Disney premia al Centro K'ayra como héroe de la conservación
El equipo del Centro K’ayra del Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny, conformado por los biólogos Teresa Camacho Badani, Ricardo Zurita y Sophia Barrón, fue declarado Héroe de la Conservación de Disney (Disney Conservation HERO en inglés) de 2019, según se publicó en su página oficial.
Los científicos bolivianos fueron nominados por la organización Global Wildlife Conservation.
Según la pagina oficial de DCF, Bolivia es uno de los países con mayor diversidad de anfibios del mundo, lo que hace que el proceso de localizar una rana única y rara sea una hazaña increíble.
En 2009, Teresa Camacho Badani, jefa del departamento de Herpetología y encargada del Centro K’ayra del Museo de Historia Natural Alcide d'Orbigny, encontró pareja a la que se creía que era la última ranas de Sehuencas que quedaba en la Tierra, debido a que durante 10 años, a pesar de todos los esfuerzos, no se había podido encontrar más individuos de su clase.
La rana Romeo fue hallada por los biólogos Rodrigo Aguayo y Oliver Quinteros, cuando formaban parte del Centro de Conservación y Biodiversidad de la UMSS.
Temiendo que la especie se extinga, el equipo del museo lanzó una innovadora campaña de recaudación de fondos en línea centrada en encontrar una pareja para la rana solitaria, llamada Romeo, y financió expediciones para localizar otra rana de agua de Sehuencas, una Julieta para Romeo.
El equipo del Centro K'ayra continúa liderando los esfuerzos de conservación de la especie mientras inspira pasión por la biodiversidad de Bolivia. Para conocer más sobre el galardón, hablamos con la jefa del Departamento de Herpetología, Teresa Camacho.
Quisiera que me explique en qué consiste el premio que ganó de Disney.
Cada año, el Disney Conservation Fund (DCF) apoya a organizaciones que trabajan en todo el mundo para salvar la naturaleza e inspirar acciones y proteger el planeta. DCF también reconoce la dedicación de individuos o equipos que han dedicado sus vidas a promover los esfuerzos de conservación en sus comunidades.
¿Cómo está la familia de Romeo y Julieta?
Romeo y todos sus amigos (incluida Julieta) se encuentran muy bien y el Plan de Acción para su Conservación está en ejecución.
¿Qué es lo más terrible del trabajo de conservación de las especies de anfibios?
Las salidas de campo pueden llegar a ser muy sacrificadas, pasamos mojados casi todo el día en arroyos a 10ºC y por la noche puede hacer más frío, uno suele dormir mal y el desgaste físico al pasar de los días se puede hacer cada vez más evidente.
¿Y la cría de ranas en cautiverio les demanda bastante tiempo?
En la ciudad tenemos más de 400 ranitas en cautiverio en el Centro K’ayra, eso hace que no haya feriados como Navidad o carnavales, siempre tenemos que estar pendientes de ellos para alimentarlos, hacerles cambios de agua y mantenerlos en las mejores condiciones. Por suerte, el equipo en el museo es increíble.
¿Y lo bueno, lo grato?
Lo mejor es ir a lugares que la mayoría de la gente nunca verá en su vida, paisajes maravillosos sumado a poder ver especies tan raras en su hábitat natural es realmente satisfactorio y hace que uno no le dé importancia a dormir mal, pasar frío o estar lejos de casa. Nosotros trabajamos con varias especies amenazadas no sólo con la rana de Sehuencas, es por esto que el trabajo que hacemos en el museo es aún mayor y más grato de lo que a veces se ve.
En este año, qué metas te fijaste como bióloga, especialista en anfibios, en los animales más amenazados de todo el planeta.
Este año ya hemos comenzado dando grandes pasos, y los que se viene es aún mayor. Seguimos implementando el plan de conservación de la rana de Sehuencas, pero además de esto estamos trabajando con varias instituciones de otros países para la conservación de esta otras especies amenazadas como la rana Gigante del Titicaca que se encuentra en peligro crítico de extinción. Hace poco recibimos unas ranitas de cristal en nuestro programa de cría en cautiverio que se unen a otras seis especies con las que ya trabajamos, así que se vienen muchas novedades para la conservación de los anfibios de Bolivia. El museo tiene un gran equipo de herpetólogos con los que juntos estamos trabajando por la conservación de los anfibios de Bolivia. Esperamos ser un referente para Latinoamérica y el mundo.
¿De niña le gustaban las ranas?
Siempre me ha gustado mucho la naturaleza, pero ese cariño especial por los anfibios comenzó en la universidad cuando en mi primera salida de campo vi a los herpetólogos saliendo de noche con esas linternas en la cabeza para buscar a estos increíbles animales.