Gerson Miranda: “Quería despedirme de la categoría junior como campeón”
Gerson Miranda asegura que acaba de cumplir uno de sus sueños al haber ganado una medalla de oro en el Campeonato Mundial de Ráquetbol, en categoría juvenil, en Costa Rica el pasado noviembre. Ahora se prepara para encarar una nueva etapa, la profesional. Apenas tiene 19 años, pero su ímpetu, disciplina y el apoyo de su familia han sido los ingredientes que lo mantienen entre los deportistas más prometedores del país.
En esta entrevista con OH! habla de ese sueño cumplido, después de 10 años de duro entrenamiento, y de sus planes para el futuro.
¿Cómo comenzaste?
Antes entrenaba fútbol, me gustaba mucho cuando era pequeño, y un día, cuando tenía alrededor de 8 años, al ir del entrenamiento a mi casa pasamos por un complejo donde había dos canchitas de wally y ráquetbol. Mis papás fueron a reservar hora para jugar con mi familia y vi que estaba entrenando una escuelita pequeña con pocos alumnos, eran de mi edad, así que el dueño del club me vio y me dijo: ¿quieres golpear? Y dije ya, me prestó una raqueta, una pelota y lentes y mis papás me cuentan que cuando el señor me vio golpear quedó impresionado y preguntó ¿es la primera vez que agarra una raqueta? Y le dijeron que sí, me cuentan, que el señor les dijo que debía entrenar ráquetbol porque tenía un futuro y mis papás a un principio pensaron que no, porque ya estaba entrenando fútbol y me cuentan que el señor prácticamente los obligó a que me metan a entrenar. Un tiempo intercalé entre los dos deportes hasta que me gustó más el ráquetbol y me quedé ahí.
¿Qué encontraste en el ráquetbol que no encontrabas en el fútbol?
La verdad me gusta jugar tanto fútbol como ráquetbol, pero el segundo es para vivirlo solo, el fútbol es en equipo, tienes que hacer buenos pases y jugar con todos, mientras que el ráquetbol es individual, es de uno, para animarte tienes que estar solo, para hacer el punto tienes que ser tú mismo y esa parte me gustó un poco más y comencé a jugar en los interclubs y luego en el departamental, el nacional a mis 9 años y un año después ya salí campeón nacional, me clasifiqué al Mundial pero no pude asistir. A mis 11 años fue mi primer Mundial en Santo Domingo, donde saqué la medalla de oro.
¿Ahora debes pasar a profesional?
Exactamente. Ya he incursionado en esa categoría, pero muy poco. Mi objetivo era la categoría junior, siempre ha sido mi más grande sueño, después de 10 años de entrenamiento quería despedirme de la categoría junior como campeón y en esos 10 años estaba esperando lo que al final he podido cumplir. Con este Mundial en San José de Costa Rica ya me he despedido.
¿Qué te ha enseñado este deporte?
Bueno, me ha ayudado en muchas cosas y en muchas cosas también me ha quitado un poco; por ejemplo, no asistía a muchas fiestas de mi colegio, prefería entrenar que salir, porque cuando había “quinces” los viernes en la noche yo pensaba: si voy, el sábado estaré cansado y prefiero ir a entrenar, pero al final todo daba sus frutos, porque llegado el torneo me iba bien y decía: valió la pena. El deporte ha fortalecido mucho mi carácter, en todo sentido, me ha hecho más fuerte, más seguro de mí mismo y eso es esencial en la vida.
¿Cómo es entrenar con tu papá?
Fatal (risas), esa es mi descripción, todos me dicen “es tu papá y te trata mejor”, pero en realidad es mi papá y me tiene más confianza, me puede “dar palo”. Antes entrenaba en clubs, entrené en varios, pero sentí que mi nivel se estancó, así que mi papá vio eso y me dijo que salga del club y que él me iba a entrenar, porque él entrenaba. Y se capacitó, también fue un cambio drástico en su vida, pero me comenzó a entrenar de una manera que era brutal para esa edad. Yo me acuerdo que teníamos una casa en Tiquipaya con un patio gigante y yo era muy gordito y eso me perjudicaba mucho en el ráquetbol, es un deporte de velocidad, estaba en desventaja y me acuerdo que cada día me hacía hacer físico y teníamos horarios. Me acuerdo que a veces pensaba en hacerme al dormido antes de los entrenamientos (risas).
Mi papá siempre me saca el cien por ciento y es lo mejor para mí, me encanta que me exija, cuando entreno con otra persona y me habla tranquilo no siento que me está exigiendo al máximo; mi papá ha encontrado la forma de motivarme mientras entreno para que yo sienta presión y esté acostumbrado a ésta al momento de jugar un partido.
