PNL, cambiar de percepción para vivir mejor
Una estrategia de comunicación, desarrollo personal y psicoterapia que nació en los años 70 puede ayudarte a afrontar la crisis sanitaria. Hablamos de la Programación Neurolingüística (PNL). “Esta estrategia se centra en la existencia de una relación entre los procesos neurológicos, el lenguaje y los patrones de comportamiento que cada uno de nosotros hemos aprendido e interiorizado a lo largo de nuestra existencia”, afirma la psicóloga Mercedes Álvaro, quien también realiza coach con PNL.
La terapeuta máster en PNL y bioneuroemoción, Shane Medina, explica que ésta es una técnica para la indagación de los patrones mentales del ser humano, ya que permite comprender cómo funciona el cerebro humano y cómo procesamos la información que nos llega del mundo que nos rodea.
“El objetivo es programar o reprogramar el cerebro para decirle cómo actuar cuando se enfrente a determinado estímulo o situación limitante. Buscamos cambiar la percepción del individuo en función de sus metas y de su bienestar. De este modo, es posible cambiar una conducta en coherencia con lo que desea obtener como respuesta”, agrega y resalta que con la PNL podemos comprender cómo nos comunicamos con nosotros mismos y con el entorno.
¿CÓMO AYUDA A ENFRENTAR ESTOS TIEMPOS DE PANDEMIA?
Para Álvaro, este tipo de crisis externas pueden convertirse en una oportunidad para crecer, reinventarse, cambiar la realidad y buscar nuevas oportunidades. Indica que esta herramienta permite aplicar estrategias para concretar una idea, reprogramar comportamientos, motivarse, reinventarse y generar nuevas opciones de solución frente a las dificultades. “Nuestros pensamientos van a definir el cómo afrontaremos esta pandemia a nivel personal y cómo saldremos de ello cuando pase”, resalta.
¿Qué debo saber si quiero beneficiarme de esta técnica? Álvaro responde que lo principal es saber que los recursos que necesita un individuo para realizar un cambio están dentro de él. Añade que gracias a esta estrategia se identifican los no puedo y nuestras creencias, además nos permite indagar en nuestro mundo interior para llegar a descubrir nuestros recursos para mejorar la calidad de vida.
Medina coincide con ello y agrega que debido a la Covid-19 cada persona hace una interpretación distinta de la realidad, ya sea sobre las medidas de seguridad recomendadas, la situación económica o los niños pasando clases desde casa, entre otras circunstancias. “La tendencia es que las interpretaciones a todas estas situaciones han dado paso a casos elevados de estrés, ansiedad y miedo generalizado”, apunta.
Agrega que la PNL ayuda a las personas a entender su realidad. Para ello, uno debe saber cuál es su sistema representacional más dominante, es decir, con cuál de los cinco sentidos: visual, auditivo, kinestésico (gusto, olfato y tacto) procesa internamente toda la información de su entorno físico, mental y emocional.
- Visual. Medina indica que corresponde a las personas que se fijan especialmente en los detalles visuales y, por tanto, sus recuerdos toman forma de imágenes. “Necesitan el contacto visual de su interlocutor. Dado que sus pensamientos afloran en forma de imágenes, suelen hablar rápido y frecuentemente saltando rápidamente de tema”, detalla.
- Auditivo. La terapeuta manifiesta que las personas auditivas suelen recordar mejor las palabras y sonidos, por lo que su propio lenguaje está influido por términos auditivos.
- Kinestésico. Este sistema lo utilizan las personas cuyos recuerdos provienen de las sensaciones (corporales, gustativas, olfativas, táctiles). Por tanto, usan mucho el contacto físico. En este caso, como en los anteriores, su propio lenguaje se ve influido por términos que representan sensaciones, apunta la experta.
Medina enfatiza que dichos sentidos los hemos utilizado de forma consciente e inconsciente en la vida cotidiana. Incluso en este momento al observar las palabras y percatarte de los ruidos que te rodean. “De esa interpretación catalogarás la experiencia como ‘buena’ o ‘mala’. Sin embargo, nuestros sentidos captan una parte reducida de un espectro mucho más amplio. De aquí viene el principio de la PNL: “el mapa no es el territorio’”, reflexiona.
