La prontuariada Jane Fonda
A Jane Fonda la han arrestado cuatro veces en las últimas semanas, según información de agencias y diarios internacionales. La activista y afamada actriz decidió mudarse temporalmente a Washington para protestar todos los viernes contra el cambio climático. Acompañada de un centenar de manifestantes, la mayoría mujeres que peinaban canas, Fonda acudió el viernes 25 de octubre al Senado estadounidense para urgir a los políticos a que aprueben el Green New Deal, una resolución que busca cambiar de combustibles fósiles sucios a energías renovables limpias y traza el camino para dejar en “cero” las emisiones globales hacia 2050. “Probablemente iré esta noche a la cárcel y no será la primera vez”, sostuvo la celebridad en el corazón de la Cámara alta, antes de la detención. La actriz, que pronto cumplirá 82 años, se ha pasado medio siglo luchando por diferentes causas.
Un documental de HBO estrenado en septiembre del año pasado destaca el activismo político de Fonda, una mujer que ha logrado reinventar su vida muchas veces.
“Jane Fonda in Five Acts” presenta parte de la vida de la actriz, desde su juventud, al margen de los movimientos intelectuales y sociales de la década de 1960, mostrando a una activista política por derecho propio, con el poder provocar una verdadera ira incluso en el propio presidente de los Estados Unidos. (La voz grabada de Richard Nixon, menospreciando a Fonda, abre la película.) Los primeros cuatro actos del documental llevan el nombre de los hombres que ejercieron la mayor influencia en la vida de la artista, comenzando con su padre Henry Fonda y continuando con sus tres maridos: Roger Vadim, Tom Hayden y Ted Turner. El último acto lleva el nombre de Fonda.
CAUSAS
Desde oponerse a la Guerra de Vietnam en la década de 1970 hasta ser un opositor vocal del presidente Trump, Fonda ha participado en algunos de los movimientos activistas más importantes del último medio siglo de la historia de Estados Unidos. Y aunque es mejor conocida por su controvertida conexión con la Guerra de Vietnam, ha extendido sus esfuerzos a varios otros movimientos, incluidas las luchas por los derechos civiles, de las mujeres y del medio ambiente.
“¿Una noche en la cárcel? Gran cosa”, ironizó la octogenaria actriz, el pasado octubre cuando la arrestaban, vestida con un elegante abrigo rojo, un sombrero verde y gafas de sol que no se quitó ni cuando atravesó el detector de metales del Senado. “Este abrigo rojo que ven es la última prenda de ropa que me voy a comprar en mi vida”, dijo en respuesta a los altos grados de consumismo que ve en la sociedad. “Así que tendré mucho más tiempo libre”, agregó entre risas. Aunque no quiso revelar qué candidato presidencial identificaba mejor su postura frente al cambio climático, afirmó que “no es tiempo de moderación”. Lo que podría interpretarse como un espaldarazo a Bernie Sanders y Elizabeth Warren, los dos postulantes más radicales del Partido Demócrata.
“El pacto es sólo el marco, cuando el próximo presidente llegue a la Casa Blanca puede empezar a tomar decisiones desde el día uno a través de órdenes ejecutivas para ayudar a los más afectados de esta crisis. Y eso incluye a los trabajadores del petróleo, no es su culpa, así que tenemos que preocuparnos de que se hagan cargo de ellos”, apuntó la actriz, ícono de Hollywood. Para ella los jóvenes que hacen huelga todos los viernes son su inspiración. Y, por supuesto, la líder del movimiento climático Greta Thunberg, de 16 años. “A los jóvenes les digo que se unan a las manifestaciones con sus compañeros, o con nosotras, las abuelas”. La edad avanzada de quienes acompañan a Fonda en Washington queda en evidencia a la hora de las detenciones. Muchos no pueden cruzar sus brazos por la espalda para que la Policía les amarre las muñecas porque no tienen buena articulación. Hubo uno que incluso llegó en andador.
¿JARDINERÍA?
Antes de cumplir los 80 años, Jane Fonda reconoció a Vanity Fair que pensaba que a esa edad estaría dedicada a la jardinería. “No pensé que volvería a las barricadas, no. No pensé que nuestras libertades, nuestra democracia, estarían en peligro como están ahora”, afirmó entonces. La galardonada actriz y una de las voces fuertes del movimiento feminista se ha dedicado en los últimos tiempos a luchar por los derechos de las campesinas. Pero toda su carrera está marcada por el activismo.
EN LOS AÑOS 60 Y 70
Fonda estaba embarazada y vivía en Francia en 1968, donde al principio se quedó en las afueras de los crecientes movimientos sociales y políticos. Pero la afluencia de noticias sobre la guerra en Vietnam y las manifestaciones de derechos civiles en los EEUU la inspiraron a regresar a casa y sumergirse en el activismo.
Durante este período, Fonda atrajo la vigilancia del Gobierno por su apoyo a las Panteras Negras a través de recaudaciones de fondos en su hogar. También hizo campaña en nombre de revolucionarios como Angela Davis, a quien visitó en prisión en 1971.
Fonda también prestó sus esfuerzos a una variedad de causas de los nativos americanos. Cuando el activista Bernie Whitebear dirigió a un grupo nativo para ocupar Fort Lawton en Seattle en respuesta al estado de reservas en declive en 1970, Fonda apareció y lo ayudó a negociar por sus derechos. Mostró solidaridad cuando los jóvenes nativos americanos ocuparon Alcatraz en San Francisco de 1969 a 1971 al visitar a los manifestantes.