Ejti Stih: “Mi identidad como artista se la debo a Bolivia”
Se trata de una figura imponente, Ejti Stih es una eslovena alta, con muy buen humor y mucha humildad, pero además tiene las cosas claras y una posición fuerte sobre las cosas. La pintora llegó a Bolivia en 1982, en febrero serán 37 años desde que fijó su residencia en Santa Cruz, un poco gracias al amor por Luis Fernández, quien ahora es su esposo, y otro poco por su gusto por Bolivia. Aquí forjó una identidad como artista, que se ve en los colores fuertes de sus obras y en los rostros grotescos que retratan realidades a través de su mirada.
Hasta fines de enero continúa su última exposición en la Casa Melchor Pinto de Santa Cruz, una muestra que reúne trabajos excepcionales hechos para Bolivia y para su país de origen, Eslovenia. Se puede apreciar desde ilustraciones para libros hasta figuras para las casacas carnavaleras de las comparsas cruceñas, que le encargaban ilustrar su espíritu fiestero. Pero además, hay figuras a escala de un nacimiento diseñado para una cueva de Postojna y cuadros imponentes que retratan la relación de los conquistadores con la naturaleza apabullante de este “nuevo mundo”. De todo esto y su trabajo en gestión cultural habló Ejti Stih con la Revista OH!
- ¿Cómo has logrado mantenerte activa en Bolivia y Eslovenia?
Cuando llegué a Bolivia había terminado mis estudios allá (en Eslovenia) y ya había hecho exposiciones y había ganado varios premios. Tenía una ruta que ya estaba bastante encaminada, después llegué a Bolivia a visitar a unos amigos y me enamoré del Lucho (Luis Fernández), me gustó mucho este país, porque era tan exótico, tan especial y tan distinto a todo lo que yo había conocido antes, entonces me cautivó. Bolivia era “Discovery Channel” (risas) ¿entiendes?
Para mí fue muy interesante y me gustó de entrada, uno siempre sueña con que se puede vivir una vida distinta de lo que vivía en Europa, cuando yo era niña leía las aventuras de Robinson Crusoe, pero al final he crecido en un ambiente cultural, soy pintora de profesión y tampoco es que pueda vivir en la selva.
- ¿Tu mamá también es pintora?
Sí y mi padre fue un hombre de teatro y escritor, entonces vengo de una cuna de artistas.
- ¿Cuándo aparecieron los colores y rostros que caracterizan tus pinturas?
Hay mucha influencia de la naturaleza. Siempre hacía figuras, nunca fui una artista conceptual o abstracta, siempre fui figurativa, pero estos cuadros en Europa eran una especie de tristes burócratas o la gente gris en la calle, un poco así y cuando llegué aquí vi este otro continente latinoamericano y la gente y los carnavales en la calle, la alegría en la plaza y mi pintura cambió, entraron los colores, entró ese carácter latinoamericano también, así que yo creo que toda mi identidad como artista se la debo a Bolivia y a Latinoamérica.
- ¿En tu última exposición hay muchos trabajos que te han encargado?
Cuando era más joven tenía, no sé si es la palabra indicada, “vergüenza” de hacer encargos y tener que hacer cosas para vivir. Pero con los años uno se da cuenta de que las cosas no son así, hay muchos artistas grandes como Mondrian o el mismo Goya, a quien yo admiro mucho, que han hecho cosas que eran por encargo. Uno se da cuenta de que del arte puro nadie vive.
Se va perdiendo esa vergüenza y cuando miras atrás, las cosas que has hecho o algún pedido no están tan mal, están bien pintadas, he puesto mi esfuerzo y mi alma en eso, entonces no me avergüenza. Y no sé en el fondo qué es arte puro, no lo tengo muy claro y esta exposición es un poco una muestra de que he trabajado con todo mi esfuerzo.
Con los años de ser artista y trabajar, hay gente que te encarga cosas, pero respeta tu trabajo y te deja hacer, ahí está la gran libertad.
En mi vida no he tenido ninguna beca o una subvención del Estado, entonces toda mi vida he batallado haciendo cosas para vivir y pienso que una cosa se complementa con la otra.
- ¿Sientes que te han “adoptado” en Santa Cruz?
Sí, he sido adoptada aquí, pero no fue algo planificado, no me puse a pintar “patujuces” para que les guste a los cambas ni por si acaso, porque dentro de lo que yo hago o hice y sigo haciendo, más bien hay esa cosa grotesca y crítica y justamente este humor es lo que ha gustado, también me quieren en La Paz, no es que yo sea una pintora costumbrista de Santa Cruz, pero lo que pasa es que vivo aquí y esto es lo que conozco, esto es lo que tengo cerca y es lo que pinto y presento, porque yo no sé qué piensan los originarios del altiplano, no conozco a un poncho rojo personalmente para hablar con él y hacer una exposición, pero a los cambas sí los conozco porque los veo todos los días. Yo creo que uno debería contar lo que conoce, porque eso lo puedo contar de una manera sincera. Es personal.
- También has hecho mucha gestión, ¿cómo nació Manzana 1?
