Muñecas con historia
Ellas llegaron, pero no se quedaron. El poco tiempo que estas 80 muñecas estuvieron en Cochabamba, despertaron gran atención en la población que le dio unos minutos de su tiempo para conocer las historias detrás de los 100 años de antigüedad que tienen algunas de ellas.
La exposición itinerante de muñecas llegó desde La Paz y se quedó durante una semana en la Casona Santiváñez. La gente podía conocer estos ejemplares de acuerdo con su material. Algunas son de porcelana, otras de tela y también algunas de plástico, explicó la dueña de la colección, Roxana Salazar.
Las muñecas son del periodo entre 1860 y 1960. “Pusimos un freno en el momento en el cual se comienza la producción en serie de muñecas de plástico. Es decir, todas estas son hechas de manera artesanal”, mencionó Salazar.
Pero ¿cómo se hacía una muñeca artesanal? Dependiendo del material, esto variaba en cuanto a tiempo y forma de producción. Por ejemplo, para hacer una muñeca de porcelana se comenzaba con la cabeza.
“Primero se hacía en un molde y se metía en el horno. Se dejaba secar y luego se pintaba el rostro. Una vez hecho esto se volvía a llevar a calentar para fijar la pintura. Una vez finalizada la cabeza se debía adherir al cuerpo que es hecho a parte. La ropa y los zapatos se confeccionaban en otro taller. Luego de vestir a la muñeca se procedí a colocar la peluca para el cabello y finalmente los detalles. Es decir, era algo realmente cuidadoso y detallado”, explicó Salazar.
Todo este proceso podía llevar muchas semanas y requería mucha destreza. Algo que hoy casi no se ve en las muñecas de la actualidad, pero esta exposición nos recuerda que la delicadeza de este trabajó existió hace más de 50 años. Cada elemento cuenta una historia del momento histórico al que pertenecieron estas muñecas.
Las muñecas afroamericanas
Entre las muñecas resalta un grupo que tienen la piel de color. Llaman la atención, pues no son usuales en el mercado actual y tampoco hay demasiadas entre las que están en exposición. “Cuando los europeos llegaron a África, quedaron sorprendidos por la presencia de familias de color. Entonces decidieron replicarlos en muñecas. El problema es que al inicio utilizaban los mismos moldes que usaban para las europeas, entonces tenían esos rasgos y sólo era la piel pintada. Luego, con el tiempo, hicieron moldes con rasgos africanos, ojos más grandes, labios prominentes y cabello churquito”, contó Salazar.
La vestimenta
Algunas muñecas traen vestidos de niña, otras tienen vestidos muy elegantes y algunas llevan vestidos corto y collares. Y es que cada prenda representa la época en la cual fueron creados esos juguetes.
“En los años 20 era impensable que una mujer saliera de fiesta a bailar. Sus vestidos eran mucho más recatados y demás. En cambio, luego las cosas cambiaron y esto también se vio representado en vestidos más cortos y algunas joyas e incluso algunas venían con el cigarro en la mano, porque algunas ya fumaban”, indicó la coleccionista.
Sin embargo, sin importar la época, se procuraba que los vestidos sean hechos a mano.
Shirley Temple
La actriz Emma Watson no es la primera en convertirse en muñeca. La famosa niña actriz Shirley Temple fue una de las primeras en ser llevada a un juguete. Sus películas son un ícono que ayudaron a Estados Unidos a superar la gran depresión. Y por ello decidieron inmortalizarla.
Sus vestidos son idénticos a los que utilizaba, su cabello ondulado la representa, las mejillas rosas y una mirada de inocencia caracterizan a esta muñeca que tenía su espacio en la exposición con al menos una docena de muñecas de diferente tamaño y material, pero todas siendo la imagen de Shirley.
La boda
Un grupo de muñecos y muñecas llaman la atención desde el fondo de la sala de exposición. Todos llevan traje de gala y asisten a un evento importante, una boda. Se trata de una colección hecha por un diseñador americano Frankling Mint.
Las muñecas tienen una altura aproximada de 20 a 30 centímetros. Son de porcelana y están vestidos con los trajes de gala como para asistir a una boda. Su elaboración fue cuidadosamente pensada y representa un importante evento social.
Exposición fija
Si usted desea conocer muñecas de los cinco continentes, no olvide pasar por el museo Elsa Paredes de La Paz. El nombre es en honor a la dueña original de la colección de 2 mil muñecas, quien además fue presidenta del Concejo en los años 80.
“Elsa fue mi mamá. Ella adoraba las muñecas y donde iba siempre compraba alguna. Y todos los que la conocíamos le regalábamos alguna. Entonces llegaron a ser 2 mil muñecas y se nos ocurrió exponerlas, porque es algo que a ella le hubiera gustado”, contó Roxana Salazar.
Las muñecas están vestidas con trajes típicos de sus respectivas regiones. Además, hay una de cera. La colección también crece gracias a las donaciones de personas que tienen algunas reliquias guardadas.
Este año, Roxana optó por hacer exposiciones itinerantes por el país. En Cochabamba recibió el apoyo de la Alcaldía de Cochabamba que le brindó el espacio de la casona Santiváñez. La Universidad Central (Unicen) también participó con estudiantes guías de la exposición y con protocolo. Y el hotel Margarita apoyó con paquetes para rifar.
Las muñecas transportaron a mucha gente a su niñez. Otros quedaron maravillados con las historias. Lo que es un hecho es que despertaron la atención de muchos cochabambinos que recibieron este regalo por el mes aniversario.