Studio Universal estrena serie de la espía “Mata hari”
De madre casada a cortesana de lujo, de bailarina exótica a espía, en solo 41 años la vida de Mata Hari dio tantos giros que desde su muerte su historia seduce a escritores y cineastas, y ahora la pequeña pantalla también se rinde a ella. El estreno de la serie es este sábado por Studio Universal a las 21:00.
La serie -producida por Star Media para Channel One Russia y con un reparto internacional- condensa en 12 capítulos de una hora la vida cubierta de mitos y especulaciones de la legendaria bailarina transformada en agente de inteligencia alemana durante la Primera Guerra Mundial.
El personaje, interpretado con gran sensualidad por la actriz francesa Vahina Giocante, es una mujer fatal, una espía cansada de serlo que seduce a la crema de la sociedad aristocrática europea con danzas orientales que terminan sin velo alguno.
Frente a los primeros episodios de la serie, al final “Margaret es otro personaje completamente distinto, una mujer completamente distinta”, explicó tras la proyección el fundador y productor de Star Media, Vlad Ryashin.
Se casó a los 18 años con un oficial de la marina neerlandesa, Rudolf MacLeod, casi 20 años mayor que ella y que buscaba una mujer que quisiera instalarse con él en lo que ahora es Indonesia.
En la isla de Java, la pareja tuvo dos hijos, Louise Jeanne y Normand John, y la joven aprendió el arte de la danza que cambiaría su vida para siempre. Sin embargo, su hijo murió, fue traicionada por su marido y perdió la custodia de su hija.
“Queríamos una historia profunda sobre una mujer que se adelantó a su época y que por tanto la cambió”, contó Ryashin.
Encontrar a la actriz idónea para el papel llevó casi 10 meses de “castings”. “Buscamos en Estados Unidos, en Rusia y en Europa”, explicó.
Al final fue Giocante la elegida para compartir el reparto con los también franceses Christopher Lambert y Gérard Depardieu.
Tras la proyección, la actriz explicó que preparó el papel teniendo en cuenta cómo era ser mujer en ese siglo y cómo asumiría su sensualidad, su cuerpo y su placer en aquel tiempo.
A los 41 años, Mata Hari fue condenada a muerte por espionaje y ejecutada por fusilamiento.