Rodrigo Arteaga: “El estilo de vida puede compensar el daño electromagnético”

D esde hace años, diversas voces advirtieron sobre los riesgos para la salud humana de las ondas electromagnéticas. Entre denuncias y escepticismo, la polémica surgió recurrentemente. Sin embargo, la acelerada digitalización desatada tras la pandemia y la anunciada irrupción de la tecnología 5G vuelven a poner el tema sobre la mesa. A cerca de esas alertas, OH! conversó con el experto Rodrigo Arteaga Trigo. 

- ¿Cómo afectan los equipos electrónicos al cuerpo humano?

- Todo nuestro cuerpo funciona con diferentes cargas eléctricas naturales y, obviamente, hay una interferencia en diferentes órganos, en las glándulas y otras partes. Llega a través de señales electromagnéticas que salen por las antenas, los cables, los transformadores, los celulares… pero tenemos una capacidad de respuesta. Esa respuesta es diferente, según en el cuerpo de cada persona. La forma en que cada persona está cuidando su cuerpo le da mayor o menor capacidad de respuesta y de sentir un menor efecto negativo. 

- ¿Cuáles son los equipos más peligrosos en ese tipo de contaminación?

- La peligrosidad no está tanto en relación al equipo, sino a nuestra exposición en términos de distancia, tiempo y variabilidad de la frecuencia. Por ejemplo, un auricular de bluetooth, “manos libres”, de esos que se usa para contestar el teléfono o escuchar música, trae varios problemas. Es muy peligroso porque está cerca de varias glándulas del cerebro, pero además no usa una frecuencia única, sino varias. 

Estas frecuencias van saltando y cambiando para conectarse con diferentes dispositivos. Son como diferentes llaves, y esa variabilidad de frecuencias resulta altamente estresante para el cuerpo. Entonces ahí influye mucho la cercanía, pero además hay gente que usa estos auriculares todo el tiempo. Si a eso le sumamos que la persona tiene un estilo de vida, digamos, “ácido”, si tiene una dieta ácida y no alcalina, es un factor agravante. Si no hace deportes, si no se desintoxica, si no duerme bien y si emocionalmente no está bien, suman otros factores agravantes. 

Nuestro estilo de vida puede compensar el daño. Pero precisamos una vida muy disciplinada y con alto conocimiento de estos factores. 

- ¿Puede citar algunos otros casos frecuentes?

- Esos transformadores que algunas personas tienen cerca de sus pies y trabajan ocho o más horas diarias durante meses y años. Llega un punto en el que empiezan a tener problemas neurológicos y musculares, y no sabe por qué. Luego le tratan el problema con fármacos que le generan otros problemas, pero por lo general no se va a la raíz. Ése me parece el mayor peligro de las radiaciones electromagnéticas: que no se las ve y no se conoce casi nada de este fenómeno.

Nos generan también problemas como la hipertensión y la diabetes. Otro ejemplo: en las camas de las habitaciones generalmente hay mucho cableado eléctrico. Están uno o dos celulares, suele haber un aparato inalámbrico, el wifi, etc. Todo eso es peligroso porque el cerebro se desintoxica en la noche. Esta desintoxicación no se efectúa correcta o completamente cuando hay campos electromagnéticos alrededor de nuestra cama. 

Cuando va a ser reparada una serie de células, el cuerpo se pone más vulnerable. La glándula pineal se activa cuando no hay campos electromagnéticos. Se activa en la noche y produce la hormona melatonina, que es 20 veces más potente que la vitamina C. Si la glándula pineal no llega a activarse completamente, por la presencia de campos electromagnéticos, tenemos una menor cantidad de antioxidantes en nuestro cuerpo. 

A pesar de que hayamos dormido, no nos levantamos con fuerzas. Entonces se va acumulando una serie de problemas. Por ejemplo, si antes superábamos una enfermedad común en tres días, ahora nos toma tres semanas. El proceso de reparación dura mucho.

- Eso se extiende cada vez a más ambientes delicados. ¿Hay algún otro tanto o más crítico que los dormitorios? 

- En los hospitales hay varios equipos que producen campos electromagnéticos. Un paciente quiere descansar en una cama, pero hay varias que son eléctricas que tienen sus cableados ahí cerca. Incluso, hay las más modernas que tienen motores para moverse. Recuerdo que las vi, por ejemplo, en una clínica muy prestigiosa de Cochabamba. Tenía un transformador debajo de la cama, debajo del paciente. 

- ¿Qué pasa en el caso de grandes antenas que están próximas a las casas?

- Hay riesgos. Por ejemplo, existen edificios que aceptan recibir un monto de dinero a cambio de tener una antena en el último piso. Hay muchos casos de personas que vivían en un penúltimo piso y que, tras la instalación de esas antenas, sufrieron diversos problemas de salud. Otros casos suceden cuando la antena está ubicada a la misma altura de un determinado piso. Personas que viven en un cuarto o quinto piso pueden tener muchos más problemas porque la radiación electromagnética es más directa a esas alturas. 

Entonces este fenómeno abre todo un espectro de enfermedades en las personas. Sin embargo, ¿hay algunas que sean más frecuentes?

- Son las neurológicas. Se relaciona muchos casos de Alzheimer, Parkinson y muchos síndromes neurológicos de los que de pronto no se sabe la causa. Se ha visto que los campos electromagnéticos afectan a los canales de calcio dependientes de voltaje. Son una especie de pequeñas puertas que hay en las células, pero las células neurológicas tienen más de estas puertas.

Las ondas electromagnéticas abren estas puertas y producen un aumento del calcio, el cuerpo responde y se genera una cascada de problemas. En el caso de las células neurológicas, la respuesta es mayor. Por eso es que hay muchos efectos negativos de los campos electromagnéticos sobre el cerebro y los músculos. 

