La guerra acelera la reconfiguración del mercado energético mundial
Texto: Redacción OH!
Fotos: EFE y agencias
La guerra que se libra en Ucrania, invadida por Rusia el 24 de febrero, ha causado una gran conmoción en los mercados de bienes básicos y, en particular, en el mercado energético mundial y ha apresurado su reconfiguración. Los países consumidores de los energéticos rusos han comenzado una carrera en busca de nuevos proveedores y Rusia busca reorientar gradualmente sus exportaciones hacia China e India para eludir las sanciones de Occidente.
En este volátil tablero aparecen nuevos actores. Argelia, decimocuarto país con las mayores reservas de petróleo y líder en cuanto a reservas de gas natural, y Guyana, que ha descubierto en altamar un yacimiento capaz de producir 10.000 millones de barriles de petróleo y cuyos costos de producción más impuestos rondan los 26 dólares. A estos países se suman Angola, Nigeria y la República del Congo.
Rusia aporta el 10 % de la producción mundial de petróleo, y exporta 6,6 miles de millones de metros cúbicos diarios de gas, aproximadamente el 43% del gas del mercado mundial, el 72% de esas exportaciones se dirigen a la Unión Europea (UE). Además, ocupa el sexto lugar en la lista de los mayores productores de carbón (World Energy Trade, 2019).
Guerra y mercado
El Banco Mundial, en su más reciente informe titulado “Perspectivas de los mercados de materias primas”, publicado el 26 de abril, sostiene que, por la guerra, en marzo los precios de la energía se duplicaron respecto a marzo de 2021 y estima “que se eleven en más del 50% en 2022, antes de atenuarse en 2023 y 2024”.
En el capítulo destinado al análisis del mercado energético concluye que el impacto de la guerra podría ser más duradero que las crisis anteriores debido a que el aumento de precios se ha extendido a todos los combustibles, ya que el alza de los precios está impulsando al alza los precios de otros bienes.
El aumento, dice, del precio del gas natural ha elevado los precios de los fertilizantes, lo que a su vez ha presionado al alza de los valores de los productos agrícolas.
“El principal riesgo para los mercados energéticos es la duración de la guerra y el alcance de interrupción de las exportaciones de Rusia. Si la guerra se prolonga y las exportaciones de energía se reducen aún más, los precios podrían subir mucho”, se lee en el documento en su versión en inglés.
Debido a las alteraciones en el comercio y la producción ocasionadas por la campaña militar rusa en Ucrania, el BM pronostica que el precio del crudo Brent ascienda, en promedio, a 100 dólares el barril en 2022 —el nivel más alto desde 2013—, que representa un aumento de más del 40% en comparación con 2021. Si bien este valor se irá reduciendo hasta llegar a 92 dólares en 2023, “aún muy por encima del promedio quinquenal de 60 dólares el barril”.
La institución multilateral también prevé que los precios del gas natural sigan elevados y que los precios del carbón casi se dupliquen debido, en parte, a su uso como sustituto del gas natural en la generación de electricidad, al aumento de la demanda y a una oferta limitada debido a la pandemia.
La demanda mundial de gas natural aumentó en 4,5% en 2021 –la producción mundial aumentó 4,4% y más de la mitad del aumento procedió de Rusia, destaca el documento– y la fuerte subida de precios a partir de agosto de 2021 “ocasionó cierta sustitución por otros combustibles, como el carbón y el petróleo crudo en la generación de electricidad”. La utilización de carbón para la generación de electricidad aumentó un 9% en 2021, que es un nuevo récord.
En marzo de 2022, los precios europeos del gas natural se dispararon más de un 50% respecto a febrero, alcanzado un máximo histórico y “fueron casi siete veces superiores al mismo periodo de 2021”.
“Se prevé que los precios del carbón y del gas natural aumenten fuertemente en 2022 antes de moderarse un poco en 2023, pero se mantendrán muy por encima de su media de cinco años. El mayor aumento corresponde al gas natural europeo (100%) y segundo del carbón (80%)”. Según este reporte, es previsible que el carbón se siga usando como sustituto del gas natural.
En el corto plazo, el alza de los precios amenaza con perturbar o retrasar la transición hacia formas de energía menos contaminantes. Varios países ya han anunciado planes para ampliar la producción de combustibles fósiles (Commodity Markets Outlook, BM, 2022).
Reconfiguración
El organismo multilateral también hace hincapié en la reconfiguración del mercado energético. Algunos países ahora buscan abastecerse de petróleo, gas natural y carbón en lugares más remotos.