EL PODER DEL LENGUAJE Y DEL PENSAMIENTO
Álvaro subraya que los pensamientos son la suma de las palabras, lo que generará una comunicación efectiva o no. Para explicarlo mejor, cita un fragmento del libro “La ciencia del lenguaje positivo”, de José Luis Castellanos: “Las palabras que elegimos marcan la biología de nuestro cerebro y, por tanto, definen nuestra salud mental, nuestro comportamiento”. La especialista refuerza que una persona que use y reciba un lenguaje más positivo puede ser más feliz y mejorar su calidad de vida. Partiendo de esta premisa, comparte los siguientes consejos:
- Mantén el miedo a raya. “Los virus, las infecciones y los contagios se alimentan por tu programación mental”, afirma.
- Pregúntate de qué palabras nutres generalmente tus pensamientos. Si son más optimistas o pesimistas. Por ejemplo: no sé, no puedo, no soy capaz, qué pensarán de mí, difícil, imposible, me voy a enfermar, voy a morir, etc. Recomienda reprogramar esos pensamientos a positivos: yo puedo, soy capaz, no enfermaré porque uso medidas de bioseguridad…“Si cambias tu lenguaje, crearás otra realidad para ti”, acota.
- Referente a la sobreinformación. ¿Cómo te sientes después de escuchar un noticiero o leer las noticias? ¿Te quedas más con palabras como muerte, infectados, contagiados, riesgo…O te quedas más con palabras como solidaridad, ayuda, voluntarios, esperanza?, cuestiona Álvaro y aconseja siempre quedarnos con lo positivo.
- “El cuerpo sano hace lo que tu mente dice”, recuerda.
- Limpia tu mente para programar tus deseos, sugiere.
- Propicia un buen relacionamiento familiar, generando una comunicación efectiva con lenguaje positivo entre cada miembro de la familia.
- “El lenguaje positivo es la mejor mascarilla frente a la pandemia”, destaca.
- Busca apoyo profesional.
PONLA EN PRÁCTICA
¿Cómo cambiamos la percepción que tenemos de la Covid-19 o de cualquier situación estresante o conflicto generado con la PNL? Medina comparte el siguiente ejercicio:
1. Siéntate en un lugar cómodo y silencioso, cierra tus ojos.
2. Visualiza frente a ti una esfera o bola tan grande como el tamaño del miedo, estrés o ansiedad que te produce el conflicto generado.
3. Observa detenidamente todos los detalles de esa esfera: tamaño, color, textura, peso, brillo, si hace algún sonido, ¿es fría o caliente?
4. Una vez que tengas todos sus detalles, pregúntate ¿cómo te hace sentir?, ¿qué sensación corporal tienes? ¿Hay alguna emoción? ¿En qué parte del cuerpo?
5. Coloca tu mano en el lugar del cuerpo donde tienes la sensación descrita anteriormente. Mientras observas la bola o esfera, mantente allí observándola y observándote.
6. A continuación, cambia cada uno de los detalles de la esfera. Cambia el color a uno más agradable para ti, hazla menos pesada, con una textura diferente, si estaba fría la cambias a cálida o viceversa, bajas el brillo inicial o lo subes (dependiendo de lo que tu mente decida hacer) y así vas realizando la modificación de su aspecto inicial.
7. Ve reduciendo el tamaño de la esfera hasta que quepa en la palma de tu mano. La tomas y cierras tu mano hasta que la bola se vaya haciendo imperceptible y desaparezca.
8. Repite esto hasta que te sientas tranquilo.
“La PNL no cambia el mundo, simplemente nos ayuda a cambiar la forma cómo observamos y percibimos el nuestro. Generando respuestas distintas ante situaciones difíciles y aumentando la capacidad de manejar nuestras conductas y emociones de forma apropiada en pro del bienestar”, destaca Medina.