¿Y cómo te llevas con la derrota? ¿Qué pasa cuando pierdes?
En un principio odiaba perder y hasta ahora odio perder, no me gusta -¿a quién le gusta?- pero yo antes tenía un carácter muy inestable, era muy impulsivo y perdía y hacía berrinches y mi papá me hablaba, siempre está hablándome y poco a poco fuimos mejorando; hubo una época en la que ya tenía que madurar mi juego, tenía el juego pero no tenía la mentalidad y el carácter. Así que mi doctor, que me conoce desde que he nacido, una vez me regaló un libro que habla de la mentalidad deportiva y son tips dados por deportistas profesionales, de todas las disciplinas, con pensamientos de cada jugador y sus logros. Admiro bastante a Federer porque vi su historia y me sentía identificado; hablaba de su carácter impulsivo y que poco a poco se fue dando cuenta de que eso no le ayudaba en nada, así que él dice que dejó un poco la parte técnica y física de lado y se enfocó en la mentalidad y ahora es lo que es. Eso hablábamos con mi papá todo el tiempo y poco a poco, sin darnos cuenta, fuimos formando mi carácter, ha llegado a madurar sin darnos cuenta, de un torneo a otro yo podía haber perdido, pero salía tranquilo, ya no demostraba mi enojo, pensaba: habrá revancha. Algo por lo que me he destacado es por la garra, la actitud dentro la cancha siempre ha sido muy expresiva eso ayuda a desestresarse. Mi papá me ha formado en la parte física, técnica y mental desde cero prácticamente, hasta ahora me dan miedo los entrenamientos con él (risas), siguen siendo una masacre.
Háblame del apoyo estatal a los deportes
Hace dos años más o menos cuando llegué al Panamericano me recibieron bien. La Gobernación me recibió como si fuera el hijo pródigo, me hicieron un reconocimiento y todo, yo feliz, pasó todo eso y pedí ayuda para el Mundial. Ese año me tocaban los Plurinacionales y me apoyaron y ese año nació el programa Tierra de Campeones de la Alcaldía, siempre ayudaron en cuestión de preparación, no era de manera económica, pero sí con ciertas acciones. Con la Gobernación cuando llegamos el año pasado me recibieron de muy buena manera y me dieron un reconocimiento. Este año, como era mi último torneo, quería asegurarme todo para dedicarme a entrenar, así que hablé unos siete meses antes de viajar y me dijeron “claro que tienes todo el apoyo de la Gobernación” y yo estaba muy confiado. Un mes antes del viaje regresé y me dijeron que me avisarían cuándo sería el desembolso, pero una semana antes del viaje nunca encontraba al encargado. Viajaba un martes y me llamaron el viernes antes para decirme que no me podían apoyar porque el de presupuestos había hecho mal las cuentas, “se nos ha ido todo el dinero en la campaña”. Yo dije que eso no podía ser porque se habían comprometido seis meses antes e incluso un mes antes a ayudarme.
Entonces, ¿toda la ayuda que recibes es de empresas privadas?
Sí y con la ayuda de mis papás. Una vez hasta mis compañeros de colegio me ayudaron a hacer una colecta. Pero hay empresas que me ayudan como Banco Bisa, que me ayuda bastante, también TDE, Emergente, Impulse, Almanza y Ecojet, gracias a ellos se están cumpliendo estos sueños, pero se necesita apoyo de las autoridades.
Ya cumpliste tu sueño en categoría junior, ¿cómo quieres terminar esta nueva etapa?
La categoría profesional da para largo, mi primer objetivo es ser parte de la selección de Bolivia, pero en equipo mayores y después mi sueño es jugar el tour profesional en Estados Unidos, pero todo es con apoyo, se debe hacer una inversión.
PERFIL
Fecha de nacimiento: 13 de marzo
Estudios: Ingeniería Comercial (Univalle)
Triunfos: El 2012 jugó el Mundial en Sucre y logró medallas de oro y bronce. Al año siguiente no asistió al Mundial porque tuvo un accidente manejando bicicleta y se fracturó el nudillo de la mano con la que juega, pero en 2014 en Cali, Colombia, sacó medalla de bronce, de la misma forma que en 2016 en México. En 2017 conquistó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos y en el Mundial obtuvo oro y plata, en Minneapolis. En 2018, también en México, nuevamente obtuvo la
s preseas de bronce y plata y este año fue su último torneo en la categoría junior, logrando el triunfo en Costa Rica.