Charles Nozza: El arte, la belleza y el sueño de formar nuevas generaciones
La pintura, la cerámica y la combinación de colores marcaron su infancia. Desde pequeño, supo que el arte sería su camino. Con el paso de los años, el maquillaje terminó por definir su vocación. Hoy, Charles Nozza no solo es un nombre reconocido en el mundo de la belleza en Cochabamba, sino que también es el rostro de un nuevo proyecto con visión formativa y proyección nacional: su propia academia y agencia de modelos.
En una entrevista exclusiva con la revista OH!, Charles, con la energía y amabilidad que lo caracterizan, compartió su historia: la de alguien que se abrió paso desde abajo y que trabajó en diferentes salones hasta decidir que era momento de emprender por su cuenta. Así nació su primer estudio de belleza, con un sello personal basado en la autenticidad, el trato humano y un enfoque artístico del maquillaje, destaca el profesional.
“El arte siempre fue parte de mí. Desde niño hacía cuadros, trabajaba con cerámica y creaba cosas. Ahí nace mi amor al arte. Cuando descubrí el maquillaje, supe que podía canalizar ese amor por los colores y las formas”, relata con emoción añadiendo que también es un apasionado por el arte del transformismo.
Sin embargo, señala que el reto de emprender en Cochabamba no fue menor. En sus inicios -comenta- enfrentó un mercado tradicional donde el uso de colores intensos o brillos no era común. Pero su sensibilidad estética y conocimiento técnico le permitieron adaptar tendencias a los gustos locales y ganarse la confianza de muchas clientas. “Lo que hace especial a un estudio o negocio es la persona, el ser sencillo, humilde, tratar con la gente, eso es lo que nos diferencia de los demás”, subraya.
A lo largo de los años, su estudio se convirtió en un referente y un espacio donde la belleza se trabaja como arte. Pero su carrera no se limitó a las paredes del salón. Desde hace más de 15 años, está vinculado al mundo de las pasarelas, trabaja con diseñadores, organiza eventos y colabora en producciones de moda.
Esa experiencia, sumada a la demanda de sus propias clientas, lo llevó a dar el siguiente paso: lanzar su academia y agencia de modelos. “Nos lo pidieron muchas veces. Veían en redes a nuestras chicas desfilando, usando nuestros maquillajes, nuestras propuestas. Y llegó el momento de hacerlo realidad”, cuenta.
La academia, también con su nombre por delante, arrancará oficialmente en junio y ya genera gran expectativa.
“Yo voy a estar presente, claro que sí. Sobre todo en las clases de automaquillaje, evaluando cómo se desenvuelven en cámaras o en pasarela. Pero también hemos formado un gran equipo de docentes y profesionales que se encargarán de guiar a las chicas. Queremos darles una formación integral”, afirma. El proyecto tiene como meta formar modelos que destaquen tanto por su imagen como por su seguridad, valores y su preparación.
Charles también fue designado como director departamental del Miss Teen Bolivia. El año pasado, una de sus modelos, Jimena, se coronó como Miss Teen Bolivia. Para él, esta fue una señal de que estaba listo para formar a nuevas generaciones.
Además, el apoyo de su pareja y esposo, Juan Pablo Tapia, es fundamental en todo el proceso. “Mi esposo está en todo: en el estudio, en la organización, y ahora también será parte activa de la academia. Somos un equipo”, dice con gratitud.
Su visión va más allá del modelaje, él ve en la formación una manera de empoderar a las jóvenes, de abrirles puertas y de mostrarles que, con disciplina y pasión, pueden alcanzar sus metas. “El éxito no llega solo. No me considero una persona exitosa todavía. Me falta mucho. Pero sí sé que lo que construimos tiene corazón”, afirma. Desde su perspectiva, el éxito no está en el reconocimiento, sino en la capacidad de inspirar. “Quiero que me recuerden como alguien que dio todo, que ayudó, que compartió”, añade.
Con una trayectoria, una clientela fiel, presencia en eventos nacionales y ahora una academia en marcha, Charles Nozza demuestra que los sueños grandes se construyen paso a paso, con talento, esfuerzo y una dosis de arte en cada decisión.