Nació con tres artistas juntos, Juan Bustillos, Valia Carvalho, que se fue a vivir a Alemania, y con Juan estuvimos en esa lucha y Juan está con mucho trabajo con sus esculturas, así que yo estoy a cargo de la Manzana y si miro hacia atrás, creo que el arte debería ser para todos. Yo no creo que el arte debería ser sólo para la gente que es experta o que conoce el tema en profundidad, yo creo que el arte es una forma de comunicarse con la gente, con el público que lo mira y no necesariamente debe ser muy complaciente o estéticamente agradable, sino que debe ser algo que comunica. La Galería Manzana 1, que fue antes una estación de policía y que estuvo abandonada durante 13 años, tiene una ubicación estratégica porque está cerca de la plaza principal (24 de septiembre). En Santa Cruz lo que está pasando es que como los barrios alejados de la ciudad no tienen suficiente infraestructura, la gente de la periferia viene a pasear al centro, que considero lo más bonito de la ciudad, en estos años se ha vuelto como sitio de paso de la gente. Hemos cuidado que no haya guardias con laques en las puertas que espanten a las personas, la entrada es gratuita, tiene dos entradas, entonces la galería se ha convertido en un espacio de esparcimiento público popular y tiene como promedio de visitas a más de 15 mil personas por mes, es un número importante y es verdad, porque se hace el conteo con una cámara. La cantidad de público que viene y ve arte, y que muchos de ellos nunca han entrado a un museo porque no existe en su zona, pienso que es un gran aporte a la cultura y a la sensibilidad de las personas, quizás sea una ilusión, pero yo creo que el arte hace que seamos mejores personas, porque el arte nos hace cuestionar y no plantea las cosas como un panfleto, sino que el arte siempre cuestiona desde varios puntos de vista, eso te hace pensar y sentir y si piensas y sientes ya eres una mejor persona. Creo que ese es el mayor mérito de Manzana 1 y se hacen exposiciones muy variadas, porque no seguimos ninguna línea curatorial, hay de todo, desde trajes de reinas hasta arte conceptual, al final de cuentas si es bueno todo vale.
- ¿Cómo se sostiene?
Hay empresas que nos apoyan, un banco (Fassil) y una petrolera (Repsol) que nos dan dinero anualmente y después hay más de 80 amigos que ponen una cuota para sostener la galería, así como parroquianos que quieren apoyar la cultura y si hay gente que se quiere sumar, lo puede hacer a través de la página web. También recibimos aportes de otras empresas como la CRE, también hay aportes en especie, nos dan papel u otros materiales y así estamos batallando durante todo este tiempo. Así funciona, no hay ninguna seguridad institucional ni nada fijo, no hay nada que garantice que el siguiente año vamos a seguir, estamos en un limbo, pero ahí está. Y para los artistas no cuesta nada exponer en la galería, pienso que los artistas ya han trabajado y tienen derecho a mostrar lo que han hecho, no les vamos a cobrar.
- Hay muy pocos lugares en Bolivia que ofrecen esas condiciones.
Yo creo que así debería ser, creo que si actúas en el teatro no deben cobrarte por el espacio, el teatro debería preocuparse porque vaya público, esa es la función del predio del teatro y de los artistas es hacer una buena obra. La producción de una obra cuesta un montón y encima debes alquilar el espacio para que la gente vaya a ver tu obra, no pues oye…
Lo que pasó el año pasado en Santa Cruz fue muy triste, se quitó el presupuesto a la cultura y se suspendió la bienal de arte, ese fue el comienzo de esta avalancha para que los “Resilentes” (Movimiento Resiliencia) se organicen y protesten por estas cosas.
Hacer arte es una manera de salir de la mediocridad, el deporte también es una manera, pero para ser deportista debes ser competitivo, debes tener una condición física. Los artistas se esmeran en mejorar siempre su oficio, entonces esa es la manera de salir de la mediocridad. Una vez estuve en una misa en Misiones, escuchando a una orquesta de los chicos que tocan música misional y los jóvenes que estaban sentados conmigo en el piso decían “ese de allá es mi amigo”, estaban orgullosos de que su amigo estaba allá y tocaba violín en una orquesta. Entonces es una proyección hacia una vida mejor, una dignidad y una superación, hacer tortas no es lo mismo que tocar el violín, entonces ahí está el problema principal de las autoridades, no entienden que el arte es una manera de superarse, una vida con más identidad y orgullo propio, no es el dinero lo que te hace feliz, es ver a tu hijo tocar violín, que se esmere y se dedique, ahí está esa superación profunda que cada persona debería buscar. Eso es el arte, es este sentir profundo de las cosas.
- ¿Crees que las leyes para la cultura son un avance o tiene que ver más con las personas que ocupan cargos públicos?
Tiene que haber ciertas leyes con las que el Estado y el municipio se deben regir, pero deben haber personas con sensibilidad y oído para ejecutar esas disque políticas culturales, porque hay una cosa que es clave, pueden haber políticas culturales y decir que se están haciendo las cosas fantásticamente bien, pero el verdadero arte, lo que de verdad nos toca no nace de las políticas culturales, eso nace medio escondido. Ahí nace el verdadero arte, por eso debe haber gestores culturales que tengan sensibilidad para ver qué es lo que está surgiendo y qué es necesario apoyar para que las cosas puedan florecer. No son solamente las leyes, políticas culturales y reglamentos, hace falta mucho más.
En este país hay muchos artistas talentosos, lo veo como algo excepcional, si se ve el porcentaje de la gente que hace arte, entre los 11 millones de bolivianos, son muchos artistas.
- ¿Cómo será tu 2019?
Naturalmente con Manzana 1 y estoy queriendo llevar una exposición a Europa, que se llama “Rojo y oro” sobre el tema del aborto y que se inauguró aquí (Santa Cruz) el año pasado para el día de la mujer, pero se nos viene el año electoral y se nos vienen tiempos difíciles.
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ILUSTRACIONES
La pintora ilustró el libro para niños “Rumi y el capitán” de la escritora eslovena Sasa Pavcek. Claudia eid
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NATURALEZA
Gran parte de la exposición de la pintora retrata una diversidad de paisajes. Cortesía
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VERSATILIDAD
Stih pintó la colección Paitití como un homenaje a la naturaleza.
