Singani Los Parrales innova
Portillo Alto, Tarija, la tierra del vino y el singani. A un costado, las bodegas Kuhlmann, en pleno proceso de elaboración; al otro, una de las tres plantaciones de viñedos con la variedad Moscatel de Alejandría con la que se elabora el producto estrella: singani Los Parrales.
La empresa quiere dar dos buenas noticias y, en honor a ello, los periodistas hemos sido invitados a formar parte de la vendimia y elaboración del singani.
Es una tarde que oscila entre la lluvia fresca y el calor, se puede sentir el olor a tierra y uvas. Los periodistas disfrutamos del proceso, aunque sólo sea por una tarde, conociendo algo de las virtudes del vino de altura (único en el mundo) y las cualidades propias para la industria vitivinícola boliviana.
Corte aquí, con las pequeñas tijeras; corte allá, recorriendo las eras. La cosecha se pone divertida entre risas y fotos. Alguien por allí no lo resiste más y se lleva unos granos a la boca. Dulce, delicioso, exquisito… se puede sentir. Se van llenando de racimos las cestas de plástico y cada quien muestra orgulloso su “cosecha”. Una tarea simpática, aunque con el tiempo se hace agotadora. Y nos imaginamos a las 300 personas que en esta época del año tienen que dedicarse a cosechar eras y eras de la uva. Dicen que para lograr una botella del singani Herencia se necesitan 65 kilos de la fruta.
La empresa cuenta actualmente con 43 hectáreas de viñedos, pero el objetivo es duplicar esta cifra considerando que las cepas tardan unos cinco años en madurar.
¿Y las buenas noticias? La presentación de los primeros estudios científicos del singani y el lanzamiento de la nueva imagen de su producto estrella, dos hitos que hacen que la empresa busque proyectarse como pionera del producto.
“El singani es una bebida cien por ciento boliviana y es un emblema del país en el exterior, pero, increíblemente, nunca se había hecho un estudio a este nivel. Nosotros hicimos tres investigaciones, tres propuestas, y nos quedamos con la mejor”, explica el gerente general Franz Molina, quien, además, es nieto del fundador Franz Kuhlmann.
Y mientras la comitiva recoge los racimos y los lleva a la trituradora para su destilación en un sistema de tanques en el interior de la bodega, el gerente continúa con su explicación.
Son tres estudios que tomaron alrededor de cinco años y que se mandaron a realizar con tres universidades: San Luis Obispo de California, Mendoza de Argentina y Juan Misael Saracho de Tarija.
El objetivo era ajustar las proporciones de metanol (no convertido en etanol) para lograr un producto no sólo más saludable, sino también más competitivo a nivel internacional, explica a tiempo de extraer muestras de los tanques de acero inoxidable, que sustituyeron a los viejos tanques de cobre (por estos sectores de la bodega, ya se siente el intenso olor a singani y frutas.
Producto de todos estos estudios, prosigue el gerente, son las nuevas versiones de singani Los Parrales y su nuevo logro: singani Herencia, cuyo tiempo de maduración en los tanques de destilación toma 10 años.
Los Parrales aporta, así, con conocimiento científico a la industria del singani en el país, e inaugura una nueva era en la producción de la bebida insignia.
Este hito se celebra con una nueva imagen, explica Molina, mientras la comitiva avanza por las distintas fases del interior de la bodega y se llega a la parte del embotellado y etiquetado.
Allí es donde se muestra la nueva imagen del producto: un logo moderno y estilizado con hojas de parra doradas (de Moscatel de Alejandría, por supuesto) sobre una botella transparente. Este cambio en la imagen y el método de producción se verá en los tres productos de la línea Los Parrales: Reserva Doble Oro (dorado), Selección (rojo), y Clásico (azul).
Además, irá acompañada de una campaña con el eslogan “Se puede sentir”.
“Se puede sentir la historia, que data desde 1893, se puede sentir el trabajo y dedicación de manos bolivianas, se puede sentir la tierra de los valles tarijeños y se puede sentir la pureza de nuestro singani”, explica Molina aludiendo a que ése era justamente el objetivo de que también los periodistas participásemos en una partecita de este proceso. Son las buenas noticias de la empresa y es la nueva propuesta para el país.
Apuntes
+ Bodegas Kulhmann remonta su historia hasta 1893, cuando el alemán Franz Kuhlmann inicia la producción en Camargo (Chuquisaca).
+ En 1973 se traslada a Tarija.
+ Hoy, el producto bandera es singani Los Parrales, nacido en 2005, con rápida expansión en el país y en el exterior.
+ La tradición recorre ya tres generaciones, y en honor a ello nace singani Herencia, producto prémium.
+ Entre los vinos destacan Gran Patrono y Altiplano (este último elaborado originalmente para exportación, pero actualmente también llega al mercado nacional) y el espumante Altosama.
+ Anualmente, la bodega produce 400 mil botellas de Los Parrales, aunque toda la bodega tiene la capacidad para 1,2 millones de litros.
+ Los Parrales fue el primer singani en llegar a Estados Unidos, China y Japón. Actualmente también se exporta a Suiza, Alemania y México, y se gestiona el ingreso a países escandinavos.
+ Bodegas Kuhlmann ofrece empleo a más de 120 personas, aunque la cifra se puede triplicar en tiempo de vendimia.