¿De qué hablamos cuando hablamos de “nueva longevidad”?
Ya no es novedad. El mundo envejece y la cantidad de personas mayores en el mundo cada vez es mayor. El futuro llegó, y esto impone —cuanto menos— una mirada más profunda que nos permita echar luz al significado de este fenómeno global. En el mundo se ganaron más de 30 años de expectativa de vida en las últimas décadas y cada día nos anoticiamos de alguien de más de 80 años que mejoró un récord atlético, que es la nueva estrella de la moda a una edad avanzada: la vejez ya no es invisible. El futuro llegó. Asistimos a una nueva vejez, una nueva etapa de vida. La nueva longevidad.
Nuevas etapas traen consigo profundos cambios sociales e institucionales. Sin ir más lejos, cuando se implantaron las reglas que aún rigen los esquemas de protección social en el mundo, como la jubilación en la Alemania del 1900, apenas el 1% de la población germana llegaba a esa edad. Hoy, la realidad es diferente. Casi un tercio de nuestra expectativa de vida se vive en lo que se conoce como “jubilación” o “retiro”, donde etapas como la niñez y adolescencia anteriormente y la nueva longevidad ahora, son construcciones sociales que condicionan nuevas necesidades, nuevas capacidades, nuevos mercados o desafíos. Sus consecuencias son reales.
El primero es el que número de personas mayores en el mundo está en aumento. No solo hay más personas mayores, sino que la vida se extendió y hoy vivimos más años y de manera mucho más saludable como nunca se había vivido en la historia de la humanidad. La nueva longevidad también nos confronta con nuevos roles que definen esta nueva longevidad y ayudan a comprender la envergadura de su influencia. Los mayores votan. Lo vimos en el Brexit del Reino Unido y en la última elección en los Estados Unidos. Las personas mayores toman partido político y ejercen su derecho. Es un hecho que a esta nueva longevidad se la vive con una nueva intensidad. No hace falta ser un Rolling Stone, pero la imagen de Mick Jagger y su banda es lo suficientemente fuerte como para entender cómo están ayudando a redefinir un envejecer que no los tiene como únicos protagonistas. Hoy las personas mayores son una generación más educada y eso les permite informarse, conocer, modificar hábitos de vida y por sobre todo desafiar los cánones establecidos.
Pretender buscar dos adultos mayores similares resultaría infructuoso. Nuestra existencia y experiencia de vida están moldeados por un curso de vida propio y único determinado por las condiciones que nos rodean desde el nacimiento en nuestro hogar y nuestra comunidad. Por las condiciones que nos acompañarían en nuestro crecimiento y desarrollo, en nuestras oportunidades o desventajas y que hacen que cada persona mayor sea única. La variedad de “vejeces” es rasgo e identidad de esta nueva etapa de vida. Una nueva vida y una nueva longevidad.
Doctor en Medicina, Universidad de Salamanca, España. Profesor titular de Medicina, Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina. Profesor titular de Posgrado, Fundación Barceló, Buenos Aires, Argentina.
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