Entrepinceles ofrece arte y apoyo en sombreros
Fabiola Calvi es la propietaria del emprendimiento Entrepinceles, que a través de sombreros pintados a mano apoya al parque de aves Agroflori.
El emprendimiento data de hace más de seis años, pero comenzó a crecer en la pandemia.
Calvi pinta sombreros, gorras, carteras y macetas. El arte que la emprendedora desarrolla muestra diferentes motivos, pero sobre todo la naturaleza.
Aves, felinos salvajes, cactus, mariposas, flores y otros detalles son los que inspiran a Calvi a la hora de pintar.
“Hace unos siete años en el vivero de mi esposo pintaba en macetas, en piedritas, en cosas decorativas y poco a poco empezó como un hobby, agarraba un sombrero o una prenda y las pintaba. De ahí poco a poco, familiares y amigos empezaron a pedirme y ya con la pandemia comenzó a crecer más”, contó sobre el inicio del emprendimiento.
Tras sus primeros sombreros, Agroflori se interesó por contar con los productos que Calvi elaboraba, por lo que la demanda fue en aumento.
“En realidad Marcelo Antezana (el fundador del parque) es un amigo de mi esposo, se conocen por los animalitos, empezó pidiéndome que lleve poco a poco los sombreros allá , sobre todo por la pandemia, ahí fui dejando, esto es una ayuda”, afirmó.
Sobre el apoyo al parque de aves, señaló que parte de lo recaudado se queda para el cuidado de los animales que están en el lugar.
Los diseños
El emprendimiento que comenzó con el pintado en macetas y objetos decorativos creció, incluyó los sombreros y el pedido personalizado de los clientes.
“Normalmente hago tanto animales como paisajes, me hicieron pintar el Tunari con el Cristo de la concordia y la kantuta para un regalo que llevaron a Europa”, dijo.
Los diseños varían. Calvi señaló que pintó un murciélago pez para una bióloga,además de la careta que se encuentra en la Casa de Moneda junto al Cerro Rico de Potosí.
Contó que los diseños más difíciles son los que se hacen sobre colores oscuros, pero también destacó que el material que utiliza impide que las pinturas pierdan su color.
Usa pinturas acrílicas especiales para tejidos, de los sombreros también pasó a las gorras con diseños personalizados, pero no solo se quedó allí, ahora empezó con el pintado de carteras de tela y va probando la pintura en cuero.
“Normalmente no pensé que iba a hacer esto, es algo fuera de mi carrera, yo soy veterinaria, pero siempre me ha gustado pintar”, señaló.
La familia de Calvi, y en especial su esposo, apoyan el emprendimiento e impulsan a que continúe haciendo arte, pero también dando una mano al parque de aves, donde se protegen a los animales rescatados.
“Estoy agradecida por este don, estas cosas que se pueden hacer, la habilidad de poder hacer esto. Solo puedo decir que las personas apoyen a todos los emprendimientos, porque creo que gracias a esto muchas personas pueden salir adelante, que se valore el trabajo de lo que se hace a mano, hacer a mano requiere más entrega de sí, es más moroso. Yo especialmente dedico cada pincelada con mucho amor. Todo el tiempo que he trabajado, no todos me salen igual, siempre espero que salga mejor”, afirmó.
Recordó que es importante incentivar a los emprendimientos bolivianos, ya que ayudan a crecer al país y también se promueve el apoyo a otras instituciones.