Camila Barrientos: “Me encuentro en todos los repertorios”
Con ese romanticismo que caracteriza al clarinete, Camila Barrientos Ossio demuestra su destreza con el instrumento pasando de los sonidos más suaves y relajantes a los más fuertes y agresivos en importantes escenarios internacionales. Actualmente, la joven cochabambina es clarinetista principal de la Orquesta Sinfónica Municipal de São Paulo y lidera el proyecto “Música para respirar 24/7”, los famosos miniconciertos personales y gratuitos por videollamadas.
Es directora artística y cofundadora de la Sociedad Boliviana de Música de Cámara. Tocó con la Filarmónica de Nueva York, la Sinfónica de Miami, la Orquesta de las Américas, entre otras. Recibió su maestría y licenciatura de Manhattan School of Music, de Nueva York, donde estudió con Mark Nuccio. Se presentó en los más destacados palcos alrededor del mundo como ser Carnegie Hall, Berlin Konzerhaus, así como en espacios inusitados como la Basílica de San Pedro en el Vaticano, LPR y la Isla del Sol en el lago Titicaca.
Tiene una intensa actividad en la música de cámara, fue integrante del premiado quinteto de maderas The City of Tomorrow y recientemente ganó el premio Alumni Enterprise Award de Music Academy of the West.
La música, de 35 años, conversó con Doble Click.
- Empecemos por conocer tus inicios musicales. ¿Puedes contarnos cómo te involucraste con la música?
- La música siempre estuvo presente en mi vida, mi papá cantaba y tocaba la guitarra en nuestros cumpleaños, mi abuela era fan de Louis Armstrong. A los nueve años ingresé al Instituto Laredo y tuve que escoger un instrumento, me encantaba el sonido de clarinete que escuchaba en los discos de mi mamá y en algunos videojuegos, es así que escogí este bello instrumento.
Tuve la suerte de tener un profesor fantástico en el Instituto Laredo, Edward Wolf. Él tenía un conocimiento profundo de la música y los instrumentos de viento; y comenzó la banda sinfónica que me parece que existe hasta ahora. Empecé primero con flauta dulce por un año y después comenzaron mis primeras clases de clarinete. Fue un tiempo hermoso de mi vida.
- Actualmente vives en Brasil, pero ¿y tu formación?, ¿cómo fue esa experiencia?
- Actualmente vivo en Brasil, donde soy clarinetista principal de la Orquesta Sinfónica Municipal de São Paulo, que toca en el bello Theatro Municipal construido hace más de 100 años.
Mi formación como música clarinetista fue en Estados Unidos, donde viví desde los 14 a los 29 años. Estudié en el internado de artes Interlochen Arts Academy en Michigan y después fui a estudiar en Manhattan School of Music en la ciudad de Nueva York. Fue allí que estudié con Mark Nuccio, en la época clarinetista principal de la Filarmónica de Nueva York. Una vez me gradué, empecé a tocar con varias orquestas y grupos de cámara en varios lugares de Estados Unidos. Toda esa época fue clave ya que aparte de la información técnica y teórica que recibí en el conservatorio, la ciudad de Nueva York de por sí era todo un campo para explorar artísticamente.
- ¿Cómo ves la vida musical en Bolivia?
- En Bolivia hay varios proyectos que resaltan y están logrando crear nuevas realidades dentro del espacio de la música clásica, algunos que puedo mencionar son Bolivia Clásica en La Paz, el Instituto Superior de Música de San Ignacio de Moxos en el Beni y el Festival Internacional de Música Barroca Misiones de Chiquitos. La escena de las orquestas en todo el país también se ha multiplicado y son muchas más de las que existían cuando yo vivía en Bolivia. Aun así, falta más apoyo por parte del gobierno nacional y de las gobernaciones municipales para colocar la cultura en la pauta.
Aún antes de la pandemia, el trabajo de músicos, músicas y artistas era precario, me parece que ahora más que nunca es importante encontrar soluciones para activar este sector de la población tan afectado y tan importante para el desarrollo de Bolivia.
- Como instrumentista tienes un repertorio bastante amplio, ¿qué disfrutas más tocando, obras clásicas, románticas o contemporáneas?
- ¡Esta es una pregunta difícil para mí! Me encuentro en todos los repertorios.
- ¿Existe algún clarinetista actual que admires?
Me gusta mucho el trabajo de Martin Frost y siempre he admirado a Paquito de Rivera, gran clarinetista cubano.
- Durante este caminar en la música, eres parte del proyecto “Música para respirar 24/7” ¿Cómo surge esta iniciativa?
- “Música para Respirar 24/7” es un proyecto de la Sociedad Boliviana de Música de Cámara, un grupo de 11 músicos y músicas bolivianas que en su mayoría vivimos en el exterior. Es una respuesta artística directa a la pandemia, que busca acompañar a la población con música en vivo a través de conciertos virtuales personalizados por Whatsapp y Zoom. La lanzamos en agosto pasado como un regalo a Bolivia, pero fue una idea tan innovadora, creativa y actual que cruzó fronteras. Actualmente estamos haciendo conciertos en toda América Latina, España y Portugal.
También fuimos ganadores del premio de 20.000 dólares Alumni Enterprise Awards por este proyecto que hará posible cuatro semanas de Música para Respirar 24/7. Les invito a acompañar nuestras actividades por Facebook e Instagram, nos pueden encontrar como La Sociedad Boliviana de Música de Cámara.
- Además cuentas con la participación de destacados músicos que realizan junto a ti esta actividad solidaria, ¿cómo te sientes con eso?
- Es increíble tener un grupo tan especial de músicos disponibles 24 horas al día. Es realmente una oportunidad única para que el público pueda no sólo escuchar a los músicos, sino también conocerlos, hablar con ellas y ellos. En este aspecto los conciertos son mucho más interesantes que los conciertos presenciales en salas y teatros. Este mes contamos con fantásticos invitados como Amado Espinoza, que está haciendo conciertos virtuales desde el Centro Simón I Patiño, Sergio Reyes desde Nueva York, Olga Bertinat y Alejandro Aizcorbe desde Uruguay y Facundo Cantero desde Argentina. Aparte del gran equipo de músicos y músicas de la Sociedad.