Yashira Jordán y la conmovedora historia de ezequiel…

DURAZNO | ES EL DOCUMENTAL QUE YASHIRA JORDÁN, ESTA JOVEN PACEÑA, ACABA DE PRESENTAR EN LA CINEMATECA ELPASADO 22 DE JULIO.

Yashira Jordán, cineasta paceña nacida en 1985, directora del documental “Durazno” que acaba de presentarse el pasado 22 de julio en la Cinemateca en La Paz, conversó con OH! sobre la realización de este su primer trabajo como directora.

Su muestra se basa en una historia verídica de un personaje real, que emprende un viaje para encontrar a su verdadero padre.

Jordán cuenta que su interés por el cine nació en ella desde temprana por lo que decidió estudiar esa carrera en la Universidad Nacional de La Plata en Argentina.

OH!: ¿Dónde fue filmado el documental?

Comenzamos filmando el documental en La Plata Argentina, pero la historia comienza en Mercedes, que es dentro de la provincia de Buenos Aires; después nos dirigimos en tren a Oruro hasta llegar a Cochabamba.

OH!: ¿Cuándo nació la idea de Durazno?

El 2010 comencé con el proyecto, pero ya lo conocí a Ezequiel el 2008 y desde el primer día ya filmaba situaciones mientras él me relataba cosas, tenía mucho material con él y jamás me había imaginado que lo iba a usar en el documental.

A medida que iba progresando “Durazno” pensé en hacer las imágenes más significativas del pasado de Ezequiel con un actor, porque para mí es totalmente anti natural que él actué de sí mismo o actúe de su pasado, pero todo era con aprobación de Ezequiel porque era su vida.

Ahí yo lo tenía en mente a Nahuel Pérez, actor argentino con el que siempre soñaba hacer algo. Le mandé la idea y todo lo que tenía de “Durazno” y aceptó.

OH!: ¿Cuál es la trama de Durazno?

Es una historia totalmente verídica. El personaje principal se llama Ezequiel, él va a los lugares de su infancia y adolescencia donde se encuentra con personajes de su pasado.

Básicamente se trata de una búsqueda de identidad, él no sabe quién es su padre y toma ese motivo como excusa para salir a hacer un viaje. Lo que realmente quiere el personaje es reconstruir el rompecabezas de su pasado que está completamente fragmentado. Lo abandonó su madre, que era una bailarina de tango muy bohemia, cuando tenía cuatro meses y lo adoptó una familia de campo argentino. Por esta razón las versiones que le daban de su pasado siempre eran diferentes. En realidad la historia de su vida es muy compleja porque ha estado construida a base de ficciones.

OH!: ¿Cómo conoció a Ezequiel?

Cuando lo conocí Ezequiel tenía 21 años y yo le preguntaba cosas de su pasado; él me contaba pero yo no entendía, no podía creer porque eran situaciones muy fuertes. Poco a poco fui conociendo a sus amigos y me di cuenta que lo que me decía era verdad.

Cuando uno conoce a una persona así, se imagina que su futuro debería ser estar en la calle, pero siempre me sorprendió la manera en la que él enfrentaba los problemas, es una persona muy educada y con un corazón gigante.

Después de un tiempo me di cuenta que era imposible contar su historia en un corto porque comencé a ver que había muchos personajes y para que se entienda una situación, tenía que ver otras cosas. Era como contar la historia de una persona de 60 años, había pasado por muchas situaciones. Ezequiel, por ejemplo, vivió en la calle, estuvo en un instituto de menores cuando lo abandonaron, dejó su casa (adoptiva) a los 15 años, dejó la escuela y pasó por muchas cosas más. 

 Un día le dije a Ezequiel que quería seguirlo y hacer un documental de su vida y le pregunté si se animaba a escarbar de nuevo, porque es algo que uno lo tiene ya oculto. Aceptó y es así como comenzamos.

OH!: ¿Qué fue lo más difícil del rodaje?

