Día Mundial del Vehículo Eléctrico: beneficios, mitos y realidades
El 9 de septiembre se celebra el Día Mundial del Vehículo Eléctrico, una fecha dedicada a promover el uso de este tipo de transporte y generar conciencia sobre su impacto positivo en el medioambiente y la movilidad. A medida que crece la adquisición de vehículos eléctricos (VE) en el mundo, es vital conocer sus beneficios, desmentir algunos mitos y entender las realidades de esta tecnología.
Son más fáciles de conducir
(Verdad)
Los autos eléctricos no requieren cambios de marcha, lo que los hace similares a vehículos automáticos, pero con una sensación aún más fluida. Además, ofrecen potencia inmediata gracias a su sistema de entrega de torque desde el arranque, lo que mejora la experiencia de conducción.
Tienen menos potencia que los motores de combustión (Falso)
A pesar de su andar silencioso, los motores eléctricos no sacrifican potencia. De hecho, muchos de los vehículos más potentes del mundo, conocidos como hypercars, son eléctricos y algunos superan los 2,000 caballos de fuerza.
Son costosos de mantener (Falso)
A diferencia de los autos tradicionales, los vehículos eléctricos tienen menos componentes consumibles y no requieren cambios de aceite o mantenimiento del motor. Esto se traduce en menores costos operativos, aunque sí es necesario revisar elementos como los frenos y los sistemas de refrigeración.
Las baterías no son reciclables (Falso)
Las baterías de los autos eléctricos pueden ser reparadas, reutilizadas y, al final de su vida útil, recicladas. Incluso, pueden servir como fuentes de almacenamiento para energías renovables, como la solar.
Sostenibilidad
Dependiendo el tipo y modelo del vehículo eléctrico, el costo inicial puede ser superior al de los autos convencionales, esta diferencia se ha reducido significativamente. Además, los vehículos eléctricos permiten un ahorro considerable en el consumo de energía: un auto de combustión consume tres veces más energía que uno eléctrico. Esto se debe a la eficiencia de los motores eléctricos, lo que los convierte en una opción más económica a largo plazo.
A menudo se asume que la falta de estaciones de carga es un obstáculo para la adquisición de autos eléctricos. Sin embargo, muchos usuarios pueden cargar sus vehículos en casa, lo que resulta suficiente para el uso urbano diario. Las estaciones de carga públicas son más necesarias para viajes largos, donde es clave planificar las rutas.
En Bolivia, la infraestructura de carga sigue en expansión. Ya se han instalado electrolineras en ciudades como La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Oruro, con planes de ampliar su cobertura en el futuro.
Beneficios
Una de las principales ventajas de los vehículos eléctricos es su aporte a la sostenibilidad. Al reemplazar el uso de combustibles fósiles, los VE ayudan a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO₂), disminuyendo así la contaminación ambiental. Además, son más eficientes en el consumo de energía: un motor eléctrico convierte hasta el 90% de la energía de la batería en movimiento, mientras que los motores de combustión interna solo logran aprovechar alrededor del 30%.
Para incentivar el uso de vehículos eléctricos, en Bolivia el Decreto Supremo 4539, promulgado en julio de 2021, establece una política integral de fomento a la electromovilidad. Esto incluye incentivos tributarios, como una alícuota de 0% para el Gravamen Arancelario (GA) y una reducción del Impuesto al Consumo Específico (ICE). Como resultado, el país ha visto un incremento en la importación de vehículos eléctricos, alcanzando 1.893 unidades en 2023.
La empresa Quantum Motors fue inaugurada en septiembre de 2019, como la primera industria de automóviles eléctricos de Bolivia.
Conversión de autos de combustión a eléctricos
En Cochabamba, la empresa Electromovilidad ofrece la posibilidad de convertir vehículos tradicionales en eléctricos, reemplazando el motor de combustión por uno eléctrico. Este proceso implica la instalación de un kit de conversión que incluye un controlador, baterías y un convertidor, entre otros componentes. Esto permite que los propietarios de vehículos convencionales se sumen a la transición hacia una movilidad más sostenible.