Es en este contexto que entran en escena nuevos actores que podrían aliviar la presión sobre el mercado energético mundial. El reporte del BM cita a Argelia, décimo productor mundial de gas y tercer proveedor de Europa, que hasta antes de la crisis energética que sufre Europa por su dependencia de las exportaciones rusas, no jugaba en las ligas mayores de las exportaciones de gas y petróleo y que ahora tiene una oportunidad.
El 12 de abril, ENI, la mayor empresa energética de Italia, y Sonatrach, la empresa estatal de petróleo y gas de Argelia, firmaron un acuerdo “para aumentar las exportaciones de gas a Italia”. En 2021, Italia importó 29.000 millones metros cúbicos de gas de Rusia (38% de sus requerimientos) y 21.100 millones de metros cúbicos de Argelia (28% de sus necesidades).
A esto se suma que “otros exportadores de petróleo y gas que hasta ahora no estaban en el centro de la conversación energética mundial, como Angola, Nigeria y la República del Congo, también están surgiendo como posibles actores para el futuro de Europa. Y las naciones europeas que se apresuran a desligarse del gas ruso están recurriendo a proveedores de gas natural licuado más fiables, pero costosos, como Catar y Estados Unidos”, destaca en un artículo The Washington Post (01.05.2021) que cita declaraciones de Daniel Yergin, historiador de la energía y vicepresidente de S&P Global.
La ventaja argelina es que ya tiene dos gasoductos submarinos en operación que llegan Península Ibérica (Medgaz) e Italia (Transmed), y el ducto, Magreb Europa (GME), que atraviesa Marruecos, cerrado el octubre del año pasado y a través del cual se surtía de este carburante a España y Portugal.
Sin embargo, las exportaciones de gas de este país africano a Europa están lejos de sustituir el volumen que le suministra Rusia. Argelia debe acelerar la inversión en su infraestructura si quiere satisfacer la creciente demanda en la Unión Europea. “Creo que Argelia necesita más de un año para poder aumentar su exportación de gas”, explicó el analista argelino Farid Benyahia al diario Noticias de Alava (28.04.2020).
Guyana, por su parte, ha hallado a 193 kilómetros de su costa yacimientos petroleros que pueden cambiar por completo el rumbo de su economía y su influencia a nivel internacional, sostiene ExxonMobil en su sitio web. El Bloque Stabroek, que comenzó a producir en noviembre de 2021, es explotado por Exxon (45%), Hess (30%) y la china CNOOC (25%).
“Con expectativas de alcanzar los 700.000 barriles al día para 2025, este es el mayor hallazgo del lustro en aguas profundas a nivel mundial y una de las más valiosas adiciones de producción de petróleo convencional. Los costes de producción por barril se estiman en los 26 dólares considerando impuestos, por lo que las ganancias se esperan abundantes en, prácticamente, cualquier escenario”, agrega.
El presidente de Guyana, Irfaan Ali, anticipó que en el segundo semestre de 2022 su país espera ya producir diariamente 320.000 barriles de crudo, cantidad que, para 2026, se elevaría a un millón de barriles diarios (Deutchwelle 30.04.2022).
Y así como los países europeos buscan alternativas para reducir su dependencia energética de Rusia, este país busca nuevos mercados para sus combustibles fósiles. El 13 de abril, su presidente, Vladímir Putin, admitió que tiene dificultades para exportar su producción y anticipó que encontrará nuevos compradores tanto internos como externos.
“En cuanto al petróleo, el gas y el carbón rusos, podremos aumentar su consumo interno, estimular una mayor complejidad en el procesamiento de materias primas y aumentar el suministro de energía a otras partes del mundo, en algún lugar donde realmente se necesiten”, dijo (Bloomberg, 13.04.2020).
Y esta urgencia es aún mayor después de la decisión de Gazprom, empresa controlada por el Estado ruso, de cortar el suministro a Bulgaria y Polonia (27.04.2022) por no pagar las entregas en rublos, como exige el Kremlin para elegir las sanciones occidentales a transacciones en divisas con Moscú por su campaña militar en Ucrania.
Sin embargo, diversos expertos han advertido que, si Rusia quiere vender más petróleo y carbón a China e India y a otros clientes no tradicionales, tendría que realizar una importante baja de los precios para que los potenciales compradores se animen a enfrentar las sanciones internacionales.
Encontrar nuevos mercados para su gas natural es más difícil, ya que para ello requeriría de grandes inversiones para el tendido gasoductos, la instalación de más plantas de transformación del gas natural en gas natural licuado (vía refrigeración) y de puertos equipados para poder exportar el carburante en barcos.