Hubieron muchas cosas difíciles, en primero lugar, como es una historia real, he aprendido mucho a manejar el tacto; uno se mete en su película, su proyecto y te adueñas de todo y a veces te olvidas que estás hablando de una persona y que esa persona tiene un montón de otras personas que están involucradas. Eso ha sido bastante complejo, en sí, también la historia es tan densa que a mí y a todo el equipo nos ha afectado mucho. De alguna manera, ha despertado muchos recuerdos de nuestro pasado.

También ha sido un viaje muy emotivo con una temática bastante compleja, no es un cuento de hadas, no es una novela de amor donde todo es lindo, porque el tema de la identidad es muy fuerte.

Es tan fuerte que yo me preguntaba ¿De dónde soy? Me pasa que yo en Argentina soy la boliviana y llegó a aquí y todos me dicen estás hablando como gaucha, y aquí soy la gaucha. A lo largo de la investigación de “Durazno” también me he preguntado cómo es mi conexión con mi padre y eso es algo que se ha desprendido en el público. Es impresionante cómo la gente que no conoce a Ezequiel ni a mí se ha acercado a nosotros por el proyecto y se ha animado a contribuir en el documental. 

OH!: ¿De dónde vino el financiamiento para la realización del documental?

En Bolivia es difícil conseguir dinero, los directores ponen de su bolsillo. En Argentina está el Fondo del Instituto de Argentina que te ayuda pero tienes que tener contactos y es difícil porque hay mayor flujo de películas. 

Nosotros comenzamos a aplicar en el exterior en los subsidios y festivales para conseguir ayuda y nos comenzó a ir bien, quedamos seleccionados en diferentes laboratorios, pero era difícil explicar a la gente en lo que consistía “Durazno”.

Se nos ocurrió hacer como un pequeño tráiler que muestre la idea de la película y un día me encontré en Internet con una plataforma donde la gente podía depositar dinero por medio de su tarjeta de crédito y pensé que podía funcionar. Lanzamos la campaña y pudimos juntar $us. 1.200.

Hicimos el tráiler y la gente seguía sin comprender cómo era “Durazno” pero ya lo sentía, porque era Ezequiel diciendo no sé de dónde soy, solo sé que mi corazón es de todos los lugares donde he estado. Lo único que se, es que quiero ir a buscar a mi padre.

OH!: ¿Por cuántas personas está conformado el equipo?

El rodaje por 21 personas, pero en total unas 100 o 200. Hay gente a la que nunca he llegado a conocer.

OH!: ¿Cómo te sientes al haber concluido el documental?

Súper feliz, pero siento que “Durazno” no ha terminado todavía. Uno cree que el día que va a ver la película va a ser feliz y ahí termina, pero cuando te das cuenta, la felicidad está en todo el proceso.

El día que vi la película estaba sola pero quería estar con todos y ahí me di cuenta que el proceso es lo más hermoso. Una vez que está la película, se te va de las manos y ya no puedes ni verla porque un director la ve 300 veces. Se va esa magia del cine de espectador; ya no puedes disfrutar como antes.

Mi sueño era verla en el cine, pero ahora me di cuenta que el sueño fue hacerla, eso fue lo mágico.

OH!: ¿Cuáles son tus proyectos?

Tengo un estudio de animación 2D 3D d y stop motion que se llama Celeste; tenemos muchos proyectos y servicios para publicidad que estamos comenzando a hacer. Vamos a abrir la sucursal del estudio en Bolivia, tengo un proyecto dentro de Celeste que es una serie infantil que va a ser todo en stop motion, sobre culturas latinoamericanas y tengo otras historias en mente.

OH!: ¿Cómo ves el cine aquí en Bolivia?

Para mí como boliviana es una responsabilidad y una misión volver a mi país para producir o compartir el conocimiento que yo tengo. Por eso “Durazno” es Bolivia- Argentina, pasa mucho que la gente se va y ya no vuelve.

Creo que en Bolivia no hay apoyo al cine. Sé que la política del cine es complicada pero creo que en la cultura debería tener el mismo peso, las escuelas de cine son privadas y todas hechas a pulmón.