- ¿Qué precauciones adicionales se debería tomar para evitar esa contaminación electromagnética? ¿Es cierto que uno debe ponerse ciertos protectores y cables a tierra? 

- Ponerse un cable a tierra ya implica caminar sobre la tierra, andar descalzos es algo bueno. Tener un buen aterramiento en la casa implica que haya menos campos electromagnéticos del cableado eléctrico. Pero hay equipos especializados que disminuyen los campos electromagnéticos en las habitaciones. Hay algún tipo de materiales que también ayudan a proteger, por ejemplo, las camas, que blindan de los campos electromagnéticos. También, alejar la cama unos metros de distancia de la pared o deshacerse de los foquitos ahorradores, esos que tienen las “colitas de chanchito”. 

Hay varias cosas concretas que se pueden hacer en casa, pero mucha gente no las hace porque frecuentemente se necesita la ayuda de un especialista que le oriente. Lamentablemente, muchas personas en Bolivia todavía no quieren pagar un servicio de este tipo porque no valoran el peligro al que están expuestas. Hay que investigar bien y contactarse con empresas que puedan hacer diagnósticos y vender productos. 

- Vida sana, medidas para descontaminar, ¿algo más que ayude a evitar los efectos de los campos electromagnéticos?

- Sí, en los años que he estado midiendo campos electromagnéticos en contacto directo con gente afectada, evidencié un factor: sanar sus vidas, sus relaciones familiares. Pude constatar que cuando una persona está llena de nobles sentimientos, de fe, de voluntad de amar, etc., también su cuerpo está mejor eléctricamente. Responde mejor a los campos electromagnéticos. Pero cuando uno está deprimido, enojado, con amargura, etc., su cuerpo también se halla más desprotegido. Vi gente llena de vida a la que prácticamente no le afectaban los campos electromagnéticos. 

- ¿Hay algún tiempo límite recomendado de exposición a las computadoras o los celulares? ¿Se deben hacer algunas pausas terapéuticas?

- Sí, yo practico mucho el poner todos los días los pies descalzos en un jardín durante unos 15 minutos. Sirve para descargar las cargas electromagnéticas que uno va absorbiendo. También ducharse antes de dormir permite que la descarga vaya a través del agua. En cuanto a tiempos, los estándares de seguridad de protección de los celulares fueron hechos cuando recién salieron los celulares. Se basan en topes más o menos de tres minutos por llamada y seis llamadas por día.

Sin embargo, hoy los usamos mucho más tiempo y en ese tiempo no había multimedia ni la web en el celular. Entonces no podemos basarnos en los estándares actuales de seguridad. El momento de parar es, por ejemplo, cuando uno empieza a tener un dolor de cabeza o cuando uno se empieza a sentir muy distraído. Otra recomendación importante es no usar las laptops sobre las piernas, está asociado a casos de esterilidad. 

También sirve sacarse el celular y ponerlo en una mesa cada vez que uno se siente a trabajar en un escritorio. Luego, si uno sabe que va a hablar mucho tiempo, es mejor ponerlo en speaker-phone (altavoz). Treinta minutos de conversación es mucho, hay mucha carga. Hay que ponerlo en modo avión las veces que se pueda. Es importante tener apagado el bluetooth porque es una antena, el wifi y los datos también son antenas. El celular suma muchas antenas. Y en las laptop es mejor trabajar con la batería y no enchufada. 

- Se ha denunciado efectos dañinos que tendría la tecnología 5G. ¿Son exageraciones o hay riesgos?

- Uno de los grandes problemas de la tecnología 5G es que está mucho más cerca de las casas. Las antenas tienen que estar instaladas cada 300 metros, entonces estaremos inundados de antenas. El otro problema es que se conectará ya no a las personas, sino a los aparatos. Es decir, que tendremos muchos aparatos dentro la casa mandando la señal todo el tiempo. Y también tendremos aparatos en las calles. 

Otro problema es que no hay estudios sobre los efectos de las frecuencias 5G, porque serán frecuencias más altas. La 5G es una configuración demasiado artificial. Suma demasiadas variaciones y ritmos para poder comprimir mucha información en pocas pulsaciones. Esa complejidad está en el ambiente, se orienta a las máquinas, a los robots, que serán los protagonistas de un mundo artificial. Las máquinas son las protagonistas y los seres humanos quedamos en medio de esa contaminación. 

Otro aspecto importante es que la modulación 5G es muy pequeña y hay muchos animalitos que tienen antenas naturales para agarrar sus presas. Hay microvibraciones en el mundo animal que definen la supervivencia de las especies. También hay estudios que muestran que las microondas afectan a esas especies.

- Pero la instalación de esa tecnología ya es algo oleado y sacramentado, ¿no es cierto?

- Hay una competencia entre los países para ver quién tiene más 5G. Hay mucho dinero en juego. Cada Gobierno vende un espectro de ancho de banda a las empresas que lo comercializarán. Entonces los efectos de esa contaminación electromagnética serán parte de la serie de consecuencias. Es posible que en algún momento no sepamos qué nos hizo daño. Es posible que no se sepa si fue el coronavirus o los campos electromagnéticos del 5G lo que dañó al cuerpo. 

Perfil

Rodrigo Arteaga Trigo ha realizado estudios especializados en Building Biology en el International Institute for Building Biology & Ecology de Estados Unidos. Es escritor y consultor en campos electromagnéticos. Ha escrito uno de los primeros libros sobre este tema de protección y campos electromagnéticos en Latinoamérica: Luz oscura: ¿La radiación electromagnética un enemigo invisible?