizo aquel poema que pareciera que yo lo hubiera escrito porque lo siento totalmente vibrando en mí. Eso me pasó en el último disco con la poeta de acá de Cochabamba, Vilma Tapia. Cuando pasa eso con una poesía sólo la leo y la música ya empieza a querer surgir.
- ¿Cuál es el instrumento que más te llena cuando lo tocas?
Hay tanta revolución en los sentires, en los encuentros y en las pruebas que a uno le tocan porque la guitarra fue mi fiel compañera como te decía. Fue con ella con la que más llevo compartiendo el canto de manera natural ni siquiera estudié guitarra. Cuando yo toco el piano, por un lado, vuelvo a cuando era chica porque sentía que era un espacio de refugio, pero con él no tengo la práctica de cantar. Yo hago un instrumento también que se llama kalimba, tiene un sonido muy mágico. Éste se usaba en la antigüedad con fines curativos. Lo primero que necesité hacer aquí fue encontrarme con los materiales para poder construirla.
- ¿Tienes algún músico que influya en tu música propia?
Siempre los músicos somos influidos directamente por toda la música que está a nuestro alrededor, no podemos decir que algo es sólo nuestro. Yo he aprendido más que nada con la voz el hacer un canal y simplemente resonar y entrar en armonía con la frecuencia en la que uno está. Influencias las tuve cuando era joven de Luis Alberto Spinetta o Caetano Veloso. Apenas conocí la música brasileña me influyó muchísimo.
- ¿Cómo fue la producción de tus siete discos?
Los primeros dos fueron cassettes que hice durante viajes que grabé en vivo y en un estudio de grabación en Chile donde me invitaron. Después llegué a Cochabamba, me fui a Perú e hicimos un proyecto que se llamó “Mandala”. En esto se hizo la grabación en vivo en el teatro Achá, fue un espectáculo que se montó con la danza del Laredo y proyección de video. Después como el 2005 grabé otro CD en vivo que no pensé en hacerlo que se llamó “Canto a la vida”. Después de eso vino “Enmarejada”, que fue un disco que se hizo en conjunto con varios artistas internacionales y fue el primero realizado en un estudio de grabación aquí en Cochabamba. Siguió “A dos lados”, que en la presentación de las siguientes dos fechas tocaremos canciones de éste disco y del último que es “Insolente fe”.