El trópico, la zona más vulnerable por lluvias

12/11/2018

Un paisaje de exuberante vegetación y un clima, para muchos, perfecto son parte del escenario natural y paradisiaco del trópico de Cochabamba, una de las regiones más visitadas de Bolivia por miles de turistas.

Majestuosas montañas de la cordillera de los Andes y cálidos llanos amazónicos rodean a este refugio natural de animales salvajes y miles de especies de plantas, árboles y flores. Inmensos ríos, que se extienden a lo largo de este territorio, son parte de la hidrografía abundante.

El verdor intenso de la vegetación, en un bosque que parece interminable, luce su mejor gala con la llegada de la temporada de lluvias, en noviembre. Sin embargo, con esta época llegan también las inundaciones.

De acuerdo al Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, en 2017 al menos 7.000 hectáreas de plantaciones frutales fueron afectadas en el trópico. Asimismo, los daños a infraestructuras y viviendas dejaron pérdidas de consideración.

Uno de los sectores más perjudicados es el bananero, cuyo volumen de producción disminuye durante la época de lluvias. La semana pasada vientos huracanados derribaron alrededor de 50 hectáreas de banano en la zona de San Luis y comunidades aledañas de Shinahota.

Otro rubro perjudicado es el turístico. Se estima que más de 100 mil personas, entre extranjeros y nacionales, visitan esta región. Sin embargo,  esa cifra baja en más del 50 por ciento debido, principalmente, a los cortes de carreteras. En el trópico existen 157 centros de hospedaje, entre hoteles, hostales, residenciales y alojamientos.

Prevención

Muchas de las regiones del trópico cochabambino se ven afectadas de forma recurrente por el desborde de ríos.

Para hacer frente a los desastres, la Gobernación, a través de la Unidad de Gestión de Riesgo (UGR), intensifica los trabajos de limpieza de ríos y capacitación en los municipios en temas de emergencias y contingencias. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la respuesta es reactiva y no preventiva.

Para Oscar soriano, responsable de la URG departamental, la temporada de lluvias afecta a diferentes regiones, pero el trópico es el sector más vulnerable a las inundaciones por la cantidad de ríos que lo conforman y los volúmenes de agua de estas afluentes.

"En el trópico es recurrente la crecida de ríos, a diferencia de las zonas andinas, donde se producen más deslizamientos. En los valles y cono sur las precipitaciones son más regulares", explicó.

El trópico cochabambino se encuentra en la provincia Chapare y está emplazado en un terreno de alrededor de 12.445 kilómetros cuadrados, con una población de 195.000 habitantes.

"Zona roja"

Grandes ríos navegables como el Ichilo, Chapare, Chimoré y el 24, entre otros son los de mayor cauce y volumen en esta región.

"Uno de los problemas es que los afluentes empiezan arriba con hasta 50 metros de ancho y se van juntando en la parte baja a canales de 2 a 2,50 de ancho provocando desbordes, ya que no hay capacidad ni espacio para que esas aguas puedan seguir su cauce normal", añadió.

En ese sentido, para Soriano, uno de los trabajos más importantes en temas de prevención es elaborar planes de contingencia junto a los municipios en determinados sectores como El Sillar.

Esta zona, considerada como "roja" por su inestabilidad geológica, se extiende por alrededor de 30 kilómetros y forma parte de la construcción de la doble vía Cochabamba-Santa Cruz.

En el Sillar son constantes los cortes del tráfico vehicular, ya sea por los trabajos de limpieza de vegetación o refacción y accidentes. El último se produjo a principios de este mes, cuando intensas lluvias ocasionaron el desplome de una plataforma a la altura del kilómetro 263. El hecho dejó cinco muertos y todavía se busca a un desaparecido.

Se prevé que el proyecto a diseño final de la doble vía El Sillar concluya en 2021. 426 millones de dólares demanda la obra que contempla además la construcción y el mantenimiento vial, hasta su entrega.

De acuerdo a datos oficiales, el Ministerio de Obras Públicas destinó al menos 400 millones de dólares para el proyecto integral de solución en el sector, que incluye la perforación de túneles y construcción de viaductos. Entretanto, La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) asignó 50 millones de bolivianos para ejecutar el plan de atención de emergencias para la temporada de lluvias, correspondiente a las gestiones 2018 y 2019.

La basura y su manejo

La ciudad cochabambina es otra de las regiones considerada como vulnerable en época de lluvias, en la que es común ver inundaciones en sólo unos minutos. Una de las razones principales es el inadecuado manejo de la basura. Ello sumado a una red de alcantarillado obsoleta, desagües antiguos y conexiones irregulares, agudizan la problemática.

Para Daniel Rodríguez, director de la UGR de la Alcaldía, las inundaciones son ocasionadas, en la mayoría de los casos, por los residuos sólidos que algunas personas botan en las calles o vía pública.

La basura  en las calles y mercados representan uno de los mayores problemas en Cochabamba debido a que causa la saturación de alcantarillados y desagües, afectando la transitabilidad y provocando inundaciones en viviendas.

En el cuadro a continuación se identifican los “puntos rojos” o de mayor afectación en época de lluvias.

Refuerzos

En la temporada de lluvias se intensifican los trabajos, pero también se fortalecen los equipos y personal.

En la Gobernación de Cochabamba 24 funcionarios forman parte de la UGR. Sin embargo, cuando hay emergencias y contingencias mayores activan su brazo operativo que es el SAR de la Fuerza Aérea. Asimismo, cuentan con el apoyo de personal de los Bomberos, la Policía y voluntarios.

Entretanto, desde las unidades de Gestión de Riesgo de los municipios también fortalecen los trabajos y personal.  En el caso de Cercado, esta institución cuenta con alrededor de 150 personas, que trabajan las 24 horas, de lunes a domingo y en tres turnos.

Las labores se realizan en coordinación con la Secretaría de Infraestructura, cuyo retén cuenta con 24 funcionarios, vehículos, bombas, un equipo de retroexcavadora y volquetas. Asimismo, coadyuvan el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa) y la Unidad de Bomberos.

Lluvias por encima de lo normal

De acuerdo a Oscar soriano, responsable de la URG de la Gobernación, la duración de la época de lluvias es variable. "Va de acuerdo a las precipitaciones y condicionales hidrológicas y climatológicas", explicó.

Este año se prevén que las lluvias se produzcan por encima de lo normal y es posible que para la próxima gestión haya un déficit hídrico. Ante este panorama, habrá una reunión el mes que viene y según eso se tomarán las acciones concretas.

Las labores para prevenir los desastres por lluvias se realizan todo el año, sin embargo muchas veces no es suficiente y en la mayoría de los casos, la respuesta es reactiva y no preventiva. Por ello, desde las distintas instancias gubernamentales correspondientes refuerzan sus equipos de trabajo con personal y maquinaria, en coordinación con vecinos y voluntarios de distintas instituciones.

Por: Giuliana Jaldín
Fotos: Los Tiempos