Empire State Building: 90 años del ÍCONO DE N. York
El Empire State Building de Nueva York, que con sus 443 metros de altura, incluida la antena, cumplió ayer 90 años siendo todavía el ícono de uno de los destinos preferidos por los viajeros de todo el mundo.
Tras ser superado en altura en la década de 1970 por las Torres Gemelas del World Trade Center, el Empire fue recientemente superado por otros edificios. Se trata en su mayoría de estructuras delgadas, especie de agujas en el horizonte de la ciudad, que van cambiando su aspecto año tras año.
De todos modos, nada supera al mito del Empire State Building, el símbolo de la Gran Manzana.
“París tiene la Torre Eiffel, Londres tiene el Big Ben, Los Ángeles tiene el letrero de Hollywood. Pero en Nueva York está el Empire State Building”, aseguró Lilly Turtle, curadora del Museo de la Ciudad de Nueva York.
El rascacielos fue construido en los años de la Gran Depresión, cuando los estadounidenses hacían fila para comprar pan y la tasa de desempleo era del 15,9%, un período a menudo comparado con el de la crisis de la pandemia del coronavirus.
“No tuvieron problemas para encontrar a los trabajadores”, dijo John Tauranac, autor de un ensayo sobre el rascacielos. Al igual que hoy, “la gente estaba desesperada por un trabajo”.
Demandó más de 13 meses completar el edificio de acero y concreto reforzado a un costo de 41 millones de dólares, una fortuna para la época. Los neoyorquinos se agolparon alrededor del sitio de construcción para ver cómo la gigantesca torre se elevaba hasta tocar las nubes. El ritmo de trabajo era el de un piso por día.
El mundo lo conoció en los primeros años 30 gracias al filme “King Kong” (1933), cuyas panorámicas en blanco y negro aún siguen cautivando a los amantes del cine. Desde entonces, el edificio sirvió de escenario para decenas de películas y series de televisión.
El Empire State Building, ahora impulsado por energía eólica, tiene más de 70 ascensores, 6.500 ventanas y 100 kilómetros de tuberías.
Una buena forma de hacer ejercicios es subir sus 1.860 escalones. El premio son las dos terrazas de observación que permiten una espectacular vista panorámica de 360 grados: desde Massachusetts hasta Delaware en los días más despejados.
Sobran las anécdotas en torno al rascacielos. En 1945 un avión se estrelló de costado, mientras que en 1986 dos ingleses saltaron desde el piso 86 con un paracaídas para ser detenidos a su llegada al suelo.
Fue una de las primeras atracciones en reabrir a los visitantes el pasado 20 de julio después del primer cierre impuesto por la pandemia en Nueva York.
En los últimos años, ha sido objeto de renovaciones que han costado 165 millones de dólares, incluida una nueva terraza panorámica, un ascensor de cristal, un espacio de museo y una nueva entrada.